Especial
Ciudad Jara: "Subimos a un escenario y sentimos que estamos más cerca de la normalidad"
La banda viene a Madrid para demostrar que la música en directo sigue viva y es segura
Pablo Sánchez es, por mérito propio, uno de los artistas con más talento y gusto musical del panorama nacional. Su música no es la cura para la pandemia de la Covid-19, pero sí puede alegrar el alma.
Durante doce años, Pablo Sánchez fue compositor y vocalista del grupo La Raíz. Música enérgica, para escupir la rabia, intentar cambiar el mundo y lanzar el grito de protesta que tantos jóvenes llevaban dentro. Lo que no imaginaba es que esa llama que comenzó a prender se transformaría en una hoguera de masas que pisó escenarios de todos los rincones del mundo.
Cuando estaban en lo más alto, La Raíz decidió hacer un alto en el camino y reencontrarse con ellos mismos. Es así como Pablo da un giro a su carrera y forma la banda Ciudad Jara, un proyecto más personal, más poético y con mucho alma de autor.
Su primer disco, Donde nace el infarto, vio la luz en febrero y los conciertos que tenían planeados en Madrid para el 19 y 20 de marzo de 2020 en apenas unas horas colgaron el cartel de sold out. El 1 de octubre, Ciudad Jara viene a Madrid con tres conciertos en acústico para demostrar durante tres noches que la música late más fuerte que nunca y que "en cada concierto, la cultura gana una batalla".
A las 21:00 horas, Donde nace el infarto aflora por los altavoces, con las primeras notas de la canción, la noche fría de octubre se transformó en la más cálida, incluso a través de las mascarillas, la emoción se respiraba por ver y oír, de nuevo, la música de Pablo Sánchez.
Al son de El último pasillo recibió el público a Ciudad Jara. "Dicen que la noche ruega descanso", entona uno de los versos de la canción, pero el público, entre palmas y sonrisas, rogaba más, mucha más música y más poesía.
El principal ayer era Pablo Sánchez, pero los espectadores se sintieron protagonistas de todas las canciones interpretadas. Y es que en temas como Líderes o Ultramar, el teatro Egaleo fue un coro de voces entusiasmadas.
Bostezo mundial, Bastardos de la gravedad o el romántico Si perdemos te pierdo. Todas y cada una de las melodías de Ciudad Jara fueron una hoguera de sentimientos y efusividad de cientos de personas con los brazos en alto. Pero las dos canciones más esperadas de la noche eran Bailé y En busca del fuego. "Vinimos a ser leyendas del mundo del caos" dice la primera canción y, sin duda, anoche lo consiguieron.
Las sorpresas de la noche
Nadie esperaba ver a la gran Rozalén compartiendo escenario con el líder de la banda. En Las nanas de Jara, una melodía en honor a la hija del compositor, apareció la cantante para gritar junto a Pablo, también en lengua de signos, que quieren "detener los relojes de la tierra y "entonar el sonido del silencio".
Otro de los momentos más álgidos fue cuando el público oyó "Vivió en un tren y lo llamó el huracán", una de las canciones más memorables de La Raíz y es que Pablo siempre recordará esta banda como su primera casa, al igual que el público de anoche, que no pudo evitar acordarse de tantos sentimientos vividos con las letras de La Raíz.
Antes de interpretar Hasta que amaine, canción que compusieron junto a Stay Homas durante el confinamiento. Pablo recordó lo importante que es para los cantantes volver a lo que siempre ha sido su hogar: un escenario. "Cuando subimos a un escenario y vemos a la gente, sentimos que volvemos a estar más cerca de la normalidad, estamos abrazándonos, brindando... estamos más cerca unos de otros", concluyó Pablo y así lo sentimos nosotros también, por eso, esperamos con ganas muchos más conciertos impulsando una cultura segura.