“Mi hijo le robó una pierna biónica a un desconocido porque le alucinaban los robots”
El drama de tener un hijo sin filtros
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En Anda Ya nos declaramos fans incondicionales de los niños, nos encantan. Ellos, como bien dice el refranero popular, y los que se han bebido unas copas de más, van sin filtros. Estos seres diminutos son tan auténticos que sueltan lo primero que se les pasa por la cabeza, sin importar lo que suceda acto seguido.
Esos “locos bajitos”, como decía Serrat, no están encorsetados y en ocasiones, y por su bendita inocencia, parece que no hay nadie al volante cuando hablamos de formalidades o protocolos.
La verdad que todo parece muy bonito hasta que esa sinceridad y su forma de ver las cosas ponen en un pequeño apuro a los adultos. En ocasiones sus inocentes palabras pueden hacer que quieras morir de la vergüenza… Por este motivo, y sabiendo que son muchos los que han sufrido el drama de tener a un niño demasiado observador y hablador, hemos querido saber en qué momento nuestros andayeros han vivido un temido “tierra, trágame”
Entre nuestros fieles oyentes, y como era de esperar, no han faltado historias de lo más divertidas, entre ellas de Silvia de Valencia. Esta andayera tuvo que devolver una pierna biónica a un desconocido. Su hijo, alucinado con ella, decidió robarla porque era muy fan de los superhéroes y los robots.
El dramita de Sara de Valencia, ¡no se queda atrás! Y es que su hijo de cuatro años le preguntó a una señora en mitad del autobús que si tenía los dientes negros por no lavárselos cuando era pequeña. La señora se quedó sin palabras, ya os podéis imaginar.
O la de historia de Esmeralda de Albacete, está oyente nos ha contado que el día que su hermana presentó a su pareja, que era un chico calvo, su hija se quedó mirando y lo primero que se le ocurrió decirle fue que era un afortunado porque jamás tendría piojos.
Como veis, los más pequeños de la casa tenían que ser nuestros protagonistas de hoy. Ellos siempre consiguen sorprendernos y dejarnos recuerdos únicos, y es que aunque nos hicieron pasar algún momento bastante incómodo, siempre nos sacan una sonrisa.
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