Especial
La evolución de la moda a través de la música (Volumen I)
Desde los años 20 hasta los 60
Mary Quant dijo "la moda no es frívola, forma parte de la vida de hoy". Maestros de la Costura nos está acercando al arte de épocas pasadas, por lo que hemos decidido hacer un repaso a canciones sobre moda y relacionadas con ella a través de su historia. Frivolidad bien entendida, lo que fue el último grito, glamour y el comienzo de tribus urbanas que aún permanecen reinventadas.
Como de otro modo sería inabarcable, nos centrarnos en la evolución surgida a partir de principios del siglo pasado, en los felices años 20, donde las mujeres abandonaron los cansinos corsés, comenzaba la Ley Seca, y las sofisticadas flappers bailaban por las noches jazz, blues y charleston en tabernas clandestinas relucientes frente a la austeridad de los años pasados.
En la actualidad, Caravan Palace o Parov Stelar intentan reflejar ese espíritu en su música.
La llegada del cine sonoro en los años 30, conllevó que actrices del celuloide como Mae West, Joan Crawford, Bette Davis, Katherine Hepburn o Greta Garbo se convirtieran en el referente de moda. Aunque no fue hasta la XXI Edición de los Premios Óscar, en 1949, cuando se empezó a otorgar por primera vez el diseño a mejor vestuario, Coco Chanel triunfó aún más que en la década anterior, y fue contratada por el magnate Samuel Goldwing, por un millón de dólares, para vestir a las grandes musas de Hollywood, en cuyas fiestas sonaba swing y boogie-woogie.
El estilo pin-up que había manado en los años 30, cuando artistas como George Petty crea calendarios con las chicas que sentaron cátedra y comenzaban a aparecer en revistas de la época, tomó fuerza en los 40 (su época dorada), reforzándose con la idea de que sus pieles blancas, escotes de corazón, ligueros y labios rojos eran amuletos patrióticos para los soldados, siendo Bettie Page el mayor fetiche (incluso ganó en 1955 el premio a "chica pin-up mundial").
Hoy en día, Dita Von Teese es representativa de este estilo que bailaba al son del bebop o el hillbilly.
En los 50, el disc jockey estadounidense Alan Freed, popularizó el término rock and roll, nombrándolo por primera vez en una radio de Cleveland, Ohio, surgiendo estilos de moda ligados a esa música, como los teddy boys (tupés, camisas de cuadros, tirantes, vaqueros con vueltas, levitas, suela gruesa) y las teddy girls británicas, cuyo estilo (estilazo) estaba inspirado en los dandys eduardianos, y que a menudo vestían ropa masculina para ir de fiesta (lo que conocemos ahora como el estilo boyfriend); ellas también empiezan a usar colas de caballo, vestidos y faldas de capas o de tubo donde se realza la cintura (por debajo de la rodilla siempre), cárdigans y, las más osadas, tacón de aguja o deportivas sin calcetines (sí).
También se estrenaron las míticas películas Salvaje, Rebelde sin causa y El Rock de la Cárcel, en las que Marlon Brando, James Dean y Elvis Presley pusieron de moda los vaqueros y las chupas de cuero, nació la muñeca Barbie y el furor por las animadoras, que con sus suéteres con letras y pompones serían el eterno símbolo de películas de instituto americanas. Elvis comenzó su carrera artística como cantante de rockabilly, un estilo de tempo rápido que enamoró a todos y que fusionaba la música country y el rhythm and blues. Otra de las pioneras fue Wanda Jackson.
En los 60, Jackie Kennedy se convertía en icono de moda a la vez que su marido lo hacía en presidente de los Estados Unidos, y crecía la beatlemanía, siendo emulado su corte de pelo por jóvenes de medio mundo y sus colores tan bien coordinados. Dick Dale se convirtió en el rey de la música surf, y apareció la llamada primera súpermodelo internacional de la historia, Twiggy, que con tan solo 16 años, su pelo garçon, ojos ahumados y las pestañas hiper marcadas aún sigue arrebatando y siendo inspiración de más de una pasarela.
Y si hubo algo revolucionario, fue la minifalda, creada por Mary Quant y símbolo de liberación femenina. El pop art de Andy Warhol ("el arte es lo que dejas salir") fue otro de los fenómenos de la década de los 60. El célebre artista pop americano retrató a los rostros más populares del cine, la publicidad y la cultura, diseñó 50 portadas de discos y creó un estilo de vida que sigue siendo tendencia.
“La moda no es un arte, pero para dedicarse a ella hay que ser artista”. Y si el que dijo esta frase fue Yves Saint Laurent, creador del icónico vestido Mondrian, que cambió la industria de la moda, no tenemos nada que objetar . Las mujeres ya podían llevar pantalones sin ser mal vistas y los hombres tacones. La ciencia ficción también tuvo cabida, dejándonos imágenes emblemáticas como la Barbarella de Jane Fonda.
Es a mediados de los 60 cuando desaparecen las cinturas y se presentan vestidos largos y anchos a la par que el flower power, subcultura de paz, amor y libertad, se estrenaba el musical Hair, con un look que prevalecía entre los asistentes al festival de Woodstock.
Nacía el movimiento hippy, en San Francisco, con ideas pacifistas y el interés por las drogas psicodélicas tales como el LSD, sustancia que serviría de inspiración para los remolinos multicolores que abundaban en los estampados.
Esta canción de Raphael, que hemos vuelto a escuchar gracias a Maestros de la Costura, nos sirve para despedirnos.
Nos leemos en los 70.