Drew y Brett Pierce, directores de ‘Madre Oscura’: “No podíamos creernos el éxito; era surrealista”

Han pasado de ser dos desconocidos en la industria del cine a pegar un patada en la puerta e irrumpir a lo grande. No todos los días una película pequeñita se convierte en un éxito que equipara en semanas liderando la taquilla a mastodontes como Titanic o Avatar. Madre Oscura ha conseguido romper esa barrera maldita y se ha convertido en el gran estreno de la cuarentena. Todo gracias, entre otras cosas, a los autocines y el coronavirus.

En LOS40 hemos podido charlar con sus directores, los hermanos Brett y Drew Pierce. Al otro lado de la línea se muestran dicharacheros, no paran de reír entre ellos y de vez en cuando sueltan algún que otro chascarrillo. Aún no se creen el éxito de su película, que ha pasado de ser una cinta de terror independiente que iba a distribuirse en circuitos limitados a una producción que ha llegado a todas partes del mundo, incluido a España, donde hoy llega a las salas.

¿Qué ha significado Madre Oscura en vuestra carrera? Ha debido ser el pelotazo de vuestra vida...

Nunca nos podríamos haber imaginado el éxito que iba a tener la película en Estados Unidos y lo lejos que ha llegado. Es algo que esperas cuando rueda una obra independiente, que pueda a llegar a una gran audiencia y todo eso, pero cuando empezó a despegar realmente nos quedamos sorprendidos. Cada semana iba creciendo. Pensábamos: ¡Esto tiene que parar! Ha sido increíble. Nos ha abierto la puerta a otros grandes proyectos.

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Precisamente aquí conocimos Madre Oscura porque había roto ese récord infranquable que tan solo habían conseguido películas como Avatar y Titanic: estar más de seis semanas consecutivas liderando la taquilla de más vistas. ¿Cómo os sentisteis cuando comprobasteis que la cosa iba en serio?

La sorpresa fue constante. Estábamos en cuarentena, confinados por la pandemia, y cada día recibíamos noticias de que la peli estaba arrasando y de que cada vez había más gente que la estaba viendo. Era surrealista. No podíamos creérnoslo. Ni siquiera el reparto ni el equipo técnico daban crédito. ¡No era real! Ahora, con un poco de perspectiva, sí que lo parece, porque estamos al final de la etapa y trabajando en nuevos proyectos, pero durante unas semanas fue algo totalmente mágico.

Vivimos en una época en la que las grandes plataformas de cine han tomado la delantera al cine. Si no tienes financiación de una gran compañía o de una empresa como Netflix es difícil que tengas éxito en el mercado. ¿Cuál es el futuro de este tipo de proyectos independientes?

Es una pregunta muy complicada. Nosotros lo hemos vivido en los últimos diez años: el cine independiente ha sido aplastado por los blockbusters. La única forma de sobrevivir en este mundillo es escalar poco a poco y hacerse un hueco en las plataformas. Son ellas las que tienen mayores posibilidades de dar visibilidad a un cineasta independiente o de arriesgarse con ideas más descabelladas o raras. Netflix solía hacerlo antes más que ahora, pero Amazon le está tomando el relevo. Es raro porque la clase media de cineastas ha desaparecido. Todo se ha vuelto o más barato o más caro. Pero tenemos esperanza: la tecnología hace cada vez más fácil dirigir una película y que no necesites un gran estudio para distribuirla.

¿Tenéis pensado grabar una gran producción? ¿Quizás una secuela? ¿Qué tenéis entre manos?

Estamos trabajando en otros proyectos que son potenciales películas, pero nosotros tenemos sangre independiente y queremos tener el control creativo. Si por alguna razón esos grandes proyectos de estudio dan problemas, volveremos a este registro.

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Sois unos fans del terror... ¿Cambiaréis de género?

El terror es nuestro género favorito, pero somos unos grandes cinéfilos, así que nos encantaría rodar cualquier cosa. No sé si haremos un drama de época (risas), pero lo cierto es que nos gusta sorprender contando historias y construyendo personajes. El terror es divertido porque permite pulir tu destreza en todos los ámbitos: tiene drama, suspense y hasta te permite introducir algunas pinceladas de comedia; es como hacer todos los géneros en uno. Aunque sentimos cierta predilección hacia él porque nos criamos en el set de Posesión Infernal, en el que trabajaba nuestro padre.

¿Cómo es rodar una película de terror en el siglo XXI? Como el western, es un género que ha sido explotado por todos lados y desde hace bastantes décadas.

Es un gran reto porque hay que encontrar nuevas formas de contar historias. La gran ventaja del terror es que es simple. Solo tienes que meter sangre y tetas en la gran pantalla y la gente irá (risas). No, en serio: es uno de los grandes retos porque hay mucha variedad y hay que ser competitivo. Lo que hicimos con Madre Oscura es que miramos hacia atrás, a la mitología, donde encuentras historias ricas y variadas que forman parte de nuestra cultura pero que son terroríficas.

¿Cuál es entonces la clave para crear una historia de terror atractiva y efectiva?

Los jóvenes tienen la tendencia a lanzarse a hacer películas de terror porque creen que les reportarán beneficios económicos en taquilla. Pero lo cierto es que el éxito depende de que estés enamorado de tu historia y te inspires en la mitología o en lo que ocurre en el mundo real y le pongas auténtica pasión. Si te vuelcas en una película ese sentimiento cruzará toda la historia y el resultado se sentirá fresco y nuevo. Parte del problema del cine de terror contemporáneo es que no paran de reciclarse las mismas historias con jovencitos que son asesinados y ese tipo de cosas. A todo el mundo le gustan los teléfonos... ¡Hagamos una película sobre teléfonos asesinos! (Risas)

Habláis de cine y de mitología, pero vayamos al grano. ¿De dónde habéis sacado la inspiración?

Visualmente nos hemos inspirado en Halloween de John Carpenter, en Noche de miedo de Tom Holland, en Poltergeist de Tobe Hoope o incluso en Muñeco diabólico, que tiene algunas pinceladas de ese humor que comentábamos. En lo relativo a temas de mitología nos inspiramos en la leyenda de Black Agnes, una bruja popular de Reino Unido que devoraba niños, y también en otra típica del folclore estadounidense llamada Boo Hag, de quien se decía que no tenía piel sobre el cuerpo. La inspiración mitológica deriva de esas dos figuras. Luego, en el tono, nos inspiramos en otras cintas oscuras y depresivas de terror de hoy en día, como Hereditary y Midsommar. Nuestra intención era crear una película de terror con diferentes elementos que se sintiese como una montaña rusa.

Vale, pero aquí llega la pregunta incómoda...

¡Sin problema, adelante! (Risas)

El otro día charlaba con una periodista sobre la película y al escuchar el título, Madre Oscura, me dijo: "¡Qué obsesión con señalar a la mujer como elemento maligno!". Es cierto que ella no ha visto la película, pero me hizo pensar en que la mujer siempre ha sido un sujeto polémico en el cine de terror. ¿Creéis que este tipo de obras se rueda desde una perspectiva eminentemente masculina? ¿Cómo podemos hacerlas más inclusivas?

Es un reto plantear ese tipo de perspectiva. Una forma de fomentar la inclusividad es dejar a las mujeres ser las malas. Si alguno ve la película se dará cuenta de que las mujeres son las más fuertes de todos, aquellas que no se dejan amedrentar por la terrible criatura que circula en la historia. Entiendo su perspectiva porque ocurre mucho en los estudios comerciales, que se han aprovechado de los desnudos de las mujeres y las han cosificado como "elementos fáciles de matar", pero Drew y yo quisimos construir un personaje guay e interesante de una villana femenina. Nuestra actriz principal disfrutó enormemente porque nunca ha tenido la oportunidad de interpretar a la mala de la película, que además son las que mejor funcionan a nivel mediático.

Madre Oscura se estrena en cines el viernes 17 de julio de 2020.