Especial
Woody Allen a Elena Anaya: “Eres la peor actriz de la historia del cine”
La protagonista de ‘Rifkin's Festival’ confiesa el encontronazo que tuvo con el director el primer día de rodaje
Elena Anaya es una de las protagonistas de la nueva película de Woody Allen, Rifkin's Festival. La cinta, que se presentó la semana pasada en el Festival de San Sebastián, sitúa su trama precisamente en ese mismo certamen de cine español, corazón del arte europeo y lugar en el que se han presentado algunas de las películas más interesantes de lo que va de año, entre ellas Supernova, Verano del 85 y Druk.
Sin embargo, no todo fue color de rosa para la actriz española, quien el otro día confesó a Andreu Buenfauente en su programa Late Motiv que rodar con Allen, aunque haya sido una experiencia fructífera a nivel profesional, ha tenido un lado muy oscuro que le ha afectado a nivel personal.
Son conocidos los desmanes de algunos grandes genios cuando ruedan sus películas. Stanley Kubrick, sin ir más lejos, estuvo a punto de volver loca a Shelley Duvall tras obligarle a repetir más de cuarenta veces la misma escena de El Resplandor. Cuando vemos a Wendy con la cara enrojecida, los ojos llorosos y agitando un bate mientras trata de escapar de Jack Nicholson, probablemente imaginara frente a ella el rostro de Kubrick diciéndole: "vale, repetimos la toma".
A Elena Anaya le ha pasado algo parecido con Woody Allen, solo que en este caso el director de Manhattan y Delitos y faltas ha preferido la tortura psicológica para sacar la grandeza de la actriz. "A mí me hundió muchos días", le confesó a Buenafuente. "Le respeto, seguiría trabajando con él si me llamase, es un mito del cine, un genio. Pero el primer día llegó y me dijo: it's awful [es horrible]. Eres la peor actriz de la historia del cine".
"¡Pero qué me dices!", contestaba atónito Buenafuente. "Sí, sí", responde Anaya. "Entonces, tenía una taza de porcelana en la mano y empezó a temblarme la mano...". El público ríe. "¿No sería en broma para provocarte", interviene Andreu. "No, no, porque me lo dijo muchos otros días" continúa la actriz, siempre con una sonrisa en la boca.
Elena Anaya explicó después que la productora de la película se acercó a ella y le dijo que no se preocupara, que esas mismas palabras se las lanzó a algunos de los mejores actores y actrices de Hollywood. Artistas internacionales de primer nivel a los que decidió no nombrar por respeto.
"Quiero matizar una cosa: siempre tenía razón. Al final del rodaje empecé a reírme de sus comentarios con él, porque decía verdaderas barbaridades. Cosas como 'si alguien tuviese que escribir un libro sobre la peor actuación del mundo, oh, deberían llamarte a ti' [...] Y es verdad que tenía razón porque había secuencias muy largas y a veces pasaba de puntillas y siempre me pillaba".
Las redes no han acogido con el mismo entusiasmo que Anaya estos comentarios, y algunos ya lo han acusado de ser un misógino, una mala persona o simplemente un artista engrandecido que se cree con la libertad de comportarse como quiera. Otros, por el contrario, defienden los métodos de Allen y justifican que a veces la "tortura" es necesaria para sacar la grandeza del artista. ¿En qué punto os encontráis vosotros?