‘Paint It Black’, la aventura oriental del sonido de los Rolling Stones
Así se creó uno de los temas más oscuros y reconocibles de la carrera de la banda de Mick Jagger
A mediados de los años 60, los grandes grupos que dominaban la escena del pop-rock se encontraban en un momento de expansión de horizontes, de probar cosas nuevas y experimentar con nuevos sonidos. The Beatles, The Beach Boys o The Kinks salían de los establecido y se permitían jugar con la música. Y los Rolling Stones, claro, no querían ser menos.
Fue en ese contexto cuando apareció Paint it Black, uno de sus temas más conocidos y considerada como una de sus más grandes canciones por la crítica. Es una de las más oscuras de la banda, y la letra habla de depresión y tristeza. Píntalo negro es la traducción del título, utilizando este color como una metáfora de esa desolación. La letra es profundamente oscura, y hace referencia a una persona triste en un funeral, como si se tratara de un tema básico del blues.
El tema, compuesto por Mick Jagger y Keith Richards, fue incluido en el álbum Aftermath, publicado en 1966. Basta con comenzar a oírlo para notar su mayor catacterística: el sitar, un instrumento de cuerda de origen indio. Se trata de un sonido poco introducido en una canción rock, pero con el que la legendaria banda demostró, como ha hecho en múltiples ocasiones, que es capaz de reinventarse continuamente.
Fue Brian Jones, el multiinstrumentista que formó parte del grupo hasta su prematura muerte en 1969, el que introdujo el sitar en el tema, después de una época obsesionado con la música marroquí. Un intento de renovación por parte de Jones que fue motivado por la colaboración de Mick Jagger y Keith Richards, que en aquella época se centró como principal motor de la creación de la banda.
Brian Jones, cansado de las melodías de guitarra convencionales, y ya en contacto con los instrumentos orientales, comenzó a experimentar y a escribir otras canciones. Con él renovó el sonido del grupo y las texturas de las melodías. Algo similar le ocurrió a George Harrison, después de esos contactos con nuevos sonidos, pues él ya había grabado el sitar en Norwegian Wood con los Beatles.
La historia sitúa a Brian Jones y George Harrison, cada uno en su grupo, como los músicos que introdujeron el sitar en la música pop-rock, pero Keith Richards, en una entrevista posterior, se atribuyó este hito. "Estuvimos en Fiji durante unos tres días. Allí hacen sitares y todo tipo de cosas indias. Decidimos probarlos en el estudio, y encontramos que se adaptaban perfectamente al sonido de la canción. Probamos con una guitarra, pero no puedes estirar las cuerdas lo suficiente", declaró.
El single se publicó en mayo primero en los Estados Unidos, donde alcanzó el primer puesto del ranking Billboard, donde permaneció durante once semanas continuas.
Como curiosidad, en la edición británica incluyó un error que enero una pequeña controversia. En su título, se incluyó una coma, como Paint it, Black. Ello hacía que, al leerlo, muchos vieran una connotación racista al referirse a los negros. Sin embargo, no tuvo demasiado recorrido.
En una entrevista en Absolute Radio, Ron Wood, que se incorporó a la banda nueve años después de la publicación del tema, afirmó que Keith Richards tenía problemas a la hora de recordar cómo se tocaba la canción. "Siempre tenemos este momento de zozobra en el que no sabemos si Keith va a tocar la introducción de la manera correcta", afirmaba.
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Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic