Especial
Abril Zamora, guionista de ‘Élite’: “Estoy viendo cosas de la tercera temporada y estoy flipando”
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Abril Zamora es uno de esos nombres que empiezan a cobrar fuerza en la ficción de nuestro país. Ha trabajado en Vis a vis, ha creado Señoras del Hampa y ha sido guionista de Élite. Está claro que sabe hacer de sus proyectos un éxito.
Y con todo este bagaje se ha puesto el reto de trasladar todo eso a las páginas de un libro. Élite ahora también se lee y ella es la responsable de haber creado la historia de nuevos personajes de ese mismo universo que lo ha petado en Netflix.
Fue un gusto poder charlar con ella, un espíritu muy joven con vivencias de una adulta sin prejuicios y que forma parte de esa nueva hornada de series que están aportando calidad visual y de contenido a nuestra ficción.
Hemos hablado de Élite, de la adolescencia, de música y de las líneas rojas que se están cruzando.
Cuando te hablaron del proyecto de Élite, ¿qué fue lo primero que pensaste?
Me sorprendió mucho porque me gustó mucho la serie pero está muy alejado de lo que yo suelo hacer normalmente porque no es que tenga una manera muy característica de trabajar, y siempre trato de tocar palos muy diferentes pero realmente creo que Élite tiene un código muy concreto y me dio un poco de vértigo el hecho de pensar si estaba preparada o no para participar de algo tan grande y tan concreto. Me dio mucho morbo participar en algo así y retarme a hacer algo diferente. Al principio me dio un poco de miedo pero luego me lo pasé super bien.
¿Te paraste a pensar si lo que reflejaba Élite representaba o no a la mayoría de la adolescencia española?
No, creo que es un error pensar ese tipo de cosas porque cuando haces una ficción, haces una ficción y ya está, no tienes que plantearte nada sino que es el propio espectador el que le da el poder y luego se siente representado o no.
Los adultos olvidan lo mal que se pasa cuando eres adolescente.
Pero es un público muy sensible a captar mensajes, ¿no?
Sí y es inevitable, aunque no haya nada de mi experiencia personal, pero todos hemos sido adolescentes, todos sabemos lo que representa ser adolescente. Lo duro que es y el poco respeto que te tienen los adultos cuando lo eres porque todo el mundo frivoliza mucho con tus conflictos porque es como que forma parte de una etapa concreta y los adultos acaban diciéndote como ‘qué pavo tienes, ya se te pasará’ cuando en realidad estás sufriendo, te quieres morir de verdad y los adultos olvidan lo mal que se pasa cuando eres adolescente.
De lo que hemos visto hasta ahora de Élite, ¿cuál es tu escena favorita?
Uauuuu… no lo sé. Hay momentos que me lo he pasado muy bien escribiendo como, por ejemplo, el speech que hace el personaje de Danna Paola en el capítulo 7 cuando descubren que la fiesta que ha montado Cayetana es una farsa y tiene un conflicto con su pareja, con Miguel Bernardeau, y hace un monólogo delante de todos y tiene para todos. Ella está super bien instalada y fue muy divertido escribir toda esa parte y estoy muy satisfecha. También tuve la suerte de poder escribir cuando el personaje de Nadie pierde la virginidad, es como toda la temporada esperando que pase algo así y poder escribirlo yo…guardo mucho cariño de ese tipo de momentos.
¿Y un personaje por el que sientas debilidad?
Guzmán (Miguel Bernardeau) es de mis favoritos. Cuando tenía los primeros capítulos y los veía en casa, se presentaba el personaje en el primer capítulo como si fuera el villano y lo fácil cuando comentas la serie es como ‘este es el malo’ no porque haya matado sino porque parece un arquetipo. La persona con la que lo vi me preguntó ‘¿y por qué es el malo?’, y yo dije, ‘pues no lo sé’. Hay algunos personajes de Élite que, a lo mejor, leídos sobre una descripción de personajes pueden parecer muy estereotipos pero creo que tanto los creadores, como los directores como los actores se han encargado de enriquecerlos para romper lo que en un principio pueda parecer algo muy reconocible y darle muchos matices.
Y si hablamos de los actores, ¿con cuál tienes una mayor complicidad?
Reconozco que tengo mis favoritos. Me cae genial Omar y me gusta muchísimo y creo que es un personaje que evoluciona muchísimo en la serie. Georgina, que ha entrado en la segunda temporada, creo que hace uno de los personajes más complicados de toda la serie y lo defiende super bien, y aparte, ella es un amor.
Sólo tengo grupo de whatsapp de Élite con las mujeres.
En Élite, ¿tenéis grupo de whatsapp?
Si te soy completamente sincera, solo tengo grupo de whatsapp de Élite con las mujeres de Élite porque se hizo un grupo para la manifestación del 8 de marzo para quedar y todo eso y es el único que tengo.
Solo mujeres, eso suena interesante…
Hay muchas mujeres en el equipo de Élite. Me da rabia decirlo como si fuera un dato importante porque es una cosa que… Yo que vengo de Vis a vis y he hecho Mujeres del Hampa que son series protagonizadas por mujeres llega un momento en el que me produce un poco de úlcera que la pregunta sea ‘qué guay una serie de mujeres, protagonizada por mujeres y tal’. Creo que estamos en el 2020 y eso tendría que ser algo mucho más normal.
Mucha gente adulta reconoce que le gusta y que es un placer culpable.
El éxito de la serie, ¿era esperado cuando estabais trabajando en la serie?
Entiendo que sea un éxito, entiendo que pueda tener detractores y que haya gente que diga ‘Élite es lo que es’ pero entiendo que sea un éxito porque tiene ingredientes, unos muy complicados y otros muy facilones, para que realmente le guste a la gente de todas las edades, que es lo guay de esta serie. Mucha gente adulta reconoce que le gusta y que es un placer culpable. Tiene amor, sexo y un crimen dosificado que hace que la gente esté muy enganchada. Aparte tiene toda esa cosa de localizaciones grandes y vestuario guay. Es fácil empatizar porque los temas que trata acaban siendo universales. Acaba siendo algo aspiracional, como Big Little lies…sale Reese Withesrpoon con ese pelo, con esos vestidos, con esos tacones, en ese pedazo de casa que me quedo totalmente hipnotizada y creo que Élite tiene un poco ese factor.
La serie ha generado muchos titulares de todo tipo, ¿alguno que te haya llamado la atención especialmente?
No, te mentiría si te dijera que sí. Non suele dejar indiferente. Hay gente que habla super bien de la serie y hay gente que ha sido muy cañera. A veces me apetece decir a la gente que hace este tipo de comentarios ‘relájate, es solo ficción, si no te gusta no hace falta que seas destructivo con ella’. ¿Sabes eso que te enseñan tus padres que ante un plato de comida no digas ‘qué mierda’… si no te gusta no significa que sea algo nocivo o terrorífico. La serie, te gustará más o menos la temática pero creo que tiene una calidad visual que forma parte de esta nueva hornada de series que se ha hecho en España que da mucho trabajo a mucha gente.
Eres creadora de Señoras de Hampa y guionista de Élite que tienen en común el asesinato, ¿tenemos que preocuparnos por ti?
Es un juego super divertido porque no parte de ningún lugar tuyo, te lo tienes que inventar y entonces todo vale.
O sea que, te diviertes con el asesinato…
Me divierto con el asesinato, ese es el titular.
Dice mucho del sentido que le das a la vida. Hace falta reírse un poco de todo, ¿no?
Totalmente. Creo que la comedia no tiene que tener límites. Me siento muy discriminada cuando la gente no se ríe de mí. Cuando veía la serie Aída y veía a Mauricio Colmenero que se reía de todo, de todo el mundo, me parecía super integrador. ‘Puedo reirme de esto, pero de esto no porque… lo mismo es discriminar’… Es discriminar que no te rías de eso si te estás riendo de todo, siempre que lo hagas con gracia y que no sea una cosa super ofensiva y terrorífica. Es guay reírse.
Estamos en un punto en el que casi se espera que estés al límite de saltar el tiburón.
A la hora de plantearse nuevas tramas en Élite, ¿hay líneas rojas?
No, y creo que las líneas rojas que marcan las cadenas y las plataformas, creo que están empezando a modificarse un poco por el hecho de que hay tanta competencia en el trabajo que creo que la gente, cada vez más, respeta la autoría y las historias que quieren contar los autores. Yo no he vivido ninguna línea roja, de hecho, en la segunda temporada hay una línea prácticamente de incesto que es algo que alguien podría haber puesto el grito en el cielo, pero creo que estamos en un punto en el que casi se espera que estés al límite de saltar el tiburón y que hagas cosas que la gente no haya visto en otros lugares.
Aunque te desvinculaste de Élite tras terminar la segunda temporada, supongo que la curiosidad puede, ¿has cotilleado sobre lo que va a pasar?
Obviamente, me paso el rato preguntando. Estoy viendo cosas y estoy flipando, es como, ‘¿en serio?’. El equipo de guionistas de Élite se esfuerza muchísimo y cuida la serie con muchísimo cariño y hace una cosa muy complicada que es no estirar el chicle, intentar subir peldaños con coherencia, con el tono que ellos han marcado, para hacer algo que sea sugerente para la gente, que sea innovador pero que no chirría con lo que se ha sembrado. La verdad es que la tercera temporada es muy guay, a mí me ha sorprendido muchísimo.
Élite ahora también se lee
Aunque en las series juveniles se han cruzado muchos límites y se ha evolucionado mucho, hay cosas que no cambian: Los populares y los del fondo de la clase.
Yo en mi instituto no recuerdo que hubiera nadie popular, también te digo. Yo fui al instituto público y no recuerdo esa cosa. Creo que estamos muy condicionados por la ficción americana que nos han metido que tienen el rey y reina del baile y las animadoras y los nerd y, yo creo que en nuestro instituto todos éramos unos putos pringados. Había adolescentes alfa que mandan un poco y manejan el cotarro, que se hacen los graciosos o que son guapos, pero a la hora de la verdad no había esa cosa de pasar por el pasillo a cámara lenta.
Tú centras tu novela en los que no son populares, en los que están al fondo de la clase, ¿qué aliciente tiene eso?
Tiene muchos. Explorar un mundo que no se ha explorado en la serie para no tener que estirar el chicle de las cosas que ya hemos visto en la serie. Tiene la posibilidad de crear personajes muy diferentes dentro del mismo universo y tiene toda la parte de que he podido ver las cosas mucho más personales. Como yo nunca había escrito una novela quería hablar de cosas que supiera y entendiera y entonces podría haber creado una ficción muy ficción como es Élite, muy alejada de mí, pero me apetecía ser un poquito más personal.
Vamos, que aquí no hay tríos, ni asesinatos ni cosas de esas.
Es en paralelo a la primera temporada y hay cosas que son super guays porque los espectadores van a reconocer ‘Cristian pasa desnudo por el pasillo’ como pasa en el capítulo uno. ‘Nos hemos colado en la fiesta de Samuel’ que es algo que pasa en la primera temporada. Los personajes protagonistas aparecen intermitentemente, se cruzan, y te mantiene en el mismo universo, pero es muy guay hablar de los otros personajes que no son tan populares.
Una frase con la que me he quedado: “Y pensó en todos esos artistas que hablaban de la época del colegio como la etapa más trágica e inspiradora de su existencia”. ¿En quién pensabas?
Por supuesto en mí. Hay un meme muy divertido de hace poco que salía un niño gordito en una clase y a los que le hacían bullying y los que le insultaban les decía: ‘Parad, por favor’ y el que hacía bullying decía ‘no te quejes ahora, ya nos lo agradecerás cuando seas un artista en el futuro’. Me pareció como super revelador. Mi adolescencia para mí fue una catástrofe, de verdad, la gente que machacaba mucho, me insultaba mucho, se metían conmigo todo el rato y sufría mucho. Pero estoy convencida de que si no hubiera pasado por eso…tuve una familia desestructurada, mi madre es una madre maravillosa pero mi padre era un cafre y si no hubiera pasado por ese tipo de cosas no sería quien soy ahora, entonces no es que agradezca que la gente me maltratara en el pasado, sino que estoy muy orgullosa de quien soy en este momento.
Otra cosa de las que he podido leer en tu novela es que dices que la televisión y los realities nos enseñan a hacer alarde de nuestros dramas, ¿cómo algo positivo o negativo?
Antes nos callábamos muchísimo emocionalmente las cosas y vivíamos en soledad la ansiedad, la depresión y los conflictos emocionales y creo que el hecho de estar tan porosos a la ficción y los realities donde realmente la gente hace tanto alarde de sus conflictos personales hace que cada vez hablemos mucho más de nuestros sentimientos. ¿Es negativo hacer alarde de tus conflictos? Sí, pero es peor esconder realmente lo que te está pasando. Creo que es mejor compartir lo que te pasa con los demás.
Un reality sin dramas y sin alarde de conflictos es super aburrido.
¿Aunque sea en un reality?
Si estás en un reality tienes que hacerlo, tienes que hacer alarde, si no, qué aburrimiento. Yo no soy gran fan de los realities, en realidad. Lo he sido, en su momento, pero ahora no me dicen nada y me parecen super tramposos pero un reality sin dramas y sin alarde de conflictos es super aburrido. Cuantas más peleas, más psicodrama haya, más divertido va a ser.
La serie se centra más en el sexo, tu novela, en las primeras veces, ¿es lo que toca por no centrarse en los populares?
Qué cabrona (risas)…supongo que es lo que toca por no ser el popular y como he intentado plasmar una adolescencia que para mí es un poquito más real, creo que es inevitable hablar de ese tipo de momentos. Creo que un dato importante en la adolescencia es la primera vez de todo, no solo en follar, sino en todas las cosas que te pasan. En Élite, la primera temporada, se saltan un poco eso porque realmente son unos adolescentes muy curtiditos ya y ya con 16 es en plan ‘quiero abrir la pareja y que follemos entre todos y tal’, es maravilloso como ficción pero a mí, en mi realidad, empatizo más con esas primeras veces, con esas dudas y con esos conflictos. Y en la segunda novela que estoy escribiendo hay una evolución sexual de los personajes hacia cosas un poquito más raras o que se salen un poquito más de lo normal, pero sigo dando tumbos. Nadie a día de hoy, ni con 30 años, se siente un experto sexual porque siempre que lo haces con una persona diferente es una primera vez, es un cuerpo diferente, es besar otra boca. Creo que esa sensación no acaba de perderse.
No conozco mucha gente que haya perdido la virginidad antes de los 16.
Pero vamos, las primeras veces de tu novela, son adolescentes…
En Élite, como la primera temporada está más centrada en otros conflictos sexuales, aproveché que no estuviera contado eso para poder explayarme aquí. ¿Qué va asociado a la gente no popular? Supongo que sí pero no conozco mucha gente que haya perdido la virginidad antes de los 16 años. Sí hay gente, pero casos un poco más extremos. No creo que alguien lea la entrevista con 18 y no haya perdido la virginidad se traumatice.
No, pero estamos en un momento de mucho correr y eso puede ser un punto de presión para los adolescentes, ¿no?
Eso puede ser muy frustrante para la gente que piense, ‘joder, la gente con 16 ya folla y yo tengo 18 y ni siquiera he besado a nadie’. Hay que andarse con ojo.
El insulto de ‘gorda’, ¿crees que sigue teniendo el mismo peso?
El otro día leí un tuit de un chico que era gay que decía que siempre se había sentido más discriminado por ser gordo que por ser gay. Hay quien ha criticado la novela porque se habla de la talla 40 como algo negativo.
Para mí es casi una parodia que alguien pueda reírse de alguien que tiene una talla 40.
Es que insultar por una talla 40 es un pelín exagerado, ¿no?
Jugamos a que realmente tenemos que remarcar el snobismo y alta clase que hay en Élite y para mí tener la talla 40 es lo más normal del mundo, o tener la 48, no es un conflicto. Pero cuando eres un adolescente en esta clase donde todos son guapos normativos, con cuerpos perfectos, pasarte un poquito de la talla y ser la L en lugar de la S ya es objeto de burla, para que entiendas el nivel de exigencia de los adolescentes que están en este colegio. Para mí es casi una parodia que alguien pueda reírse de alguien que tiene una talla 40.
En tu novela suena Carolina Durante, Amy Winehouse… ¿cuáles son tus criterios para la selección musical?
Para mí la música es super importante en la ficción y siempre soy muy putilla y pongo lo que transmita cosas en algunos momentos me guste o no me guste. Hay canciones que he detestado mucho y que luego las he escuchado en el 8 y medio y cuando las ponen representan algo importante para mí porque me representan un momento concreto. Creep de Radiohead, creo que es un básico de todos los adolescentes y que todo el mundo la ha escuchado alguna vez y a todo el mundo le dice algo porque nos han machacado tanto con ella que siempre ha estado en algún momento super importante en nuestra vida y creo que es una canción a la que damos mucha importancia.
La de Carolina Durante no es una canción que a mí realmente me toque muy de cerca pero sí que veo a gente adolescente a la que marca muchísimo, la comparten en muchos stories, la graban en los conciertos y creo que la letra de la canción habla tanto de los perdedores que es un poco un himno nerd, de friki y marginado, que me parecía muy guay que estuviera ahí.
Hablas de Duran Duran como música vintage…
Sí, yo cuando era adolescente mi música de referencia era Camilo Sesto, que tenía una cinta de casete en casa y la escuchaba y no era algo que me pegara por la edad pero sí pero me conectaba con cosas emocionales, la música de Leonard Cohen y cosas así, me gustaba y mis amigos se reían de mí porque a ellos no les conectaba con nada. No eran canciones en la lista de LOS40 de aquel momento y eso hacía que yo me sintiera rara por mis preferencias musicales. He querido dotar a algunos de mis personajes con esos pequeños gustos…ya ves tú Ordinary World de Duran Duran que tampoco es que sea desconocida.
En la adolescencia la música tiene mucha importancia.
Sí. Para mí es un recuerdo super gráfico el hecho de escuchar en bucle las canciones. No he podido poner el play-red cuando éramos adolescentes, lo siento porque era piratear, cuando el señor locutor decía cosas sobre la canción. Una de las cosas que me da mucha rabia de los adolescentes de hoy, que creo que es muy diferente de los adolescentes de antes es la sensación de incertidumbre. Cuando yo era adolescente y escuchaba una canción en la radio no podía shazamearla y quedarme con una frase y luego googlearla. Escuchaba una canción que me transmitía un montón de cosas y no iba a volver a escucharla y me daba mucha rabia y luego pasaba un mes y la volvías a escuchar y encontrabas el título y eso no pasa ahora. Ahora hay respuestas para todo y eso da un poquito de rabia.
Ya estás terminando la segunda novela…
No me creo J.K. Rowling, vale, pero esa cosa muy de Harry Potter de, la primera es para una edad y la segunda evoluciona con los lectores que evolucionan con ella, igual que las películas de Harry Potter. Si miras la piedra filosofal y miras la última, los personajes evolucionan, los espectadores evolucionan, y he quiero hacer un poco eso aquí.
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(Risas) No lo sé, a mí me encantaría y me volvería loca y yo me lo imagino como una serie en mi cabeza. Sería maravilloso. Podemos hacer un llamamiento a los señores de Netflix.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...