El impactante corto de Joaquin Phoenix y Extinction Rebellion para salvar el planeta

Ya puedes ver este proyecto, en el que han colaborado artistas de la talla de Rosario Dawson, Oona Chaplin, Adriana Arjona y Matthew Modine

Joaquin Phoenix no es solo uno de los mejores actores de nuestro tiempo, sino que además es uno de los más comprometidos con los movimientos contra el cambio climático. Él es vegano. De hecho, pidió a la Academia que durante el catering de los premios Óscar no sirvieran carne. Acude a todas las manifestaciones por el clima y hasta ha pasado por el calabozo por "desobediencia pública".

Anoche, tras ganar el premio a mejor actor por Joker, el artista subió al escenario y habló de la injusticia y de la necesidad de utilizar el amor como herramienta transformadora de la sociedad.

Precisamente ese compromiso es lo que le llevó a unirse al equipo de Extinction Rebellion, un movimiento de activistas por el clima que, mediante la resistencia no violenta, trata de presionar a los grandes poderes internacionales para que actúen contra y tomen medidas para contrarrestar el cambio climático.

Incendios como el de Australia, donde miles de millones de animales han quedado calcinados, decenas de personas –entre ellas varios bomberos– han perdido la vida y donde miles de hogares se han consumidos tras los estragos del fuego son solo una de las muchas caras de la misma moneda.

Como arma concienciadora, el grupo ecologista ha realizado un cortometraje en el que aparecen Joaquin Phoenix, Oona Chaplin, Matthew Modine, Adriana Arjona y Rosario Dawson, entre otros. El cine como elemento de corrección social.

En las imágenes se puede ver a un grupo de enfermeros tratando de salvar a una persona en una mesa de cirujía. El paciente fallece y los médicos dan por finalizado su trabajo. Sin embargo, una de las doctoras continúa con la reanimación y consigue traerlo de vuelta. Se quita la máscara y... es una indígena. El corazón de la persona en la camilla se transforma en una imagen satelital de la Tierra en llamas.

Una hermosa metáfora sobre la necesidad de que las minorías étnicas de cada país luchen por el clima y que nosotros no nos demos por vencidos aunque parezca todo perdido.