Especial
La trágica muerte de Daisy Coleman a los 23 años sacude Netflix
La actriz había sobrevivido a abusos sexuales y una violación, y contó su experiencia en el documental 'Audrie y Daisy'
Es difícil describir todo lo que ha tenido que padecer Daisy Coleman sin echarse las manos a la cabeza. Sobrevivió a constantes abusos y agresiones sexuales y fue violada a los 14 años durante una fiesta por un chico de 17. Tras emitir una denuncia contra el agresor, sufrió bullying por parte de sus compañeros de colegio y hasta llegaron a incendiar su casa. Tuvo que mudarse para no volverse loca. Hoy, con tan solo 23 años, se ha suicidado.
El crudo relato de su vida fue narrado en primera persona en el documental de Netflix Audrie y Daisy, donde ofrecía algunos testimonios de lo devastadora que fue su infancia. Esos fantasmas del pasado la atormentaron hasta sus últimos días, derivando en fuertes traumas psicológicos que no ha conseguido superar.
Fue su madre quien informó a los medios estadounidenses del deceso: "Mi hija se suicidó anoche. Era mi mejor amiga y una hija increíble", escribe. "Ojalá pudiera haber aliviado su sufrimiento. Nunca se recuperó de lo que le hicieron".
Daisy Coleman también era una conocida activista. Junto a su hermano Charlie fundó una ONG para ayudar a los supervivientes de este tipo de agresiones sexuales. La organización, llamada SafeBAE, ha confirmado la muerte de la joven, y desde la dirección dicen sentirse "destrozados y conmocionados" por el suicidio de Daisy.
Algunos rostros famosos y autoridades políticas han querido recordarla a través de sus redes sociales. La portavoz del gobierno socialista español, Adriana Lastra, ha escrito lo siguiente: "Fue violada por compañeros de clase a los 14 años. No los condenaron. La violencia sexual es una plaga que debemos erradicar".
Por su parte, la princesa Magdalena de Suecia, que conocía personalmente a Coleman, ha quedado conmocionada por el suceso. "Hoy perdimos a una de nuestras estrellas más brillantes".
Pero el caso de Daisy Coleman no es el único: la otra protagonista de aquel documental, Audrie Pott, también se quitó la vida. Ella era aún más joven que Daisy: 15 años. Diez días antes de matarse había sido violada por tres chicos de 16 años que subieron fotos de la agresión a las redes sociales. Algo parecido al caso de La Manada. No pudo afrontar el horror de una lacra que aún seguimos padeciendo.