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Adam Driver revienta una entrevista y se marcha en plena grabación
El actor de 'Historias de un matrimonio' tiene sus manías y peculiaridades
Es uno de los actores del momento. Adam Driver ha conseguido trabajar con algunos de los mejores cineastas indie de todos los tiempos y combina sus brillantes papeles en el cine independiente con su personaje de Kylo Ren en Star Wars. Recuerda a aquellos cineastas, como David Lynch, que saltaban de un producto comercial como Dune a uno personal del corte de Terciopelo Azul para cubrir todo el espectro comercial y poder financiar su carrera.
Sin embargo, suele decirse que el talento y el arte vienen acompañados de pequeñas manías o defectos de carácter. Driver, un antiguo militar reconvertido en intérprete, ha protagonizado un episodio peculiar durante una entrevista radiofónica en el programa Fresh Air, donde los presentadores hablaban con él de la película Historia de un matrimonio, uno de los filmes más galardonados del año y que el actor coprotagoniza junto a Scarlett Johansson. Todo iba bien hasta que el presentador puso el clip de la cinta en el que Driver aparece cantando, una de las secuencias finales de la película producida de Netflix.
Al parecer Driver no lleva demasiado bien lo de escucharse a sí mismo. Como tantos otros actores y actrices, no le gusta verse en pantalla una vez acaba su trabajo. Es un actor de método. Él mismo dijo en una entrevista que padecía una "fobia". Algo completamente respetable. Por eso cuando los técnicos de radio reprodujeron la secuencia, al volver el diálogo Driver se había marchado del estudio y abandonado el edificio.
Driver estaba en un estudio de Nueva York y, al otro lado, en Philadelphia, era entrevistado por el presentador Terry Gross, quien le recomendó que se quitase los cascos –como ya hicieron en una entrevista previa de 2015– para no tener que escuchar el audio, que duraba a penas 20 segundos. Al volver la conexión los técnicos neoyorquinos dijeron que Adam Driver se había marchado, dejando la entrevista a medias.
"No entendemos por qué lo ha hecho", dijo el productor del programa. "Sabemos que a él no le gusta escucharse a sí mismo (como a tantos otros actores) y por eso le avisamos". La próxima vez que quieran entrevistarlo probablemente acabarán pensando dos veces si es mejor respetar las fobias y miedos de los invitados o ponerles frente a las cuerdas. El actor, que ni siquiera tiene redes sociales, no se ha pronunciado aún. La entrevista, por supuesto, no verá nunca la luz.