Especial
Sony a6600: la cámara (casi) profesional que te puedes permitir
Para llevártela de vacaciones o para ganar dinero con ella
Sony decidió hacerse amo y señor del mercado de la fotografía digital y desde el lanzamiento de su primera cámara semi-profesional (a7) la rayita de la gráfica sólo ha sabido subir.
En su catálogo hay sensores de formato completo (la serie a7) y sensores recortados o APSC (la seríe a6xxx), y cada vez más se recorta el escalón que hay entre unas y otras.
Un sensor más grande asegura mayor luminosidad en el rendimiento de la cámara, aunque seguramente no la suficiente para convencer a gran parte del público; no si al otro lado de la balanza está el tamaño de la cámara y el precio, ambos aumentan con el tamaño del sensor.
La nueva a6600 es la mejor prueba de que una cámara APSC (sensor recortado) puede ser tan efectiva y versátil como una de sensor de tamaño completo.
Con sus 24 Megapixeles, la posibilidad de grabar video 4K hasta 30 frames y la estabilización de imágen en el cuerpo (IBIS), esta a6600 se pone a la altura de la cámara más vendida del catálogo de Sony, la a7iii, su vecina con sensor grande.
Además, reduce el tamaño e incorpora por primera vez una batería de tamaño grande, que habitualmente Sony reservaba para sus cámaras profesionales. Un pasito más cerca todavía de esa codiciada a7iii. Y el plato fuerte que supone la mejora del auto-foco, que es simplemente abismal:
Por si fuera poco, esta a6600 se presenta también como ‘sueño húmedo’ para todos los youtubers, y es que forma parte de la primera familia de cámaras con pantalla reversible dentro de Sony. Hasta ahora el vlogging no existía en la compañía japonesa, y han sido a6000, a6400 y a6600 las encargadas de ponerlo en marcha dentro de Sony.
Tras dedicar unas cuantas semanas a la vida contemplativa junto a una a6600 y con una a7iii en la mochila para que nunca falte el agravio comparativo, hemos llegado a la conclusión de que, hablando en términos cualitativos, no existe diferencia entre ambas (o es prácticamente imperceptible).
Las imágenes de una y otra son casi imposibles de diferenciar, teniendo que afinar el ojo crítico para detectar qué lente teníamos puesta en cada una de ellas con la esperanza de encontrar diferencias en la distancia focal que nos den pistas de la cámara que ha disparado cada imagen.
Lo mismo para el video. El 4k que sale de esta cámara es simplemente impresionante y las grabaciones 1080p a 120 frames por segundo han sido mejoradas con respecto a la línea anterior; ahora son más nítidas.
Sí echamos en falta la grabación de video en formato 4k a más de 30 frames, que permitiría utilizar el material grabado en formato cámara lenta, pero no es algo que Sony haya sacado de esta cámara, simplemente todavía no ha sido implementado en ninguna cámara de foto/video de la compañía.
Y por lentes no será; Sony tiene una importante lista de lentes de formato APS-C que hace difícil obviar que podríamos vivir ajenos al mundo full-frame para siempre. Se han estrenado con su primera G-Master (la gama TOP) en formato exclusivo APSC, un 16-55mm con f2.8 en todo el recorrido focal y tienen lentes 'prime' (así se llama a las focales fijas) de gran calidad como el 35mm o el 50mm, ambas f1.8 y de excelente calidad de imagen.
Quizás sea el entorno profesional el que pueda inclinar la balanza aquí, y no porque no tu a6600 no pueda ser la cámara principal en una grabación importante, sino porque hay un par de detalles que la dejan ligeramente a la retaguardia de la a7iii si estás pensando ahora en hacerte con una de ellas.
La falta de un segundo slot para tarjeta SD puede ser un casilla indispensable en la lista de compras de un profesional. La posibilidad de que la tecnología te deje tirado y pierdas todo el material grabado en una boda o para un cliente, es remota pero existe; y una tarjeta que grabe de forma redundante el material generado puede ser tu salvación si eres profesional.
Por otra parte, un sensor más grande implica más luminosidad y la tecnología de la A7iii es conocida por su capacidad de forzar la sensibilidad del sensor (ISO) con menos grano en las imágenes que su competencia.
Estos dos apuntes y el hecho de que el precio de ambos cuerpos ahora se acerca peligrosamente pueden ser decisivos a la hora de elegir si iniciar una carrera en formato aps-C con la nueva a6600 o si saltar directamente al sensor completo de la a7iii e iniciar la carrera en él Y por “iniciar la carrera” hablamos de “iniciar una colección de lentes” que crecerá con el tiempo.
Hablamos pues de una cámara de formato reducido, muy cómoda de manejar, que usa baterías grandes de Sony, con un auto-foco ágil, rápido e inteligente, IBIS y una calidad en la imagen sólo comparable a las líneas profesionales de Sony y del resto de marcas.
¿El precio? Algo más de 1400 euros si vas a renovar el cuerpo y utilizar tu colección de lentes y unos 1700 euros si quieres la lente que Sony incluye en el kit (que funciona muy, muy bien pero tiene claras limitaciones en condiciones de poca luz).
Si no llegas, siempre puedes esperar a un día sin IVA o a encontrar alguna oferta atractiva, pero ten claro que la a6600 es una cámara (casi) profesional y que, sin duda, te devolverá cada euro que pagues por ella.
¿Alternativas?
Si bajamos un poquito el listón encontramos las hermanas pequeñas de esta a6600: a6100 y a6400. Ambas pierden la batería grande (por lo que la autonomía baja a prácticamente la mitad) y la estabilización de imagen, por lo que la cámara no será tan fácil de usar cuando grabemos video “en mano”.
La a6100 tiene un 'target' de público todavía más ‘main-stream’ y también pierde los modos de grabación logarítmica para video, utilizados en ámbitos profesionales para mejorar las posibilidades de la post-producción del video.
Sin embargo, la falta de estas características también trae consigo una bajada de precio considerable que, para según que usuarios, podría ser interesante.
Como última opción siempre está la generación anterior, que ha sido sustituida por estas nuevas. A6000, a6300 y a6500 son cámaras más que válidas, que proporcionan una imagen muy similar a la que sacamos de los nuevos modelos y que, muy probablemente, puedas encontrar rebajadas o en fase de liquidación.