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Pablo Motos confiesa que en ‘El Hormiguero’ no todo fueron sonrisas durante la cuarentena
Había “mal rollo”, motivado por una de sus decisiones
En esta desescalada vamos volviendo poco a poco a la normalidad que, si hablamos de televisión, pasa, entre otras cosas, por recuperar al público. Pablo Motos se ha vuelto a rodear de gente en El Hormiguero, en esta ocasión de sanitarios a los que ha querido concederles el privilegio de ser los primeros en esta nueva etapa.
“Nosotros no hemos visto el coronavirus porque no hemos visto los muertos”, aseguraba el presentador que les quiso transmitir que “vuestra dignidad como seres humanos nos emociona”. Y es un pensamiento muy generalizado de una población que se ha puesto en manos de estos profesionales que han dado lo mejor de sí mismos en una situación de crisis como la que hemos vivido.
En este momento de recordar lo que hemos vivido durante la cuarentena, Motos ha confesado que la gente de su equipo no estuvo muy de acuerdo con su decisión de que el programa siguiera emitiéndose durante el encierro. Estuvieron una semana confinados y luego volvieron todos “muertos de miedo”.
Ha asegurado que en la primera reunión todo fueron caras largas y el ambiente era de muy mal rollo. Una situación que llevó a muchos a discutir con sus parejas porque “no entendían que tuviesen que venir a trabajar en medio de una cosa desconocida que estaba matando gente”.
En aquellos primeros momentos había poca información, muchas noticias contradictorias y una psicosis general de la que se contagió su gente. “Todo el mundo pensaba en su seguridad. ‘Es que tengo un hijo’, ‘es que a lo mejor me pasa algo’… Uno de ellos me dijo el otro día: ‘Yo pensaba que te habías vuelto loco’”, relataba en el programa.
Si Motos tomó esa decisión lo hizo no por capricho sino porque “sentí que era importante que la gente no perdiera la esperanza, que pensarais que si El Hormiguero sigue no será tan grave, saldremos de esta. Volvimos para que tuvieseis una rutina, para que a una hora determinada tuvieseis compañía y una sonrisa”.
Y sí, tomaron todas las medidas de seguridad que ordenaban los protocolos y no tuvieron que lamentar su decisión. Aun así “todos los días había dramas, hay gente de este equipo que ha perdido a sus padres, a sus abuelos, gente que ha perdido a su padre y a su madre en el transcurso de cuatro semanas. No os imagináis cómo ha sido esto. Ha habido noches que hemos hecho el programa rotos de dolor”, confesaba.
“Teníamos una especie de misión. Todo lo glamuroso de la televisión había desaparecido y sólo éramos unas personas intentando ayudar a otros. Por eso empezamos a contar nuestras cosas personales, el ambiente era tan desconocido que nos atrevíamos a contar cosas nuestras que jamás contaríamos en televisión. Y esa conexión con vosotros es una de las mejores cosas que nos ha pasado en esta pandemia”.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...