Las mejores canciones nominadas a los Goya (y actuaciones memorables) en su historia reciente
En los últimos años, la ceremonia de los Goya nos ha dejado perlas musicales como estas
Leiva sostiene su Goya por Mejor Canción original por La Llamada. / Pablo Cuadra/WireImage
Este sábado desfilarán por el escenario del Martín Calpena los ganadores de los premios al mejor cine español del año. Amaia cantará, acompañada de Celia Flores, por y para Marisol/Pepa Flores, merecido Goya de Honor en su ciudad natal, Málaga. Además de la de la navarra, podremos disfrutar de actuaciones como las de Pablo Alborán, Jamie Cullum o Antonio Banderas con su espectáculo Chorus Line. Momento idóneo para recurrir a canciones que forman ya parte de la historia de estos galardones.
Éste es el momento, de Coque Malla. La última ganadora del Goya a mejor canción original, incluída en la película Campeones. Coque ya estuvo nominado al Goya en 1995 por mejor actor revelación gracias a la mítica Todo Es Mentira.
Ai, ai, ai, de Silvia Pérez Cruz. "Es indecente gente sin casas, casas sin gente". Con ese emotivo canto homenaje a los deshauciados, Silvia Pérez Cruz recogió su Goya en 2017.
Amaral. De lo más emocionante fue en 2005 la actuación de Amaral, que con su Sin Ti No Soy Nada, ponía voz a las imágenes del momento In Memoriam que cada año recuerda a los que nos han dejado.
La Llamada, de Leiva. Los académicos también sintieron la llamada de los Javis, y le otorgaron el premio en 2018, lo que sirvió para que Leiva reclamase la necesidad de más música en directo.
Lo recibió de manos de Marlango, que fueron los encargados de presentar a las canciones nominadas con un medley de lo más ovacionado.
Que el soneto nos tome por sorpresa, de Jorge Drexler. Después de haber recibido un Oscar, el uruguayo fue premiado en España por su canción para la película Lope. Aceptó el premio cantando.
Tiempo pequeño, de Bebe y Lucio Godoy. "Anda, deja que te acompañe, que no es momento de andar sola..." . Bebe protagonizaba la película La Educación de las Hadas junto a Ricardo Darín y se llevaba a casa el Goya por su tema principal, habiendo estado ya nominada anteriormente por su tema Corre.
Rubia de la cuarta fila, de Joaquín Sabina. "Rubia de la cuarta fila, ¡descarrílame el último tren!". El tema que le dedicaba Sabina,que también estuvo nominado por el tema Semos Diferentes, en Isi/Disi a Jaydy Michel.
Tu bosque animado, de Luz Casal. En 2001 fue Luz la que se llevó el premio Goya a mejor canción con ésta, que daba nombre a la película de animación.
Kiki, de Mr K! y Nita. La banda sonora de la comedia erótico-festiva de Paco León, Kiki, El Amor Se Hace, contenía este temazo en el que Mr K! se acompaña de Nita de Fuel Fandango.
Laura, de Dani Martín. Sinfín, película protagonizada por el ex-solista de El Canto del Loco, donde las drogas truncan un éxito musical pero le supuso una nominación.
Km 0, de Ismael Serrano. Canción nominada en el 2000, año en el que comenzaron a otorgarse los premios a esta categoría.
Rosalía. Desfiló por la alfombra roja acaparando todos los focos, y se marcó durante la pasada gala un memorable Me Quedo Contigo, versionando a Los Chunguitos mientras ponía la piel de gallina a asistentes y espectadores.
Me llaman calle, de Manu Chao. Gracias a la película Princesas, Manu Chao consiguió el Goya a mejor canción en 2005, cuando se celebró la XX Edición. Calle sufrida, calle tristeza de tanto amar que transitaba Candela Peña.
Yo también, de Guille Milkyway. Guille ganó el Goya con una de las canciones más bonitas de La Casa Azul, incluída en la peli protagonizada por Lola Dueñas y Pablo Pineda. Desde aquí le felicitamos de nuevo por haber conseguido no caerse al subir al traicionero escenario.
Human Monkeys, de Najwajean. El tema para Guerreros les valió a Najwa Nimri y a Carlos Jean la nominación. Compusieron la banda sonora íntegra de la película de Calparsoro en una edición que siempre será recordada como la del "No a la Guerra".
Antonio Resines. Y cómo no vamos a terminar con la actuación más célebre de los Goya. El rap de Antonio Resines se merece un bucle eterno, y alegra cualquier Blue Monday que quede por venir.
