Los ridículos tipos de mascarilla más vendidos en Estados Unidos

Estados Unidos no solo encabeza el récord internacional de número de contagiados y muertos por coronavirus, sino que la crisis de credibilidad del presidente Donald Trump, quien dice tomar medicamentos para prevenir el virus que ni siquiera están recomendados por la OMS, es también una de las más altas de todo el planeta.

Por eso no extraña nada que algunas de las mascarillas más compradas por los estadounidenses también carezcan de cualquier tipo de certificación sanitaria y no sirvan para absolutamente nada más que hacer el paripé por la calle.

Según indica The Hollywood Reporter, la mayoría de establecimientos que se dedican a la venta de disfraces dicen que una de las máscaras (que no mascarillas, porque a veces parecen confundirse los términos) más vendidas ha sido la que llevaba Bane (Tom Hardy) en El caballero oscuro: La leyenda renace (2012). Podría ser una coincidencia, pero los vendedores dicen que el stock del traje de Bane está intacto y que a la gente tan solo le interesa comprar la máscara.

Hasta el Ejército de Estados Unidos se ha visto obligado a explicar (medio en broma, claro, porque es para tomárselo así) que las máscaras de Bane no son apropiadas para hacer frente a la pandemia. Puede parecer obvio, pero no sería la primera vez que algún ciudadano opta por remedios caseros (como beber lejía) para tratar de reducir la posibilidad de contagio con resultados desastrosos.

También señalan que otra de las máscaras más buscadas en las tiendas de disfraces son las de la cara del presidente Trump. Un producto que tampoco previene lo más mínimo contra el virus.

Las mascarillas recomendadas por los gobiernos son las quirúgicas, de un solo uso. A pesar de que no previenen el contagio, sí impiden que nosotros contagiemos a los demás. Por eso en España, a partir de mañana jueves, será obligatorio su uso tanto en lugares públicos. Todo el mundo que salga de su casa deberá llevarla, tanto si va al parque como a un cafetería o en transporte público.

Otras mascarillas recomendadas (aunque no obligatorias) son aquellas con filtros FFP2 y FFP3, más caras y un poco más complicadas de encontrar por cuestiones de stock, pero que sí previenen el virus gracias a sus filtros de aire. Son especialmente recomendadas para aquellos que tienen patologías previas, para grupos de población mayores y para médicos y sanitarios.

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