Val Kilmer, irreconocible tras su lucha contra el cáncer
"Un día me desperté en un charco de sangre", confiesa el actor de 'Top Gun' y 'Willow'
En 2014 Val Kilmer conoció la dura noticia: aquella extraña protuberancia que notaba en el cuello cada vez que se palpaba con sus dedos era un tumor. Un día, según cuenta en sus memorias, se levantó rodeado de un charco de sangre, "como si fuese la escena del caballo de El Padrino".
Entonces supo que algo iba muy, muy mal. Fue al médico y le diagnosticaron un cáncer de garganta. Como él pertencía a la corriente religiosa de la Ciencia Cristiana, un movimiento que cree que rezar sin tomar medicamentos puede agilizar la curación, su exesposa y sus hijos lidiaron con él hasta convencerle de que debía recibir quimioterapia. Aceptó el mandato familiar.
"No quería experimentar su miedo, que era profundo", dijo Kilmer en una entrevista. "Me habría tenido que ir, y no quería estar sin ellos". Cambió de decisión y se sometió a dos años de quimioterapia, de 2015 a 2017, fecha en la que quedó libre del tumor.
Sin embargo, tuvieron que practicarle una traqueotomía, lo que le impidió ingerir productos sólidos durante mucho tiempo, perjudicando seriamente su salud. Actualmente bromea no tiene reparo en bromear sobre el asunto: "Desde entonces tengo esta voz de pirata".
El actor, conocido por sus papeles en Top Gun, Heat y Willow, ya está completamente recuperado, aunque los efectos de la enfermedad son evidentes: aquel joven atractivo de principios de siglo XX ahora muestra un aspecto mucho más envejecido y su rostro es el de alguien que ha conseguido ganar una batalla, pero a un alto coste.
Actualmente Kilmer está promocionando un libro de memorias, I'm your Huckelberry, donde narra su experiencia vital en cine y su tratamiento para superar el cáncer. También estrenará el 26 de junio de 2020 –si la COVID-19 lo permite– Top Gun: Maverick, la esperadísima secuela de Top Gun.