Especial
Dr House, Ron Weasley, Freddie Mercury, David Bowie o Joker tienen enfermedad diagnosticada en ‘Medicina pop’
“La anisocoria de David Bowie fue fruto de la pelea por una chica”
Guido Rodríguez y Juan Sánchez-Verde son dos médicos que, además de ejercer en urgencias de un hospital madrileño, y haber sido los primeros en haber diagnosticado un caso de coronavirus en la Comunidad de Madrid, forman Yo, doctor. Se trata de una asociación fruto del gusto por la cultura pop y el sentido del humor que les ha llevado a compartir, de manera divulgativa y con sentido del humor, información sobre la medicina recurriendo a la ilustración.
Han publicado su segundo libro, Medicina pop, en el que han escogido a 100 personajes del cine, las series, los cómics o la música para diagnosticarles una enfermedad y, aprovechar así, para que la conozcamos mejor incluyendo unas cuantas curiosidades.
David Bowie, Freddie Mercury, la prota de Stranger Things, unos cuantos personajes de Juego de Tronos, Dr House o Batman, son algunos de estos personajes de la cultura pop que les han ayudado a crear este compendio médico.
La ciencia y la medicina tienen históricamente un aura de seriedad que vosotros venís a romperlo, ¿qué dicen vuestros colegas de profesión?
En general hay buena aceptación. También es cierto que trabajamos en urgencias, que es un sitio físicamente muy exigente y eso hace que no haya gente muy mayor…jajaja… nos tratan bien, nos apoyan, pero piensan a veces que estamos puto locos.
Medicina Pop, ¿de dónde sale la idea?
Somos muy amantes de la cultura pop en general, de las películas, de los cómics y somos médicos. No podemos evitar ver diagnósticos donde no los hay y fruto de este juego de diagnosticar gente en pelis y cómics surgió esta idea de hacer un libro.
Hay mucho enfermo en la cultura pop, ¿no?
Es cierto que si los buscas, los encuentras. Si haces cualquier prueba seguro que vas a encontrar algo para tratar, pero el juego que hacíamos cuando hablábamos de películas era intentar saber en qué se inspiró el guionista de turno o la persona que concibió a tal o cual personaje para hacerlo y, normalmente, siempre nos salían enfermedades. El hombre elefante se sabe que era un enfermo, tenía el síndrome de Proteus.
¿A quién va dirigido?
El anterior que hicimos iba para todo el público en general, pero iba a hacer más gracia a nuestros compañeros. Ese va dirigido para todo el mundo, tanto al que le gusta la cultura pop para ver qué tienen sus personajes favoritos a los médicos para darle una vueltita más a los diagnósticos que hacen, pero, además, nos gusta pensar que este libro pueda ser utilizado para desestigmatizar enfermedades. Hay personas que piensan que sus enfermedades son algo horrible y queríamos enseñar que hay personajes en la cultura pop que les tiene en cuenta, no son gente rara. Y también para que nuestros compañeros, a la hora de explicar diagnósticos a los pacientes puedan hacerlo de una manera más cercana.
Con el gusto por la subcultura que tenéis muchos os considerarán unos frikis (de hecho, mencionáis en el último capítulo la frikosis), ¿eso os ha restado algo de credibilidad en vuestra profesión?
(Risas) Cuando atiendo pacientes, como voy en pijama y soy muy serio…jajajaja… no creo. Pienso que cada día, quien más o quien menos es friki de ciertas cosas. Salvo que seas de una mentalidad muy cerrada entiendes la diferencia entre las aficiones personales y la profesión. Aparte, lo de ser friki es un constructo social. Siempre cuento el ejemplo de que yo me leí El señor de los anillos y me lo he leído varias veces y la compañía de los 11 son siempre los mismos 11. Pero a alguien le preguntas la alineación del Madrid de los últimos 10 años y te la dice sin respirar, eso no es ser friki porque está consensuado socialmente.
Consensuado socialmente... vosotros sois médicos y frikis…
Te voy a contar una anécdota que luego Guido igual censura. Guido es un tío que le ves y tiene toda la seriedad del mundo, pero cuando le ves entrar a las 8 de la mañana en pantalones cortos, en camiseta de tirantes y patinando velozmente por la carretera, te das cuenta de que es una persona normal que luego se viste con su traje de seriedad de médico y no pierde ninguna gota de seriedad.
Vosotros, que habéis seguido a muchos héroes de cómics, como sanitarios, ¿qué tal os habéis sentido como super héroes?
Al principio de la pandemia, entre comillas, me hacía ilusión. La gente se da cuenta de lo que estamos haciendo, pero nunca me he sentido super héroe y menos durante esta pandemia y si vemos cómo ha generado después que hemos pasado de héroes a villanos, menos gracia aún me hace. No somos héroes, hacemos lo que podemos en las circunstancias en las que estamos.
Si alguien se ha comportado de manera heroica no hemos sido nosotros, nosotros hemos hecho nuestro trabajo.
Que es mucho y por algo se dieron tantos aplausos…
En realidad, somos gente entrenada para manejar enfermedades infecciosas, ya lo hacemos con la gripe, ya lo hacemos con otras enfermedades. Ahora nos hemos visto en una situación extrema y hemos hecho nuestro trabajo de manera extrema, pero para mí los que de verdad son héroes y no es algo que diga por agradar, son la gente de los supermercados, por ejemplo, que son gente que no ha recibido ningún entrenamiento para tratar enfermedades infecciosas y durante toda la pandemia han estado en la puñetera calle. Los mensajeros, los taxistas…si alguien se ha comportado de manera heroica no hemos sido nosotros, nosotros hemos hecho nuestro trabajo.
Una de vuestros objetivos ha sido luchar contra la desinformación, pero, ¿se puede estar informado respecto al coronavirus?
No, con el coronavirus se ha puesto una realidad que estaba ahí pero no éramos conscientes y es que la ciencia avanza lento, no a la velocidad que nos gustaría. Con el coronavirus hemos querido tener respuestas a preguntas, ya y la ciencia no funciona así y eso ha dado pie a que se han dado resultados de estudios que todavía no estaban contrastados, se han dado conclusiones demasiado apresuradas porque se le ha exigido a la ciencia y los resultados que se han dado han sido pobres por lo apresurado y eso le ha restado credibilidad. Eso, y que hoy en día, hay mucha desinformación en todos los ámbitos, no solo en la ciencia, se ha juntado en una atmósfera rara en la que el público ya no sabe qué pensar.
Las fuentes oficiales son las únicas fidedignas, aunque se equivoquen.
Veía en una de vuestras viñetas que decía “Solo fuentes oficiales: Ministerio de sanidad y OMS”. Pero lo de la OMS ha sido un poco de risa, ¿no?
Guido y yo fuimos de los pocos médicos que hicimos cuarentena porque diagnosticamos al primer caso hospitalario de la comunidad de Madrid y nos pusieron en cuarentena. No pasamos ninguno el coronavirus, no tuvimos síntomas, pero si me hubieras preguntado te hubiera dicho que era una gripe porque era lo que sabía. Conforme fueron avanzando las cosas tuve otra información y pensar que la ciencia está escrita en piedra es un error. Lo que hay que saber es rectificar y el pensamiento científico se basa en rectificar. Las fuentes oficiales son las únicas fidedignas, aunque se equivoquen.
¿Por qué no hay capítulo del coronavirus en el libro?
Lo terminamos justo estando en cuarentena. Y creemos que la gente se ha saturado, de hecho, la publicidad que hacemos de este libro es que está 100% libre de coronavirus. La gente ya no quiere oír hablar más de esto. Con el tiempo quizás contamos algo porque es interesante pero ahora no es el momento, ahora la gente quiere olvidarse porque hay sobresaturación.
Sí es verdad que a veces parece que ya no hay más enfermedad que el coronavirus, pero vosotros nos traéis 100 enfermedades más, como para no ser hipocondríaco después de leer el libro…
Es muy típico de todo estudiante de medicina que, a lo largo de la carrera, se diagnostique tres o cuatro mortales incurables. Si empiezas a leer sobre enfermedades, si tienes un poco de hipocondría, alguna te vas a diagnosticar.
Cada una la asociáis a un personaje y persona de la cultura popular, ¿cuál es la asociación que más os ha costado encontrar?
Si tuviera que elegir uno problemático de todos los que hay en el libro es Batman, cero que es una persona a la que le ha pasado de todo y cada guionista lo disfraza de una cosa distinta y al final nosotros lo hemos diagnosticado de depresión porque lleva muy mal la muerte de sus padres hasta el punto de que se mete a combatir el crimen.
Hablábamos de super héroes, ellos han sido una buena cantera para el libro… algo tenían que tener, ¿no?
En general un super héroe es alguien que tiene un poder sobre humano que le pone por encima del ser humano normal y el guionista tiene que buscar algo que le haga interesante porque si es perfecto, como ese Superman inicial de los cómics, pierde interés. La única manera de que mantenga interés es ponerle defectitos y habitualmente se basan en cosas de la vida real y muchas veces son enfermedades. De hecho, lo que gusta de los super héroes de las series nuevas que están sacando es que son completamente imperfectos, son narcisistas, violentos, se alejan del estereotipo de semi Dios.
¿Creéis que cualquier persona podría formar parte de algún capítulo? ¿Somos enfermos por naturaleza?
Jajajaja… realmente la normalidad no existe. Todos tenemos ciertas peculiaridades. A lo largo de la vida todos vamos a enfermar. Si formas parte de la cultura popular, en cualquier momento te podemos cazar para el libro.
Vamos a analizar algunos de los personajes que habéis escogido, ¿podríamos decir que Juego de Tronos es vuestra serie favorita?
Cuando se iba a estrenar la última temporada en nuestra web hicimos análisis de muchos de los personajes y la semilla del libro está en esa serie de diagnósticos que hicimos. Es una serie que ha tenido mucho tirón y me ha gustado bastante con sus más y sus menos, jajajaja…
Vemos a la prota de Stranger Things, ejemplo de Epistaxis (sangrar por la nariz). Explicáis como curiosidad que esto en la cultura nipona se asocia con la excitación sexual y en la occidental, con los poderes mentales o el ejercicio físico. Al final no son tan diferentes, ¿no?
Sí, la excitación sexual bien hecha se asocia al deporte.
Recurrís a Dr House para hablar del dolor, pero, ¿eso es una enfermedad? ¿no era un síntoma?
Sí y no. El dolor es la causa principal de consulta en urgencias a nivel mundial. En realidad, lo que nos mueve a ir a urgencias es el dolor y el dolor, tirando de las cuerdas que tiene el dolor, acabamos encontrando enfermedades. Es cierto que es un síntoma, pero también hay enfermedades en las que el dolor es el centro.
Para alguien que se considera friki no puede faltar el universo Harry Potter, en vuestro caso recurrís a Ron Weasley para hablar de los pelirrojos, ¿otra enfermedad?
Obviamente, no. En el libro ponemos en el prólogo e incluso en la portada: curiosidades médicas. Ser pelirrojo no es una enfermedad, pero nos parecía curioso hablar de dónde viene el pelirrojismo porque tiene cosas interesantes. Los pelirrojos, por ejemplo, sienten el dolor de una manera distinta, hay estudios que demuestran que necesitan más anestesia, que hubo un bulo a nivel mundial de que se estaban extinguiendo, hay cosas bastante curiosas.
En cuanto a los apuntes musicales, tenemos a David Bowie por sus ojos, lo asociáis con la anisocoria. ¿Una enfermedad de la que preocuparse aparte de lo bien que le vino a la imagen de Bowie?
Si no tienes anisocoria y de repente la tienes, preocupante, pero en el caso de David Bowie fue en una pelea por una chica. Estaba discutiendo con otro músico por una chica, le dio un puñetazo y le estropeó el músculo que mantiene el diafragma del ojo y por eso se quedaron los ojos distintos. Es un síntoma o una situación de cada uno.
Freddie Mercury y el sida, ese supongo que fue fácil de asociar.
Es un personaje tan icónico que nos servía para introducir esa enfermedad que, a día de hoy, parece que ya no existe y sigue siendo una epidemia mundial, pero está mejor controlada por los tratamientos que hay. Durante muchos años ha sido muy estigmatizada y, a día de hoy, que nos parece que está más normalizada, no, hay gente que vive con ese estigma y es problemático.
Si generalizarais más e hicierais un libro de enfermedades por profesiones, a la de músico, ¿cuál le daríais?
Desde el desconocimiento, porque yo no conozco muchos músicos, pero si hay alguno que me quiera sacar de mi equivocación y me invita a sus conciertos, yo encantado, pero muy probablemente, lo que creo que a todos nos viene a la cabeza… ¿adicción a las sustancias? ¿o adicción al sexo?
Que los músicos hablen abiertamente de la ansiedad, demuestra que son humanos y que, como todos los demás, sufren.
Últimamente muchos hablan de ansiedad y depresión, ¿tan común es?
Son super comunes a nivel mundial. Tener ansiedad parece que no tiene estigma y sin embargo es algo que no te importa confesar a amistades cercanas, pero sí es algo que la gente no confiesa a menudo. No tenemos cifras reales, pero probablemente tenemos una pandemia. Cualquier persona que sea un ídolo de masas son también humanos y los humanos padecemos cosas y estar tan expuesto a todas las miradas te lleva a desarrollar enfermedades. La ansiedad es la incapacidad para gestionar el estrés y cuando eres incapaz de gestionarlo te puede la situación y eso, en algún momento de nuestra vida, nos pasa a cualquiera. Que hablen abiertamente de esto, demuestra que son humanos y que, como todos los demás, sufren.
Para acabar, sois sanitarios en tiempos de pandemia, ¿optimistas o pesimistas?
Me has pillado de guardia, no estoy muy optimista yo. Antes te hago una apreciación y luego te digo lo pesimista que soy. Creo que la medicina son dos disciplinas, la ciencia y la antropología. La ciencia es fácil, matar un virus es fácil, con lejía, con calor, con aislamiento, manteniendo viva a la persona se elimina el virus. El problema es la antropología, el estudio de la gente. En el momento en el que alguien anticipa sus libertades individuales de no llevar mascarillas a las sociales. Antepone el hecho de hacer surf a quedarse en casa aislado, llevar mascarilla o no, no interesarse por la salud de nuestros mayores…en esos momentos, la medicina ya no puede cumplir. Lo que falla es la antropología. Pero por cada mal ejemplo que contamos, seguro que hay 10 buenos y eso es un motivo para ser optimistas, pero creo que si hubiéramos hecho las cosas bien no estaríamos a las puertas de lo que estamos.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...