Leo Messi y Antonella Roccuzzo: una historia de amor que nació en la infancia
Messi se va del Barcelona dejando atrás toda una vida y a la ciudad que ha sido su casa durante 17 años. Pero en su futuro incierto hay un pilar fundamental y constante: su esposa Antonella
Leo Messi ha expresado su deseo de abandonar el Barça la próxima temporada para incorporarse, posiblemente, al Manchester City. En los últimos días y horas, corre un polvorín de rumores sobre el destino del futbolista, tanto que hasta el cantante británico Liam Gallagher ha metido baza con su futuro emplazamiento.
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Pero aunque ahora su futuro sea incierto, hay un pilar fundamental y constante en la vida del astro argentino: su esposa, Antonella Roccuzzo.
La de Messi y Antonella es la gran historia de amor que cualquiera querría para sí. Esa que el cine de Hollywood tan bien ha retratado durante décadas, una relación única e irrepetible que se remonta a 24 años atrás cuando Messi conoce a Antonella siendo tan solo un niño, a los 9 años de edad.
Hay un primer punto de conexión en esta improbable relación (improbable porque aunque vivían en la misma ciudad, Rosario, pertenecían a clases sociales distintas: él provenía de una familia humilde y ella a una familia adinerada). Como recoge este artículo de Vanity Fair, ese primer acercamiento se produce cuando el pequeño Messi se hace amigo del primo de Antonella, Lucas Scaglia. Ambos jóvenes juegan en las categorías inferiores del Newell's Old Boys. Messi quedó prendado de ella.
La relación, en un primer momento de amistad por la corta edad de ambos, tuvo intermitencias. Cada uno hace su vida hasta que la pérdida de la mejor amiga de Antonella vuelve a unirles. Esta vez ya para siempre.
Comenzaron a salir siendo todavía muy jóvenes, pero las obligaciones de cada uno los mantuvieron alejados a ratos. Él ya con sus compromisos profesionales en España y ella con sus estudios en Argentina. Su relación no fue pública hasta que en 2007 empezaron a circular las primeras informaciones del noviazgo. Diez años después de aquello, en 2017, se dieron el sí quiero en una ceremonia celebrada en Rosario, su ciudad natal.
En todo este tiempo, la estrella del balón y su chica han formado una bonita familia en España. Sus tres hijos (Thiago, Mateo y Ciro) son también auténticas celebridades en las redes sociales y en nuestro país.
Messi se va de Barcelona dejando atrás toda una vida. La ciudad que ha sido su casa durante 17 años y la que ha visto nacer y crecer a sus pequeños. También se quedan en la Ciudad Condal los grandes amigos del futbolista: Jordi Alba, Luis Suárez y Gerad Piqué, entre otros, así como el que ha sido su hogar durante estos años: una vivienda de lujo en la exclusiva urbanización Bellamar.
El nuevo destino de los Messi-Roccuzzo no está claro. La incógnita se despejará en breve, pero muchos (y no necesariamente culés), echaremos de menos la historia de amor y de familia que los argentinos han construido aquí.
Selene Moral
Periodista y redactora Jefe en LOS40. Escribo mails y a veces artículos.