Katy Perry, ‘Smile’ y un flashback de su pasado musical
La solista presenta su nuevo álbum de estudio, que ha dividido a LOS40 en dos opiniones claras (aunque todas llegan a la misma conclusión)
Cualquier lanzamiento es una buena excusa para llenar nuestras horas de música. Y el nuevo disco de Katy Perry no iba a ser menos. La cantante ha estrenado este 28 de agosto Smile, el quinto álbum de estudio de su carrera.
En LOS40 no hemos podido evitar posar los dedos sobre nuestros teclados y soltar las emociones que este proyecto pop adulto nos ha transmitido a través de sus letras y sonidos. Y no, no hemos construido las mismas opiniones, aunque sí hemos llegado a una conclusión muy similar: Smile la ha resucitado de la escasa acogida de Witness.
La Katy de siempre, solo que no es la Katy de siempre (por Adriano Moreno)
Leo en Twitter que Katy Perry ha vuelto con Smile al sonido de Teenage Dream (algo que muchos llevaban pidiendo desde Witness), pero que se ha equivocado a la hora de elegir los singles. Puede ser, aunque resulta un poco contradictorio teniendo en cuenta que Never Really Over y Daisies son dos canciones que representan el pop que hacía la artista y que tanto nos gusta a los que la seguimos desde aquel icónico I Kissed a Girl.
Smile no es exactamente el heredero natural de Teenage Dream, aunque sí es el álbum que podría haber sucedido a Prism y no a Witness, que fue más experimental y dejó un sabor agridulce (más amargo que dulce para ser honesto). Este disco, el quinto de su carrera, es un disco pop sin pretensiones. Eso sí, un pop más adulto. Tanto personal como profesionalmente Katy Perry no es la misma mujer que hace diez años y eso tenía que notarse tanto en la letra de las canciones como en el sonido que preserva este LP. Es pop, repito, pero no el pop de Last Friday Night (T.G.I.F) o Roar.
Smile defiende un pop sin pretensiones sin dejar de cuidar la producción y, lógicamente, buscando esos temas que, sin ser rompe-pistas, tengan potencial de hits. Daisies, aunque no lo consiguió, buscaba el éxito con ese sonido más épico y melódico marca de la casa Perry, mientras que Smile recurría, salvando las distancias, a la vía más desinhibida de California Gurls. Tampoco logró entusiasmar al gran público.
Sin embargo, y en eso sí que tienen razón algunos, el álbum esconde otras joyas más prometedoras, como Cry About It Later y Teary Eyes. Entre estos dos polos (no tan opuestos) juega Katy y no cruza ningún límite, de ahí la coherencia de la que puede presumir Smile. También merecen una especial atención Not the End of the World y Champagne Problems. La primera, más oscura y épica; la segunda, más descarada y con cierta influencia de la música disco que tanto se lleva ahora (¿verdad, Dua?).
En resumidas cuentas, y en mi humilde opinión, no creo que Smile se convierta en el Santo Grial de su discografía, pero estoy convencido de que no le dará los quebraderos de cabeza que le dio Witness.
Mi Top 3:
- Cry About It Later
- Teary Eyes
- Never Really Over
Un viaje a la Katy del pasado (por Laura Coca)
Era un 24 de agosto de 2010 cuando Katy Perry irrumpía en las listas de éxitos al ritmo de Teenage Dream, el que muchos consideran su mejor trabajo. Pero el destino es caprichoso, y parece habernos traído de vuelta a esa Katy que celebra la vida por todo lo alto. Y sí, lo hace (casi) justo diez años después. Qué curioso, ¿verdad?
Sean cosas del destino o no, Smile aterriza en la discografía de Katy con un sonido nostálgico, unos ritmos dance y disco que animan a cualquiera a darlo todo en la pista de baile (cuando esté permitido, claro). A nuestra protagonista le va la marcha y si a esto le añades que tiene un buen motivo para serlo, el resultado es explosivo.
Con este álbum, Katy nos muestra su mejor sonrisa para celebrar la vida, decir “adiós” a la depresión y a los pensamientos malignos, y saludar a su nueva etapa como madre, futura esposa y mujer empoderada. Esto es algo que podemos escuchar en temas como Daisies, Resilient y Not The End Of The World, que habla de la confianza en uno mismo y de recuperarse de los momentos más oscuros.
Pero como ya he mencionado en estas líneas, también habla del amor. Y es que si hay algo que Perry nos ha dejado claro a través de sus apariciones en los medios de comunicación y en redes sociales es que lo suyo con Orlando Bloom es pura “fantasía”. Y esto podemos escucharlo en su tema más sesentero: Harleys In Hawaii. “Déjame pasar mis dedos por tu pelo salado. Venga, explora las vibras de la isla. Tan real que puedes sentirlo en el aire. Estoy acelerando tu motor”, dicen algunos de sus versos.
Pero yo no puedo acabar estas líneas sin mencionar a Tucked, un tema que habla de imaginar una relación que se sabe que sería un error, por lo que está obligada a formar parte de la imaginación para evitar corazones rotos. Aunque esto no es lo más destacable del tema, pues sus ritmos eclipsan cualquier otro elemento que lo forme. Tucked es de esas canciones disco con las que mueves la cabeza inconscientemente. De esas que te animan a levantarte de la silla para darlo todo. De esas con las que cocinarías tu plato favorito.
En Smile también hay espacio para el Girl Power, como podemos escuchar en What Makes a Woman. Aunque esta canción llega, además, con un significado muy especial, y es que la cantante se la dedica a su propia hija Daisy Dove. La pequeña recién nacida este 26 de agosto recibe esta carta con la que su madre desea que se convierta en una mujer fuerte, independiente y capaz de adaptarse a circunstancias que la vida presenta de manera imprevista.
No hay duda de que Smile es el álbum más personal y maduro de la solista, que llega tras las críticas sobre Witness. Le ha acompañado en sus meses de gestación y se ha convertido en su segundo parto del 2020, con tan solo unas horas de diferencia. Smile es el segundo hijo de Katy Perry, al que nosotros bautizamos como “el resurgir de una diva del pop”.
Mi Top 3:
- Tucked
- Never Really Over
- Harleys In Hawaii