Las baterías de estado sólido cada vez más cerca
Hay un futuro en el que la batería de tu teléfono y de tu coche aguantan el doble
Hasta hoy, las baterías de Litio son todo lo que tenemos para que nuestro teléfono (o nuestro vehículo eléctrico) aguante funcionando sin tener que estar conectado a una fuente de alimentación fija.
El problema de estas baterías es que, como todo, no son perfectas y eso ha hecho que la investigación siga buscando el sustituto ideal para las mismas.
Todos habréis notado que vuestro smartphone no aguanta el mismo tiempo en su primera semana de uso que dos años después; esto se debe a que, con el tiempo, se produce una formación de unas pequeñas “estructuras” dentro de la batería que impiden el flujo del Litio (material líquido que fluye dentro de ellas) entre ambos polos.
Además, el Litio es inflamable y eso es un problema que nos ha llevado ya a escenas tan preocupantes como esta:
Las baterías de estado sólido sustituirían el Litio por un conductor sólido entre ambos polos que traería consigo una ristra de ventajas difícil de obviar.
En primer lugar se terminaría el peligro con la desaparición del material inflamable, lo que, además, podría propiciar un mayor flujo de energía en la batería, eliminado el riesgo de “explosión” y permitiendo una carga mucho más rápida todavía que la que conocemos.
Con esto, los sistemas de refrigeración de los dispositivos podrían tener también un descanso, lo que dejaría sitio para una mayor batería, algo de lo que se beneficiarían no sólo los teléfono móviles, sino también los vehículos eléctricos, que tendrían una mayor autonomía entre cargas.
Por supuesto, el cambio a baterías de estado sólido también daría una vida mucho más larga a las baterías, una de las principales razones por las que algunos usuarios se ven obligados a cambiar sus teléfonos hoy en día.
Esto, por supuesto, crea también la duda de si interesa realmente a los fabricantes de teléfonos implementar un sistema libre de fallos que pueda alimentar sus dispositivos durante diez años, lo que dejaría como única razón para un cambio de terminal la necesidad de más potencia o el cambio de cámaa.
En cualquier caso, la tecnología avanza y la llegada de estas baterías es inevitable.
Sin ir más lejos, Toyota, que parece haber dejado su incursión en los coches eléctricos “algo de lado” en los últimos años, para centrar sus esfuerzos en el híbrido favorito del pueblo: el Prius; parece que habría decidido empezar fuerte en 2020 con el primer vehículo equipado con una batería de estado sólido.
Los Juegos Olímpicos de Tokyo, serán el marco perfecto para que la industria de la automoción pueda ver como Japón da el paso adelante. Esperamos que 2020 sea también buen momento para que la industria de la telefonía móvil pueda plantearse el salto.