Así es Horrorstör, la película de terror ambientada en los pasillos de IKEA
Palabras suecas incomprensibles, fantasmas nórdicos y una mansión laberíntica
Todos nos hemos perdido por los interminables pasillos de Ikea. ¿Os imagináis quedaros encerrados en ese laberinto durante una noche entera, con poca luz, rodeados de fantasmas nórdicos y extrañas palabras en sueco que pudieran darnos pistas para escapar pero que no sabemos qué significan?
Esa fue la premisa de la que partió el novelista Grady Hendrix para escribir el libro Horrorstör, una divertida ficción de terror desarrollada en la tienda Orsk (no usó el nombre de IKEA por derechos, aunque no hacía falta porque con la portada todos entendimos el guiño).
La historia se centraba en un rgupo de empleados de Orsk-Ikea que al llegar al trabajo encuentran todas las estanterías Kjerring, las copas Glans y los armario Liripip destrozados. Las cámaras no captan nada –se trata de fantasmas invisibles– y los jefazos están angustiados por la falta de ventas del lugar, que la gente considera maldito. Entonces un grupo de intrépidos trabajadores tratará de ampliar su horario para descubrir cuál es el misterio.
La originalísima idea de Hendrix, que fue un superventas en 2013, va a ver por primera vez una adaptación cinematográfica, cuya producción ejecutiva correrá a su cargo. Aún no hay un reparto específico ni un director contratado, pero sabemos que la compañía detrás de la producción de la obra será la misma que nos trajo 1917, la exitosa cinta sobre la Primera Guerra Mundial dirigida por Sam Mendes.
En declaraciones recogidas por Deadline, que ha adelantado la noticia, Hendrix sostiene que escribió "Horrorstör para ser igualmente divertida y escalofriante", y su objetivo era "rendir tributo a los guerreros de la retaguardia que gestionan las tiendas". "Tener la oportunidad de llevar mi novela al cine es mi sueño hecho realidad", ha explicado.
"No podría estar más feliz de poder llevar y atrapar a los espectadores una noche conmigo en el infierno de Orsk, la casa encantada definitiva, llena de pasillos infinitos, fantasmas asesinos e incomprensibles palabras escandinavas", bromeó el escritor.