Lara Álvarez se rompió al despedir la palapa: “Nos hubiera gustado estar cerca de nuestra familia”

Aunque cada año la despedida de la palapa que conduce Lara Álvarez es emotiva, la de este Supervivientes 2020 lo ha sido más aún.

Tanto, que la presentadora no quiso ni apagarla como señal de que la vida continuará donde la dejamos.

Lara no pudo reprimir las lágrimas al anunciar que el equipo volvía a España después de haber sufrido la inédita situación sanitaria, desde lejos:

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"Cerramos de nuevo la Palapa, lo prometíamos al inicio de esta edición, la edición más extrema. Lo habéis visto: lluvias, fuertes tormentas, temperaturas muy altas, unas condiciones muy duras pero creedme que nada comparado con estar lejos de vosotros en este momento tan difícil", aseguró mirando a cámara con los ojos vidriosos.

"Os hemos tenido en el pensamiento cada minuto de estos más de 90 días que llevamos lejos de casa y los kilómetros nos separan pero hemos sentido vuestra lucha y dolor. Hemos compartido ese crecimiento y superación día tras día", explicó ya con la voz rota.

Nuestra misión era sacar esta edición adelante

Y señaló la razón de seguir trabajando: "Entendimos que estando aquí lo único que podíamos hacer, aunque lo que más nos hubiera gustado es estar cerca de nuestra familia, entendimos que nuestra misión era sacar esta edición adelante con el mayor entusiasmo y la mayor ilusión que teníamos de entretener. Por eso las gracias este año son mayúsculas, equipo".

Para acabar dirigiéndose a los espectadores y al equipo: "Pero el gracias más importante es a vosotros. Gracias por ese esfuerzo y por seguir esa lucha que pronto va a acabar. No vamos a cerrar la Palapa, ni a apagarla, la vamos a dejar iluminada y llena de vida, esa vida que pronto vamos a recuperar. Pronto va a pasar esto y seguro que salimos más fortalecidos con todo lo que hemos aprendido y nos queremos más que nunca. Compañeros, volvemos a casa. Ha llegado el momento de luchar con ellos".