5 situaciones surrealistas que puedes vivir en un ascensor
Preferirás usar las escaleras
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Una de las tantas cosas que más cambiado con la crisis del coronavirus es algo tan simple y cotidiano como, subir a un ascensor. Antes los cogíamos sin pensar en nada y aunque pareciera que no cabíamos. Nos subíamos como sardinas enlatadas, compartíamos conversaciones sobre el tiempo con desconocidos, y por qué no decirlo, también compartíamos, por desgracia, algunos que otros olores y aromas.
Ahora la recomendación es usarlos de forma individual o acompañados solo de la gente con la que vives. Estos pequeños espacios se han adaptado a los nuevos tiempos que nos ha tocado vivir y cuentan con todo tipo de detalles, como marcas en el suelo para guardar la distancia social, y la última moda en tecnología.
Con más motivo que nunca, algunos ascensores públicos han instalado desinfectantes, pedales para seleccionar la planta, hologramas para escoger en el aire nuestro destino o directamente, eye-tracking, una tecnología que nos permite controlarlos con la mirada, aunque para ser sinceros, aquí es probable que tarde un poco en llegar.
Hasta que vuelvan esos momentos incómodos que tantas anécdotas divertidas nos han regalado, hemos decidido recopilarlos y pasar un buen momento con esas situaciones tan surrealistas que hemos vivido muchos de nosotros.
Como era de esperar, nuestros andayeros no defraudan, y nos ha llegado de todo hasta el WhatsApp del programa. Desde grupos de amigos que en plena madrugada deciden no hacer caso al número máximo de personas y se han quedado encerrados, a la espera de los bomberos; a embarazadas que han tenido que ser socorridas después de un corte de luz y hasta porteros que se han convertido en verdaderos héroes salvando a perros al borde de un fatal desenlace.
Pero ellos no son los únicos, también hemos tenido la llamada de Luis de Ponferrada, un técnico de ascensores que recibió una alerta de rescate y encontró a los afectados en pleno acto, sin ningún miramiento. Otra historia que merece la pena ser contada es la de Paquita de Mallorca, que nos ha detallado cómo cada vez que entraba en el ascensor de unos amigos se encontraban caca humana. Lo más loco de todo fue cuando descubrieron de quíen era…
Si quieres enterarte de las historias locas que nos han llegado y todo lo que ha sucedido en el programa, ya sabes lo que tienes que hacer… ¡Pincha en el vídeo y te enterarás de todo!
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