Especial
Canon R5 la mejor cámara para grabar video
La gama ‘sin espejo’ de Canon despierta
Podía parecer que Canon estaba ‘en jaque’ en el apartado de cámaras ‘mirrorless’, pero en pocos meses la compañía japonesa ha pegado una palmada en la mesa y ha presentado su EOS R y ahora la EOS R5.
La primera es una cámara asequible, aunque con limitaciones es una cámara muy capaz, pero comparada con la famosa A7iii de Sony (cámara que lleva reinando en el mercado ‘no enteramente profesional) todavía presenta flaquezas que pueden decantar la balanza a terreno de Sony.
Ahora llega la EOS R5, que vende a gritos la entrada de Canon en el juego de las cámaras ‘sin espejo’, donde todavía parecía que no entrarían con fuerza.
Esta cámara no sólo pone contra las cuerdas a la S1H de Panasonic, actual reina del video en el sector profesional; también eclipsa por completo las Blackmagic Pocket Cinema Camara e incendia las oficinas de Sony que siguen con una cámara de 2016 como principal fuente de video para usuarios de cámaras híbridas, la A7s2.
La apuesta de Canon no sólo abraza la grabación de formato 4k en hasta 120 frames por segundo y sin ningún tipo de recorte en el sensor, esta nueva R5 grabará también en resolución 8k hasta 30 frames por segundo y, de nuevo, sin recortes en la superficie del sensor.
Pero no queda ahí la cosa, la grabación en ambas resoluciones podrá hacerse en formato RAW, sin compresión, para tener posibilidades infinitas en post-producción con los archivos o con la compresión C-Log de Canon, si valoramos más el espacio en el disco duro y no vamos a retocar en exceso la imagen.
Canon asegura también que todas las resoluciones y framerates podrán valerse del mejor auto-foco de mercado, el Dual-Pixel Auto Focus de Canon.
Por si a alguien le parece poco, la compañía a incoporado a su R5 la estabilización de 5 ejes, por lo que grabar “a pulso” se convierte en una opción para Canon y su ejército de excelente cristal, siempre sin estabilizar.
Quedan preguntas por resolver todavía: ¿Podrá grabar archivos con audio a 120 frames?¿Habrá límites de tiempo en los archivos?¿Tendrá suficiente jugo la batería para conceder una autonomía decente?¿Podemos esperar problemas de sobrecalentamiento?
Son pormenores que todavía no podemos responder pero que, aunque existieran, no dejarían de ser faltas leves para una cámara que podría cambiar el curso de la tecnología.
No sabemos nada todavía del precio y de la fecha de lanzamiento de forma oficial, pero se espera que la cámara se asiente en las estanterías de las tiendas en torno a los 3500 euros y que llegue a las mismas en una fecha cercana a Julio y, por supuesto, en cantidades limitadas (no sólo por ser un producto semi-profesional que siempre van más justitos de stock, sino por sumar el ‘jaque’ del Coronavirus).