Especial
Miguel Herrán, sobre su fama en ‘Élite’ y ‘La casa de papel’: “La he amado y odiado”
El actor, que estrena primer tráiler de 'Hasta el cielo', nos explica cómo cree que será la vuelta a la normalidad tras el coronavirus: "El ser humano nos ha decepcionado siglo tras siglo, milenio tras milenio"
El giro interpretativo que ha dado Miguel Herrán con Hasta el cielo es, quizá, uno de los más drásticos de su corta carrera. Corta porque lleva cinco años desde su debut en la película de Daniel Guzmán A cambio de nada, pero enorme si tenemos en cuenta todos los logros que ha conseguido desde entonces: un Goya a mejor actor revelación, su paso por Élite y, recientemente, el fenómeno internacional de La Casa de Papel.
El actor nos recibe por la tarde desde su casa a través de una llamada telefónica, aún en fase 1 de confinamiento en Madrid. Cuando le preguntamos por su éxito reciente en estas dos populares series confiesa que al principio tuvo sus dudas. Es difícil caminar por la calle y que alguien no lo reconozca. La intimidad desaparece y hay que tener mucha entereza para saber sobrellevarlo.
"Ahora no cambiaría la fama por nada del mundo, pero he pasado por todas las fases: la he amado, la he odiado, la he vuelto a querer y ahora estoy en ese momento de aceptación en el que te das cuenta de que tiene cosas buenísimas y cosas malísimas", explica el actor. "Pero no lo cambiaría: prefiero quedarme con las buenas".
Herrán también recuerda cuál fue el momento más importante de su carrera profesional: "Indiscutiblemente fue cuando hice A cambio de nada con Daniel Guzmán, con aquel encuentro en Arapiles [antes de la película Herrán no había participado nunca en una película, fue descubierto en un casting a pie de calle] y todo lo que vino después", confiesa. Tras la película empezó a ir a clases de interpretación, se sacó la ESO y ganó un Goya a mejor actor revelación. "Esa película fue para mí la realización como ser humano".
Durante la charla, la estrella de La casa de papel empieza a hablar de otros asuntos, entre ellos el más popular estos días: la crisis del coronavirus. A Miguel le pilló por sorpresa cuando se tomaba unas vacaciones entre rodaje y rodaje y se iba con su pareja, la también actriz Sandra Escacena (Verónica), a hacer un viaje con su furgoneta.
"Me llamó mi madre y me dijo que no fuese más lejos porque iban a cerrar los aeropuertos y las fronteras de Madrid. Como mi novia y yo no veíamos la televisión ni nada pensé que se le había ido la pinza. Pero volvimos porque la notamos muy nerviosa". A su llegada a la capital se encontró con el pastel: una pandemia internacional. "Me pilló el día antes de que cerraran Madrid, así que me fui con un colega al pueblo y pasé la cuarentena allí".
¿Cómo ha vivido el actor de Élite la cuarentena? En sus propias palabras, le parece "injusto" decir que ha estado confinado. "Veo cómo la gente estaba hacinada en sus pisos de 40 o 60 metros cuadrados en Madrid y no me parece justo decir que he pasado un confinamiento", arranca. "He estado en un pueblo muy pequeño con muy pocos habitantes en el que no hay restaurantes, ni tiendas ni nada y no se notaba", confiesa. "Sí que he dejado de hacer cosas que he querido pero no me parece justo quejarme porque hay gente que está realmente jodida con todo este tema".
Quizás la nota más escéptica de Miguel se muestra cuando le preguntamos sobre cómo cree que nos va a cambiar a todos esta crisis: "Yo quiero pensar que la gente va a sacar lo positivo de esto. Quiero pensar vamos a cambiar a mejor y nos vamos a dar cuenta de que no necesitamos vivir a todo trapo para estar bien. Si todos lográramos vivir con un poco menos, los que no tienen nada vivirían dignamente. Quiero pensar eso. Pero la verdad es que la Humanidad nos ha decepcionado año tras año, siglo tras siglo, milenio tras milenio", matiza.