Especial
Muere Olivia de Havilland, última leyenda del Hollywood clásico
La veterana tenía 104 años y era, junto a Kirk Douglas, la única superviviente del Hollywood primigenio
Olivia de Havilland, última estrella del Hollywood clásico tras la muerte de Kirk Douglas, ha fallecido a los 104 años. La actriz, hermana mayor de Joan Fontaine (Rebeca), con quien mantuvo una encarnizada rivalidad toda su vida, había aparecido en títulos imprecederos como Lo que el viento se llevó, La heredera o Robin de los bosques. La actriz, de ascendencia británica aunque nacida en Tokio, Japón, en 1916, fue una de las más reconocidas de la industria durante la etapa que va de los años 30 a los 50.
Debutó con papeles relevantes en películas como El predilecto, donde se estrenó junto a estrellas de la talla de James Cagney y Pat O'Brien, o en El capitán Blood de Michael Curtiz, en la que conoció a un hombre con el que mantendría una intensa relación creativa: el actor Errol Flynn. Havilland y Flynn trabajaron juntos en Robin de los bosques, Dodge ciudad sin ley, Camino de Santa Fe, Murieron con las botas puestas y La carga de la Brigada Ligera, entre otros éxitos del Hollywood romántico que la catapultaron a la fama.
Aunque la película fundamental que firmó en los años treinta fue el clásico imperecedero Lo que el viento se llevó (1939), por el que recibió una nominación al Óscar a mejor actriz secundaria por encarnar a Melania. No sería la única: en 1942 recibió su segunda nominación por Si no amaneciera; en 1946 ganó su primera estatuilla por protagonizar La vida íntima de Julia Norris; volvió a recibir una nominación en 1948 por Nido de víboras y ganó su segundo y último cabezón en 1949 por La heredera, obra maestra de William Wyler.
Aunque de su vida han trascendido dos circunstancias especialmente simbólicas: su rivalidad con su hermana pequeña, Joan Fontaine, estrella de Hitchcock en Rebeca, con quien mantenía una relación absolutamente destructiva y no se hablaba desde hacía 38 años –la serie Feud trató de retratar la turbulenta relación, aunque HBO se llevó una denuncia de Havilland por manipular acontecimientos– y el pleito que ganó a la industria del cine en los años 40 después de que Warner Bros. tratara de ampliar su contrato 6 meses como "castigo" por quejarse de que no le daban buenos papeles.
Desde los años 50 Olivia de Havilland se distanció poco a poco del cine, empezando a colaborar más en teatro y en televisión y, a partir de los años ochenta, vivió recluida y apartada de los focos, haciendo apariciones espontáneas como la de los Óscar de 2003, donde apareció visiblemente envejecida.
En 2017, a los 100 años de edad, y convertida ya en una de las leyendas vivas más longevas de la historia, fue nombrada por la reina de Inglaterra Dama del Imperio Británico. Ayer, 25 de julio de este infame 2020, la última leyenda del Hollywood clásico fallecía mientras dormía, por causas naturales, en su residencia natal de París, Francia.