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Ricardo Darín critica la “estupidez humana” y la intolerancia en Lo De Évole
"La economía del mundo se está tambaleando porque compramos solo lo que necesitamos"
No es la primera vez que Ricardo Darín se convierte en la voz de la razón que todos esperábamos escuchar en un momento de necesidad de consuelo. Son conocidas sus críticas al consumismo exacerbado y al enfermizo imperativo de algunas personas de acumular riquezas.
Ayer, durante el programa de Jordi Évole, Lo de Évole, Darín nos volvió a dar una lección de sensatez y humildad. El presentador conectó con el actor argentino para preguntarle cómo vive estos días de cuarentena por la crisis del coronavirus y si mantiene la esperanza de un cambio positivo de cara al futuro.
"Yo no soy muy optimista pero trato de ser positivo", dijo Darín. "Es difícil mencionar algo bueno porque todo depende del color del cristal con que se mire, y hay gente que está sufriendo mucho. Hay mucho dolor en todo esto. [...] Lo único bueno es el contacto. En España se suele decir mucho eso de que cuando llueve nos mojamos todos, y ahora nos está lloviendo a todos. En algunos casos espero que pueda llegar a servir para ponerse en el lugar de los demás en vez de criticarlos", exclamó Darín.
Sin embargo, las palabras más duras del actor de Nueve reinas y La odisea de los Giles llegaron cuando Évole le preguntó lo que más le inquietaba de toda esta situación. Darín fue tajante: "La estupidez. En términos generales. Eso me inquieta desde hace décadas. La estupidez de cometer errores que cuestan vidas. La estupidez de los necios que se distraen con estas teorías conspirativas".
El actor también dice sentirse inquieto por no estar detectando lo que está ocurriendo, así como no poder ayudar ahora mismo a quienes más lo necesitan: "Hay una profunda desigualdad en el mundo y esta vez lo vamos a sentir de forma muy dolorosa”.
Una grieta ideológica que no para de acrecentarse
Évole también tanteó a Darín sobre política y le preguntó sobre la brecha ideológica ("grieta política", lo llamó) en la que parecemos estar inmersos desde hace unos años: polarización de las ideas, odio hacia el adversario, trincherismo político.
Darín citó a Pedro Almodóvar: "Se puede dejar de amar pero es muy difícil dejar de odiar. No alimentemos el odio. Yo creo que es muy difícil desandar el camino de las rivalidades", y señaló como males endémicos de la sociedad "las posiciones fundamentalistas, irraciones e irreflexivas" de quienes se encuentran en esa guerra de trincheras insalvable.
Hasta contó una anécdota que sirve como perfecto ejemplo de lo absurdo de ciertos pensamientos radicales: "Hace poco tiempo hizo algo bien el Gobierno y yo lo destaqué. Recibí una catarata de críticas. Como si todos necesariamente debamos ser partidarios o contarios a una idea. No se puede tener un pensamiento libre. No se puede destacar un gesto luminoso de alguien porque automáticamente te ganas el odio de todos los que están contra esa persona. Es muy difícil opinar".
Sobre el futuro, Ricardo Darín sostiene que es complejo hacer "futurología" porque sería necesario ver la situación en la que estamos con la perspectiva de, al menos, un siglo de distancia, pero sí señaló que esta crisis, como la Segunda Guerra Mundial, el 11S o la Guerra Fría, nos va a cambiar.
"Esto nos desenmascara. La necesidad de conseguir alcohol en gel, harina, azúcar, huevos, naranjas, las cosas esenciales: eso nos descubre la cantidad de estupideces que vivimos consumiendo". Y zanjó la conversación con una reflexión que pone los pelos de punta: "Consumimos cosas que no necesitamos. La economía del mundo se está tambaleando porque compramos solo lo que necesitamos".