“La posesión de Mary”: exorcismos en el mar y un Gary Oldman combativo
Una película de terror protagonizada por un velero maldito
Gary Oldman acaba de cambiar el registro interpretativo al que nos tenía acostumbrados en los últimos años. Tras ganar el Óscar a mejor actor principal en 2018 por La noche más oscura e interpretar al agente Gordon durante la saga de El caballero oscuro de Christopher Nolan, el actor británico parece buscar adentrarse en proyectos diferentes.
Uno de ellos es La posesión de Mary, una cinta de terror sobre posesiones. Sí, otra más. Pero tiene algo de especial que la diferencia de otras obras precedentes: se desarrolla íntegramente en pleno mar.
La cinta trata sobre David (Oldman) y Sarah (Emily Mortimer), una pareja con dos hijas, Lindsey y Mary, que compran un misterioso y viejo barco de vela.
Según la sinopsis oficial facilitada por eOne, su distribuidora en España, "después de hacerse a la mar con él, extraños e inquietantes sucesos comienzan a aterrorizar a David y su familia, haciendo que se vuelvan unos contra otros. Cuando el barco se hace ingobernable, comienza a quedar terriblemente claro que la familia está siendo atraída hacia un mal aún mayor que les aguarda en la oscuridad del mar abierto".
No acostumbramos a ver películas de terror en alta mar. Hay pocos precedentes. Tenemos Calma total con Nicole Kidman (Eyes Wide Shut) y Sam Neill (Jurassic Park), aunque más que terror entraría en el apartado de suspense.
También está la magistral obra de Steven Spielberg, Tiburón, y la personal visión de Jaume Collet-Serra Infierno azul, pero siempre se centra en bestias marinas que aterrorizan al personal. Nunca vimos nada parecido con demonios y exorcismos en el Océano. Si funciona o no será decisión del público.
La posesión de Mary está dirigida por Michael Goi, que tiene gran experiencia en la dirección de televisión, y producida por Tucker Tooley Entertainment.
Aunque en Estados Unidos se estrenó el 11 de octubre de 2019, tendremos que esperar al 8 de mayo para verla en cines en España.