El mejor micrófono que puedes comprar para todo.

Un multi-usos de calidad incomparable.

VideoMic NTG / RODE

Si tienes una cámara de fotos/video y la usas (o la has usado) para grabar video alguna vez, es muy probable que te hayas encontrado con un problema de difícil solución: la mala calidad del audio grabado.

Es complicado resolver una grabación con la microfonía interna de las cámaras, sobretodo si pretendes hacer algo de provecho con la pieza resultante.

Para solucionar este tipo de entuertos, igual que compramos diferentes lentes para nuestro video, tenemos que recurrir a microfonos externos para nuestro audio; y aquí es donde entra RODE, una conocida marca de audio para el sector recreativo y semi-profesional.

Muchas son las soluciones que RODE ha propuesto a los creadores de contenido con el paso de los años; la serie VideoMic nació para que los usuarios pudieran dejar atrás los micros de las cámaras y ha ido evolucionando y mejorando para llegar hasta 2020 donde parecer alcanzar su culmen con el ‘VideoMic NTG’, el micrófono del que hoy queríamos hablaros.

Este micrófono de condensador coge lo mejor de sus hermanos mayores y lo traslada al mundo del plug-and-play. Un micro de cañón sensible, que capta mucho más aquello a lo que apunta que el resto del entorno, generalmente utilizados para grabaciones controladas, donde podemos mantener el ruido a un mínimo o se busca grabar también el ambiente, además de la conversación.

Habitualmente, para conectar uno de estos micrófonos de condensador profesionales a un cámara, necesitamos un interfaz previo que alimente el micrófono (o bien una pila asquerosa). RODE ha resuelto la papeleta en este Video Mic NTG con una batería interna que nos da hasta 30 horas de grabación y se recarga por el puerto USB-C del micrófono.

El Videomic NTG tiene un potenciómetro de amplificación propia, que permite controlar el nivel de grabación desde el micro, sin tener que navegar por la cámara; algo que se agradece para mantener los niveles del previo interno de la cámara en una constante y jugar con el micro dependiendo de la situación en la que nos encontremos.

Además, por si algo sale mal, permite utilizar los dos canales estéreo para grabar una misma señal a dos niveles diferentes, una forma magistral de asegurar que nunca perderemos el audio por un nivel excesivo en un momento determinado; siempre hay un plan B con ese audio grabado a bajo nivel.

El micro viene con un soporte que lo monta en la cámara manteniéndolo en suspensión y que permite “deslizar” la plataforma para mover el micro hacia el objetivo o hacia el cuerpo de la cámara. Esto ayuda si vamos a usar el visor de la cámara y queremos que el micro no nos estorbe o si vamos a grabar una entrevista y buscamos acercar el micro lo máximo posible al sujeto que situamos frente a la cámara.

Como guinda, ese puerto USB-C del que hablábamos, nos permite conectar el micro directamente al ordenador para su uso directo como micro de sobremesa, algo inaudito hasta la fecha y que multiplica las posibilidades del cacharro.

Todo esto gana valor cuando conocemos el precio: 270 euros. Si estáis empezando, podéis comprar el ‘Video Micro’ o un ‘Rode Video Mic Pro’ para ahorrar unos euros, pero conforme ganéis experiencia y necesitéis mejorar el equipo, os daréis cuenta de que el viento sopla siempre en la dirección del Video Mic NTG.

Para Youtubers y creadores de contenido profesional (videos de boda, para empresas…) es una herramienta versátil e imprescindible. Podríamos decir que el VideoMic NTG es “el último micro” que comprarás para tu cámara antes de plantear el audio como un trabajo diferente al del video y que debe ser resuelto por separado.