JoJo relata su historia: De nº1 de ventas a pensar que podría morir víctima de sus adicciones

"Hubo noches en las que salía de los clubes y me desmayaba"

JoJo cuenta su dura historia. / Jason LaVeris/FilmMagic

JoJo es uno de esos denominados juguetes rotos. Niñas que conocen el éxito demasiado pronto y no saben lidiar con la fama y todo lo que rodea. En una entrevista con Uproxx relata su historia y cuenta en qué punto se encuentra ahora.

“Te sorprenderías cuántas veces he oído, ‘¡Oh, Dios mío, pensé que JoJo había muerto!, ¿cómo?, ¿ella todavía está aquí? Sí, z***a! ¡Todavía estoy aquí!”. Con estas palabras comienza una entrevista documental e la que cuenta cómo ha sido su vida.

Sacó su primer single en 2004, cuando tenía 13 años. Con Leave (Get out) se convirtió en la artista solista más joven en tener un nº1 de ventas en Estados Unidos. Lo suyo parecía una carrera prometedora.

Su madre y ella confiaron en Barry Hankerson, el tío de Aaliyah con el que acordaron firmar un primer contrato. “Creó la compañía para mí porque era tan joven que nadie quería ficharme”, recuerda, “al enterarnos de cómo había convertido a Aaliyah en el icono que era, obviamente estábamos realmente interesadas”.

En aquellos momentos todo parecía un sueño hecho realidad: “Mi compañía le compró un coche a mi mamá, nos consiguió un apartamento y tuve mi propia habitación por primera vez. Sentíamos que eran como una familia para nosotros, y creo que eso es lo que mi madre y yo estábamos realmente anhelando en el fondo. Ambas venimos de situaciones familiares muy inestables y realmente apelaron a eso, creíamos que estábamos creando algo que iba a durar para siempre”.

Pero las cosas no salieron como esperaban y la compañía se negó a sacar nuevas canciones. Finalmente afectó a la relación madre e hija que acabaron rompiendo su relación profesional: “Se volvió muy, muy poco saludable para ella. Estaba realmente preocupada por si continuar pudiera acabar con ella. Esa es la cosa más difícil que he hecho en mi vida”. Despedir a su madre fue un momento duro para ella.

“Cuando tenía 18 años recuerdo que me senté en la oficina de Blackground y que el presidente de la compañía dijo: ‘Solo queremos que te veas lo más saludable posible’. Y pensé: ‘En realidad, soy la imagen de la salud. Me veo como una niña sana que come y es activa. No creo que se trate de mi salud. Creo que quieres que esté realmente delgada". Y contestó: ‘No, yo no diría eso’”, explicó sobre cómo empezaron sus trastornos alimenticios.

Terminé trabajando con un nutricionista que me hizo una dieta de 500 calorías al día. Me ponía esas inyecciones para no tener apetito. Pensé: 'Déjame comprobar lo delgada que podría llegar a estar, quizás así me saquen el álbum. Tal vez soy tan desagradable que nadie quiere verme en el vídeo porque ni siquiera pueden mirarme’. Eso es lo que realmente pensaba”, reconoce.

Fue entonces cuando recurrió a las drogas y el alcohol como recurso para sentirse “bonita y digna”. Cayó en una vorágine de autodestrucción: “Hubo noches en las que salía de los clubes y me desmayaba. Era completamente imprudente, no me importaba. Necesitaba que me excitaran para sentirme bien. Me iba al borde, me ponía de puntillas en el borde y luego volvía. Debería estar muerta”, asegura con la crudeza que supone esta afirmación.

Su carrera estaba en un punto muerto, su padre falleció en 2015 mientras luchaba contra sus propias adicciones y JoJo decidió emprender acciones legales contra su compañía para lograr romper su contrato.

Lo consiguió, creó su propia compañía y volvió a grabar sus dos primeros álbumes porque no tenía los master. Ahora, ya tiene 29 años y está a punto de lanzar nuevo trabajo: Good to know.

Lo que tiene claro es que tiene que tomarse todo lo que le ha sucedido como un camino de aprendizaje: “Aprender a amarme a mí misma. Me siento muy afortunada, muy, muy agradecida por la resistencia que tengo. Pero trabajo en ello todos los días. Quiero crear una vida para mí y quiero crear un legado”.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....