Pedro Sánchez y otros políticos que sí asistirán a los premios Goya

Santiago Abascal, que se quejó de no haber sido invitado en 2018, se ha negado a acudir

Pedro Sánchez (2d), Pablo Iglesias (d), Alberto Garzón (c) y Alberto Rivera (i) acuden a la 33 edición de los premios Goya en Madrid, 2018 / Juan Naharro Gimenez (WireImage vía Getty Images)

No es habitual que un presidente del Gobierno de España acuda a la gala de los premios Goya. El último en hacerlo fue Zapatero hace quince años, en 2005, durante su segundo año en el cargo. Tras formar a su Ejecutiva nacional y consolidar su poder, Pedro Sánchez ha decidido recuperar esta costumbre y asistir al certamen del cine español, que se celebrará este sábado a las 22:00 en Málaga.

Así lo ha informado la minsitra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en una rueda de prensa: "Hay que defender y proteger al cine español, intentar impulsarlo". La presencia del presidente es "fundamental" para transmitir esa imagen de apoyo a la industria cinematográfica.

Sánchez ya había acudido en calidad de secretario general del PSOE en 2016 y 2018, pero nunca como presidente del Gobierno. Se trata más bien de una tarea reservada para el ministro de Cultura y Deportes, (actualmente está en el cargo José Manuel Rodríguez Uribes en sustitución de José Guirao), quien también ha confirmado su asistencia a la gala.

Además de Sánchez y Rodríguez Uribes, acudirán el ministro de Consumo y líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón; el presidente de la Junta de Andalucía (recordemos que la gala se celebra en Málaga), Juan Manuel Moreno, y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Este año los Goya también invitaron al líder de Vox, Santiago Abascal, pero el representante del partido ultraderechista ha declinado la invitación. Precisamente el año pasado se quejó de que no invitaron al partido verde. Probablemente se lo haya pensado mejor y tema el aluvión de críticas del movimiento "progre", como lo suele denominar. Fue el propio Espinosa de los Monteros quien expresó que le costaba creer que el cine fuese cultura.