Natalia Sánchez comparte el duro momento que ha vivido con su bebé

“Han sido 10 días durísimos”

Natalia Sánchez visibiliza los problemas de la maternidad. / Carlos Tischler/Getty Images

La maternidad no es fácil. Esa es una conclusión a la que habrán llegado muchas de las mujeres que han pasado por ese proceso. Nadie te da un manual de instrucciones y cada día te sorprendes con algún nuevo que no sabes manejar. Natalia Sánchez es consciente y ahora que ya tiene dos hijos, las incógnitas se multiplican.

Pero ella va aprendiendo cada día y afrontando los retos con naturalidad y compartiéndolo con todos por si sirve de ayuda a otras mujeres que estén pasando por las mismas cosas que ellas. Su última odisea ha tenido que ver con la lactancia materna, una práctica que ella siempre ha defendido a ultranza.

La actriz ha compartido un duro relato sobre lo que ocurrió cuando se dio cuenta de que su hijo estaba perdiendo peso. “Hace un mes Neo estuvo unos días llorando de forma desconsolada 1-2 veces al día. No parecía nada alarmante, pensé que serían gases, sueño o cualquier tontería. Tras 3-4 días le pesé y... ¡BINGO! Había perdido peso. Que un recién nacido pierda peso es de las cosas que más nos aterra a las madres/padres porque puede ser grave, porque es un tema delicado sobre el que, para variar, todo el mundo opina y porque en caso de la lactancia materna, una lluvia de frases te golpean en lo más profundo y ‘confirman’ todos tus miedos…”, empezaba contando.

En ese momento comienzan las inseguridades y Natalia comenzó a echarse la culpa: “‘No tengo leche’, ‘no valgo’, ‘no soy, o mi pecho no es suficiente’…frases de Atapuerca que a todos nos han espetado en algún momento, fruto de la incultura tan inmensa que hay respecto a la lactancia y que, pese a saber que no son ciertas, nos afectan y hacen que nos pongamos en duda a nosotras mismas como madres y mujeres”.

No es la primera ni será la última que saque a relucir un tema, el de la lactancia, que encierra tantos tabús y del que se habla poco. “Vivimos en una sociedad en la que la imagen de la mujer, la lactancia y la maternidad están tan idealizadas y son tan lejanas a la realidad que, cuando algo se tuerce mínimamente, se desmorona nuestro castillo y nosotras detrás”, reflexionaba.

Finalmente optó por llevar al niño al pediatra que le confirmó que, efectivamente había perdido peso. Lo importante es que se había dado cuenta del problema. Había que buscar la causa y ponerle solución. “Al salir, escribí a una de las mejores si no la mejor asesora de lactancia, con su equipo que me atendieron y asesoraron maravillosamente. Tras descartar los motivos habituales, infección, frenillo, etc… y dado que era obvia la ‘bajada la producción’, pues no notaba al pecho tan turgente como siempre, llegamos a la conclusión de que podría ser multifuncional pero, sobre todo, creían que podía deberse mayoritariamente a mi estrés”, siguió relatando.

Decidió cuidarse, completar la leche materna con la artificial y seguir extrayéndose leche para no perder la lactancia. “En definitiva: Han sido 10 días durísimos…sacándome leche cada hora día y noche, y donde la idea de abandonar la lactancia me ha perseguido cada día…”.

Pero confiesa que en este proceso ha contado con la incondicional ayuda de su hermana y su madre que la han hecho entender que ella podía con todo y que para cuidar a su bebé antes tenía que cuidarse a sí misma.

“He conseguido ‘bajar el ritmo’ y el nivel de exigencia, me estoy cuidando, y todo vuelve a estar donde antes. No ha sido fácil ero ha merecido la pena… A todas las que estéis en este camino: ánimo. No es fácil, pero vosotras podéis, solo tenéis que seguir vuestro instinto, confiar en vosotras mismas y pedir ayuda siempre”.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....