Especial
David Otero recuerda aquel día que pensó que perdía al amor de su vida
En una entrevista con Mara Torres en 'El Faro' de la Cadena SER
David Otero se ha pasado por El Faro de Mara Torres en la Cadena SER y ha disfrutado hablando de una de sus grandes pasiones: El mar. Un medio que le ha dado la vida pero que, hasta en tres ocasiones, le ha podido costar la vida o un serio disgusto.
“Una de las cosas que más me gustan es surfear y mi lugar favorito de hacer surf en España es el Faro de Trafalgar”, reconocía mientras explicaba lo especial que son allí las olas. Él entiende esta práctica “no sólo como deporte sino como contacto con la naturaleza y con la vida”.
Sus primeros recuerdos con la playa le llevan a la Manga del Mar Menor donde veraneaba de pequeño con su familia. “Uno de los recuerdos más intensos que tengo eran los caballitos de mar, que es una lástima porque ya los hemos medio perdido, y recuerdo que los caballitos de mar han sido una de mis primeras experiencias de ver algo verdaderamente impactante”, recordaba con nostalgia sobre aquellos tiempos en los que, en aquel lugar, era frecuente tener uno de estos ejemplares secos por casa.
Pero el mar también le ha dado sustos, uno de ellos, durante un viaje con su mujer a Sri Lanka. “Encontramos una playa ciertamente escondida, un poco resguardada de los turistas y estábamos solos, estaba con mi mujer, y yo alquilé un padel surf, que también me gusta. Lo que pasó es que había un oleaje grande, pero estábamos protegidos porque era una rompiente de roca”, recordaba sobre aquel día.
“Yo me caí de la tabla como te puedes caer mil veces haciendo surf y se me rompió el invento y la tabla se fue despedida contra las rocas. Era una tabla alquilada y yo me sentí en el compromiso idiota de recuperar la tabla para la gente que nos la había alquilado porque si la tabla llegaba a la rompiente se iba a destrozar. Y me vi capaz de acercarme nadando a la tabla”, continuaba su relato.
Pero no fue tan fácil, finalmente se vio atrapado en un lugar del que prácticamente no podía salir. Se acercó a las rocas y tuvo que buscar la manera de escapar de allí, finalmente lo consiguió ayudándose del remo que aún conservaba y sus habilidades nadando.
“Tardé como 40 minutos en salir de ahí. 40 minutos exhausto. Fue una sensación de decir ‘el mar puede conmigo cuando quiera, yo no soy el dueño de la situación’ y al final logré salir”, recordaba con alivio. Pero tiene claro que “las experiencias más fuertes que he tenido diciendo ‘aquí me quedo’ han sido siempre en el mar”.
Y fue precisamente en una playa donde un día sacó la guitarra y tocó Llueve en mí. Una canción que acabó en el primer disco de El canto del loco y que un año después de aquel día comprobó que sus amigos se la sabían cuando no había salido aún. Volvía a recordarla en El Faro.
“Es una canción que había compuesto muy chiquitín, yo creo que debía tener 15 o 16 años. Manolo, mi portero, la había escuchado, fue mi primer confidente cuando me bajaba a tocar en un banco enfrente de la portería”, recordaba con nostalgia.
Con la compañía de Dani Fernández
David Otero no se pasaba solo por el estudio, sino que iba acompañado de Dani Fernández con el que acaba de lanzar La noche suena. Su amistad llegó hace tres años.
“Me gusta oírle hablar de El canto del loco, además, uno de sus sabios consejos que me dio cuando yo lo dejé con mi banda fue quererse en esa época. Cuando sales de una banda generas un rechazo para encontrarte a ti mismo. Sabias palabras que me hicieron valorarle como amigo, como músico y, sobre todo, como persona”, contaba Dani.
David le devolvía tanto piropo y recordaba aquella época con su grupo junto a su primo, Dani Martín. “Lo recuerdo como un aprendizaje bestial. La verdad es que le guardo un cariño absoluto a todo lo que nos pasó. Por supuesto, tuvimos experiencias espantosas también, como todo en la vida”, confesaba.
Sobre el final del grupo admitía que fue una decisión común que sintieron todos. “Todos fuimos fieles a lo que sentíamos. Sentimos que en ese momento no queríamos seguir juntos y fue una decisión tomada con paz porque nos estaba haciendo sufrir más que disfrutar y no nos apetecía estar en ese estado”, recuerda sobre aquel momento decisivo en su carrera.
La mujer de su vida
Su accidente en el mar no es el único que ha recordado. También ha viajado en el tiempo para revivir aquel día en la montaña cuando fue a hacer snow con una chica que acaba de conocer y sufrieron un accidente en el que ella se rompió la pierna. Aquella chica ahora es su mujer y madre de sus dos hijos.
“Estoy perdiendo el amor de mi vida. Había encontrado una persona que decía, ‘no me puedo estar enamorando tanto’ y, de repente, la pasaron a un quirófano y todo por mi culpa, por ser un soberbio, un tío que se creía que podía hacer cosas que no era capaz”, recordaba de aquel día. Una lección de vida, sin duda, como la que le aportan sus hijos, los verdaderos faros de su vida.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...