Especial
Paula Hergar: “Hace unos años menospreciábamos las series españolas”
Hablamos del tema con una experta en la materia, coautora del libro 'La vuelta al mundo en 80 series'
Paula Hergar es mi compañera en la web que se dedica a cubrir televisión y eso me hace afirmar, con conocimiento de causa, que sabe de lo que habla y que el mundo de las series le apasiona. Tanto que no dudó a la hora de embarcarse junto a Lorenzo Mejino en la elaboración de La vuelta al mundo en 80 series. Una guía de consulta que nos ayuda a conocer muchos destinos del mundo a través de sus series.
La idea, ya de por sí, resultaba original y distinta. Y, en estos tiempos que nos está tocando vivir, más necesaria que nunca. Ahora tenemos tiempo para ponernos al día con las series y, en muchos casos no sabemos por dónde empezar. Además, el confinamiento no nos permite viajar. Con este libro, tenemos los dos problemas resueltos.
Hablar con Paula de su vocación seriéfila y de la viajera es todo un lujo que quiero compartir con todos vosotros. Porque, al que más o al que menos, le interesan ambos temas y ella nos abre diferentes enfoques para enfrentarlos.
Ahora que estamos todos encerrados en casa, este libro cobra especial importancia para evadirnos por un rato, ¿no?
Totalmente. Lo chulo es que es una guía de viajes de ficción. Cada capítulo es un país que puedes visitar a través de su serie: el anfitrión es el protagonista. Él te va a venir a buscar al aeropuerto, o al tren o donde quiera que transcurra la acción. Tus compañeros serán los mismos que los suyos. El alojamiento será el suyo. Y las actividades que harás en ese itinerario serán las que hagas junto a ellos. Por ello, de alguna manera con el libro viajas hasta 80 países y ahora que no podemos salir de casa, es una buena opción de seguir descubriendo el mundo.
¿Viajar o ver series: qué te ha dado más alegrías?
Yo creo que viajar, aunque no recuerdo una cosa sin la otra. Mi padre es chileno y a los dos años ya me hicieron cruzar el charco. Con el cine, lo mismo (que antes se llevaba más que las series) y tengo fotos con el biberón, entre mis padres en el sofá haciendo un maratón de varias películas seguidas. Por lo que no sé qué actividad conocí primero. Sin duda ambas me apasionan. Aunque sí creo que es más enriquecedor la experiencia de viajar.
Vamos, que les debes mucho de este libro a tus padres…
Se lo dedico a ellos. Siempre me animaron a que escribiera, y sabes que cuando tus padres te dicen que haces algo bien, lo apuestas todo a eso. Pero lo que más les agradezco es que me dejaran crecer en una casa en la que era posible soñar. Mi padre es artista, se dedica a pintar cuadros, y crecer viendo que alguien vive de su pasión es una ventana al mundo que no todos los padres se atreven a abrir (por miedo a que caigas). Tuvimos épocas mejores y peores pero cuando bajaban los ingresos y él se replanteaba buscar un "trabajo de verdad" mi madre siempre le pedía que siguiera pintando. Que hiciera lo que le gustaba y ya saldríamos de esa. Crecer con ese ambiente te da muchas alas.
Tú lo has hecho y eso te ha permitido tener tu primer libro publicado, subidón, ¿no?
Antes había escrito otro que nunca se llegó a publicar y ver que por fin el segundo sí que ve la luz es un sueño cumplido. Fue uno de los días más felices de mi vida, frase manida, pero es así. Recuerdo que cuando me llamaron de la editorial (Lince ediciones) y me dijeron que ya les había llegado, corrí a verlo y pensaba por dentro: "Por favor, que no me atropelle ningún coche ahora, al menos que me atropelle después".
Hay series que son muy accesibles por las múltiples plataformas que utilizamos todos, pero hay otras que supongo que no serán tan fáciles de conocer, ¿cuáles te han planteado más problemas?
Las más difíciles de encontrar fueron las africanas. No tienen el presupuesto que tenemos nosotros y las plataformas no suelen hacerles mucho caso. A veces las crean y las meten en el reproductor de su canal. Imagínate, reproductor de Sudáfrica o Guinea Ecuatorial, encontrarlas es super difícil, por lo que algunas tuvimos que cambiarlas.
¿El idioma ha sido una barrera en algún caso?
En general no porque casi todas están subtituladas. Las que no lo estaban, como las africanas que decíamos, las he visto en su idioma natal pero podía entenderlas porque la trama no era muy compleja. Y si alguna lo era, mi compañero Lorenzo era el que se encargaba porque entiende más de 10 idiomas.
De todas las series que has visto para elaborar este libro, ¿cuál dirías que es la que más te ha sorprendido?
Una de Emiratos árabes que se llama Black crows. Está en Netflix, es fácil de encontrar, y fue una de las primeras que vi. Aluciné. Por primera vez alguien me explicaba lo que era el ISIS pero sin una visión occidental. Son ellos mismos los que te lo cuentan. Narran cómo les "venden" un paraíso y cuando llegan se encuentran con el infierno. Que eso te lo cuenten ellos y no sea la típica versión estadounidense que estamos acostumbrados a ver... es tres veces más impactante.
¿Sin censura?
Bueno, lo decimos en el libro, muchas de estas series son duramente criticadas por el sector más conservador de esos países e incluso los actores y creadores reciben amenazas. En la de Jordania, que se llama 'Jinn' está en Netflix y es una especia de 'Elite' jordana', los adolescentes se besan entre ellos y en su estreno pusieron el grito en el cielo. Amenazaban por redes sociales a la protagonista que se tuvo que ir del país.
Todo esto demuestra que las series son mucho más que puro entretenimiento, ¿no?
Totalmente. Las series influyen mucho en nuestra mentalidad y personalidad. Crean nuestro sentido del humor desde pequeños, son modelos de conducta, reflejos de lo que queremos llegar a ser y de cómo debemos comportarnos e incluso pensar.
No siempre es consciente el mensaje que le llega al espectador. Hablando con los creadores de La casa de papel, por ejemplo, me contaban que no imaginaban el éxito pero una vez ocurrido, lo analizaron y entendieron que el contenido revolucionario que transmite, de levantamiento desde abajo, podía haber movilizado todo. Pero no era su principal idea.
"No en todos los países nos preocupa lo mismo ni tenemos los mismos problemas".
¿Y cambia mucho de un continente a otro?
Te das cuenta de que no tienen nada que ver las preocupaciones de un continente con las de otro. Las europeas siempre están con el rollo corrupción política, cloaclas del poder, crímenes policíacos… todo gira en torno a eso. Te vas a África y lo que siempre se repite es la problemática del sida. En Latinoamérica, las drogas. Te das cuenta de que no a todos nos preocupa lo mismo ni todos los países tenemos los mismos problemas.
¿Cuál es el país que has puesto en tu lista de destinos preferentes después de hacer el libro?
No sabía que en Guinea Ecuatorial el primer idioma aún era el castellano y eso me llamó mucho la atención por lo que la puse en mis países pendientes. También me sorprendieron los paisajes caribeños de Trinidad y Tobago, me extrañó que nadie me hubiera hablado de ella como destino vacacional. Así que tengo un nuevo paraíso pendiente.
Supongo que viajar por todo el mundo a través de sus series te ha ayudado a hacer muchos descubrimientos, ¿algún actor o actriz del que te hayas enamorado haciendo este libro?
En Estados Unidos, tenemos Friday Night Lights, que hace años tuvo muchísimo éxito y nadie habla de ella ahora. Muestra el Estados Unidos profundo. Nada de Nueva York o Los Ángeles sino el de los pueblos del interior. Te muestra como un pueblo se revoluciona todos los viernes noche con el partido de fútbol americano de su equipo. Así que me enamoré de todos ellos.
"Con Cuéntame cómo pasó se van a llevar una idea de cómo es la cultura española".
De España habéis escogido Cuéntame cómo pasó… ¿crees que los espectadores del mundo que la vean se van a llevar la mejor idea de cómo es nuestro país hoy en día?
Que se van a llevar una idea de cómo es la cultura española, sí. De cómo es nuestro país hoy, no, de hecho, no han llegado todavía, están en el 92. Pero sí refleja cómo viven las familias españolas: con las charlas eternas alrededor de la mesa, donde salen las mayores discusiones… El temperamento español sí está ahí. Cómo un hijo es más revolucionario, el padre se niega a soltar sus principios, la madre siempre tira para su sangre, cómo nos tratamos entre parejas… sí representa muy bien a nuestra cultura. Además, con Cuéntame conoces hasta nuestros hitos históricos.
Comparando series de todo el mundo, ¿cómo dirías que es el nivel en España?
A día de hoy es de los mejores. Lo que tiene nuestra ficción (y por eso vienen mucho a producir aquí) es que salimos baratos y con muy buena calidad. Hace unos años la menospreciábamos muchísimo, decíamos, ‘¿por qué en España no somos capaces de hacer buenas series como en Estados Unidos?'. Y han tenido que llegar las plataformas para hacernos ver que éramos tan capaces que las hemos superado. Solo que no es lo mismo producir para el abierto que para el pago.
"Hay series por encima de nuestras posibilidades".
Este libro es un ejemplo de que hay más producción de la que podemos imaginar, ¿no?
Están produciendo series por encima de nuestras posibilidades (de consumirlas). Aunque lo mejor de todo esto es que siempre hay ficciones para todos los gustos y los nichos que antes no se podían identificar con el 'todos los públicos' ahora ya se encuentran entre tanta variedad.
Tras este extenso visionado, ¿has llegado a saturarte?
Puede que sí. Llevo un tiempo que prefiero leer y no lo había relacionado hasta ahora, pero puede ser que me haya saturado después de ver 80 series seguidas.
También influye que para mí ver series es trabajo y no desconecto tanto como cuando leo un libro, que me deja entretenerme sin pensar en lo que voy a escribir después sobre él.
Nos faltan horas en el día para poder ver todas las series que nos gustaría, ¿qué criterios empleas para decidirte por una u otra?
Muchas veces me dijo en los creadores, que sabes que lo que van a hacer te gusta. También los actores. Críticos que sabes que no te suelen fallar y te recomiendan ficciones de tu gusto. Y tramas que me llamen la atenció por algo.
Pero, noto que sobre todo, me suelen gustar las historias contadas de forma diferente. Sé que casi todo está ya narrado, por eso creo que la forma es muchas veces lo que me engancha. Me pasó con The Affair (Movistar+) que explica una infidelidad -que tantas veces hemos visto- pero desde los dos puntos de vista de los protagonistas. Cuando la vi por primera vez me alucinó.
Ha cambiado la forma de ver series. Antes había que esperar para ver el siguiente capítulo y eso generaba una expectación que ahora ya no existe, ¿eso es positivo o negativo?
Si yo fuera creador, cadena, productora…preferiría la forma de antes, como hacía Juego de Tronos. Ver que todas las semanas el mundo entero está paralizado porque va a ver tu capítulo. Eso es impagable.
Pero desde el punto de vista del espectador, claro, es mucho más cómodo verlo cuándo quiera y pueda.
Uno de los momentos que más se disfrutaba antes era el día siguiente cuando comentabas el episodio de turno con el todo el mundo, eso se ha perdido, ya no hay comunidad en torno a las series.
Eso, antes se paralizaba el mundo. Acuérdate de Perdidos, la gente quedaba para ver el último capítulo en casa. Ahora para el espectador es más cómodo porque lo ves cuando quieres, pero como creador quieres lograr el fenómeno. Eso lo hemos perdido. Ahora todo el mundo está viendo La casa de papel, pero lo hacen a su ritmo, no es lo mismo. (Por no hablar de los spoilers...)
"No sé por qué tengo que poner siempre The Wire en la lista de las mejores series".
Según tu criterio, ¿cuál es la serie más sobrevalorada de los últimos tiempos?
Creo que The Wire está en todas las listas de las mejores series porque ya si no la pones es que no tienes ni idea de ficción. Y a mí me parece que tiene cosas buenas como que David Simon no hace concesiones al espectador, parece teatro callejero y sus lecciones periodísticas son ejemplares. Pero me aburrió. Y se me echará la gente encima, pero creo que no a todos tenemos que replicar el mismo ránking.
¿Y la más subestimada?
En general todas las protagonizadas por mujeres. Suelen categorizarlas como comedias cuando no lo son, no entran en las listas de los críticos con más renombre y se suelen deshecar por muchos espectadores al creer que son solo "para mujeres". Cuando nosotras hemos estado empatizando toda la vida con protagonistas masculinos y valorándolas por lo que son, no por quién aparece.
El cuento de la criada , por ejemplo, es una crítica social que si hubiera protagonizado un hombre hubiera arrasado y, con ese título y su protagonista, me gustaría saber cuánto público masculino la sigue.
¿Cuál es la que más te ha llamado la atención últimamente?
Te cuento que Heimebane (Filmin) ha sido una de las series, de las que hablamos en 'La vuelta al mundo en 80 series' que más me ha sorprendido. Por el tema que trata que nunca me había planteado, por la factura, por todo. No pude soltarla.
"Team Chocolate: Un viaje por Eruopa que te llega al corazón".
De las 80 series que recoges en el libro, ¿cuál dirías que es imprescindible?
No dejes de ver Team Chocolate, de Bélgica. Está en Netflix. Y ahora que estamos todos confinados en casa, es una de esas series que se pueden ver en familia y a todos les llegará al corazón.
Es una fábrica en la que trabajan personas discapacitadas y cuando a una de ellas la deportan por no tener papeles, ellos empiezan una road trip maravillosa por toda Europa. Es mágica esa serie, por lo que no se puede contar el hechizo que tiene. Hay que verla.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...