David Otero: “Tengo un psicoanalista maravilloso con el que puedo trabajar los momentos difíciles”
Hablamos de su última crisis y resurgimiento
David Otero se enfrenta a una nueva etapa en su vida y lo hace con la nostalgia que produce celebrar 20 años en la música con un proyecto que hace balance de todo lo que ha vivido en este tiempo, desde su paso por El canto del loco, hasta su etapa en solitario con momento alter ego, incluido.
En los próximos meses iremos descubriendo Otero y yo, un trabajo que ha dividido en tres EPs que recogen colaboraciones con buenos amigos que han querido rescatar viejas canciones del cantante para darles un nuevo aire, juntos.
Está ilusionado, como le caracteriza, pero reconociendo que no todo ha sido fácil y que, recientemente, ha pasado por una crisis que le ha hecho replantearse su futuro.
La naturalidad, cercanía y la calma propia del que asume cada momento que toca vivir definen a un David Otero que no duda en hablar de lo que está por llegar y lo que le ha llevado a este punto.
El primer EP sabe a poco con solo cuatro temas, ¿te lo has planteado como un plan de tortura para tus fans?
Yo creo que es como el amor, hay que ir conociéndose poco a poco, hay que ir descubriendo, que es lo guay de este proyecto, ir descubriendo cositas poco a poco y, sobre todo, ir disfrutándolas poco a poco. Hoy en día, nos comemos tan pocos discos enteros que hay que hacerlo así. Al final, lo más sensato es adecuarte a los tiempos que tiene la gente para consumir música. Yo lo consumo así también.
¿Cuál es el último disco que te has escuchado tú entero?
Entero, entero… me he escuchado varios, pero uno que ha sonado muchísimo este año en mi estudio, porque a veces me tengo que poner a recoger cables y organizar todo después de las grabaciones, me pongo el último disco de Dom Howard que me gusta mucho. Es super raro, pero lo escuchas tres veces…es como los discos antiguos que los tenías que escuchar tres veces para que te entrase, y me flipa, es música rara.
En estos días has escrito: “Hace unos meses, después de pasar por uno de los momentos más difíciles de mi carrera…”, ¿qué ha pasado?
Al final, después de muchos años, acostumbradísimo a trabajar en el mundo de las discográficas, salgo de una gran discográfica y me enfrento, otra vez a construir un proyecto cuando creía que iba a estar dentro de lo que era mi casa en Sony, y no, no puedes dar nada por sentado en esta vida. Reconstruyo otra vez mi proyecto. Agradezco todo el trabajo que he hecho con ellos, son una familia a la que adoro, pero las circunstancias de la vida, a veces, te llevan a enfrentarse a momentos duros. Todos nos tenemos que enfrentar a momentos así.
¿Y cómo se lleva?
No hay nadie que te cruces por la calle que no se haya tenido que enfrentar a un cambio de trabajo, un cambio de puesto…y claro, cuando te cambian de golpe, de noche a la mañana, y sobre todo un proyecto que es tu vida entera, de repente se te cae el mundo y te preguntas cómo lo empiezas a reconstruir. Y aquí estamos, empezando a reconstruirlo otra vez.
Hay momentos, claro, de muchísimo miedo, porque estás solo ante el peligro, pero las grandes aventuras son así.
¿Te pilló por sorpresa?
Sí, pero la vida es así, y lo voy a contar con total naturalidad, no voy a esconder nada, como todo lo que voy a hablar siempre. Si hay algo que me ha caracterizado siempre es decir las cosas como son, intentando sacar las mejores cosas de cada momento.
¿Fue enfado tu primera reacción?
No, fíjate, al revés. Yo lo que les dije fue ‘chicos, de verdad, que esto me motiva un montón, es genial, después de 20 años, enfrentarme a una aventura como esta’. Yo creo que la vida la puede interpretar de muchas maneras y yo la interpreto como una aventura todo el rato. Cuando me encuentro con desafíos así en mi vida, digo ‘qué guay’. Luego hay momentos, claro, de muchísimo miedo, porque estás solo ante el peligro, pero las grandes aventuras son así.
Cuando uno se enfrenta a algo nuevo siempre se pregunta, ¿por dónde empiezo?
El primer paso es tu núcleo más cercano, eso lo aprendí hace muchos años. Cuando cambia algo grande o te enfrentas a un gran dilema en tu vida, lo más importante es la gente que tienes más cerca. Mi hijo Gael, que tiene 6 años, conoce todos los problemas de mi vida. Se los cuento, los debato con él, los hablo con él y me da soluciones y me dice cosas muy sensatas. No lo trato como a un niño. Te dice ‘papá, no te preocupes, si no pasa nada, estamos bien’. También tengo un psicoanalista maravilloso con el que puedo trabajar los momentos difíciles y eso también me ayuda, hay un trabajo de fondo.
En nuestra última charla, ya me dijiste que la terapia te iba muy bien.
Nuestro camino es muy complejo y necesitas ayudas, tú solo es muy complicado. Hablo con muchos artistas que tengo a mi alrededor y todos nos ayudamos hablando. Al final, un psicoanalista, que es con quien trabajo yo, es una persona con la que hablas, con la que expresas, y que te ayuda a intentar organizar todo eso que sientes y distribuirlo bien y que no se te quede hecho una bola en la cabeza y te genere mucho ruido que no sepas cómo administrar. Me encanta decir a la gente, ‘cuando te pase algo, busca ayuda’.
Tú la buscaste…
Uno de los días más importantes de mi vida fue cuando me estaba entrevistando con una doctora me dijo ‘felicidades, hoy es uno de los días más importantes de tu vida’ y le pregunté por qué y me dijo ‘porque has levantado la mano y has pedido ayuda’. Y qué razón tenía la tía. Increíble.
Volviendo a este nuevo proyecto, son 20 años de carrera y te has puesto a hacer balance. ¿Cuál ha sido la mejor etapa?
Hay una especie de agridulce en todo porque cuando los proyectos crecen mucho y van muy rápido no son siempre los mejores y no te sientes bien. Cuando hay cuestas abajo y tienes que volver a reubicar toda tu realidad, si eres capaz de sacarle beneficio a eso, de repente encuentras joyas. Las mejores etapas están en el cambio, en la transformación.
Y ahora, con esa perspectiva del tiempo, ¿qué te genera El Canto del loco?
Muchísima alegría, muchísimo orgullo. Tengo una grabadora donde tengo el origen de muchas canciones de El canto del loco y cuando me escucho componiendo a mí en ese momento que se me ocurrió la idea digo, ‘uau, no tenía ni idea de que esta mierdecilla que estoy cantando aquí se iba a convertir en Foto en blanco y negro, o se iba a convertir en Nada volverá a ser como antes, o se iba a convertir en Contracorriente, en Peter Pan, en Volverá o en un montón de temas que salen de ahí, de improvisar componiendo.
Foto en blanco y negro no se aceptó en un primer momento, ¿no?
La ponía y me decían, ‘esa idea no, otra’. Íbamos buscando y Foto en blanco y negro sobrevivió varios años en una grabadora. Yo componía y componía en esa grabadora y las volvía a escuchar y las volvía a reinterpretar y le daba vueltas y aquellas ideas que habían surgido es las que llevaba como canciones. Luego se transformaban muchísimos pero esa semilla era la que estaba en la grabadora. Ahora lo hago con notas de audio.
¿Por qué decides ponerte nostálgico y volver al pasado con este proyecto?
La idea surge en los directos. De repente hay un momento de mi vida que digo ‘tengo canciones preciosas que no estoy cantando’. ¿Cómo no estoy cantando Foto en blanco y negro, cómo no estoy cantando Volverá, cómo no estoy cantando Tal como eres, cómo no estoy cantando esas canciones que son preciosas en mi vida y son parte de mí? Luego fueron parte del mundo El canto del loco, por supuesto, pero las siento muy mías. ¿Cómo no van a ser parte de mi actualidad? ¿Por qué esa barrera que me había puesto yo de ‘no El canto del loco es antes y ahora es mi proyecto’? me la había puesto yo y ha llegado un momento que he dicho ‘no, esto es tuyo también, dale valor’. Te define, pero somos muy tontos los seres humanos a veces. A veces era como ‘si no las cantaba yo’. Qué más da, sin son parte de tu esencia, da igual.
Pero no es un homenaje a El canto del loco.
He intentado hacer un balance real de toda mi historia, no solo de El Pescao y de David Otero, también de El canto. No quería hacer un disco de El canto del loco porque no me parecía que mi historia fuera solo eso. Va a estar muy equilibrado, son tres de El canto, tres de El Pescao y tres de David Otero.
Y tres inéditas…
Sin dejar de mirar al futuro, por supuesto.
Y los colaboradores son todos amigos, ¿no?
Son gente con la que me he estado mezclando desde hace años. A la que menos conocía es a Marta Soto. Con todos he seguido una misma dinámica porque todos son amigos y me apetecía hacerlo de una manera muy especial. Con todos me he ido a comer y he tenido un encuentro primero de ‘veamos la canción pero sin micros, sin un móvil grabando, sin stories para IG, sin tener que hacer contenidos para nada’. Juntarnos como artistas o creadores y pensar en una canción en su origen, sin nada que nos lleve a estar pendiente de otras cosas. Lo he llevado así con todos y con todos me ha encantado el proceso. Y les he dejado mucha libertad a la hora de reinterpretar las canciones. No ha habido ningún cambio radical.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...