China vigila a su gente
No hay cara que se escape a las cámaras en China
El gobierno Chino no se anda con chiquitas. La gente de VICE ha publicado un video del que queremos hacernos eco.
Bajo la premisa “vale más prevenir que curar” el gobierno de China tiene montado un tinglado impresionante para tener más que cierta capacidad de control sobre su población.
En China las calles están llenas de cámaras que no sólo retransmiten y graban lo que acontece, también analizan en tiempo real todo lo que ven e informan a los ciudadanos acerca de los infractores tras comparar sus fotos con los ficheros de identidad del gobierno.
No sólo eso, las infracciones pueden ser automáticamente penalizadas y cobradas por el gobierno a través de WeChat, un programa de contacto y pagos totalmente establecido en la sociedad y también controlado por el gobierno.
En busca de una sociedad más segura, las cámaras catalogan todo lo que ven para su análisis en tiempo real por compañías de tecnología que colaboran con el gobierno; cada peatón tiene marcadores legibles que informan hasta de la vestimenta en tiempo real, los coches tiene información de clara de modelo, color y matrícula, y en situaciones multitudinarias una inteligencia artificial analiza quien se mueve y quien no en busca de patrones que puedan avisar de actos delictivos.
Pero no todo queda en la calle; las cámaras en China también están en tu restaurante de comida rápida favorito para reconocerte, hacerte sugerencias y ¿por qué no? ayudarte a pagar con un programa llamado “Smile-to-Pay” (aunque no hace falta sonreir).
También hay cámaras para darte el papel higiénico que necesitas en un baño público (y no más del que necesitas para la sesión) y son cámaras también las que abren los edificios de viviendas pertenecientes al gobierno.
Todo se analiza y queda para la estadística: Quién entra, quien sale, cuántas veces lo hace al día o al mes, cuántos invitados trae, quiénes son…
Como véis, en China, con la excusa de un mundo mejor, han creado un Gran Hermano del que ya no se puede salir.
En esta parte del charco uno se preocupa por cuánta información puede recopilar Facebook o Google sobre ti, pero en China no existen límites al respecto y es el gobierno el único recolector.
El pequeño documental de VICE no tiene precio, es tan fascinante como preocupante.