María Castro da a luz, aunque explica que no tuvo el parto que le hubiera gustado

“Me disgusté? Sí!! Pero solo cinco minutos”

María Castro y su marido, felices tras dar la bienvenida a su segunda hija. / Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images

Este fin de semana María Castro ha dado a luz. Olivia ya ha llegado a sus vidas y su hermana mayor, Maia, ya no es la única niña de la casa. “Ha vuelto a ocurrir la MAGIA… la magia de la vida”, compartía en sus redes la mamá feliz.

“Cuando creías que lo habías experimentado todo, cuando pensabas que no se podía igualar ese amor tan puro, cuando te parecía imposible vivir en tus propias carnes otro día tan especial como el de hace cuatro años... entonces, llegas tú, Olivia, y tiras por tierra todas nuestras teorías y sentimientos”, relataba junto a su primera foto con su segunda hija.

“Fue oír tu llanto, a escasos centímetros de nosotros, y el amor más animal, puro e incondicional, brotar por sí solo. Al igual que nuestras lágrimas eh...”, describía con la emoción del momento, “he de confesaros que, ver a mi marido tan tremendamente emocionado (incluso más que la primera vez), me hizo darme de frente con una realidad, que obviamente tenía en cuenta; y que igual, si cabe, lo hizo todo aún más emocionalmente incontrolable...”.

En esta segunda ocasión, había una diferencia respecto a la primera vez: “En esta ocasión, no veníamos a por nuestra hija… sólo a por nuestra hija (que ya lo es todo)... También veníamos a buscarle a Maia, el mejor regalo del mundo: SU HERMANA”.

Ahora toca volver a casa y ya advierte que grabará la reacción de la hermana. Porque con la pandemia del covid 19, no ha podido ir al hospital a conocerla. Además de compartir su emoción por la llegada de Olivia, también ha compartido los sinsabores del parto: “Y al final... otra cesárea!”.

Ha querido compartir su última foto como embarazada, la última foto en la que Maia seguía siendo hija única y Olivia todavía no había conocido este mundo. “Esta es la última foto en la que monitorizada y con contracciones, guardaba aún la esperanza, de parir por vía vaginal....Me apetecía vivir ese otro tipo de parto… Me apetecía irme a casa sin una operación mayor en el cuerpo…Me apetecía ayudar al bebé a entender que, tras el canal del parto, le esperaba el mundo...Pero no pudo ser…”, confesaba.

Al final tuvo que ser un parto programado, “por necesidades de guion, y una cesárea anterior, de la que no conocíamos 100 por 100 el estado de su cicatriz, impidieron hacer otra cosa... había riesgo de desgarro, y yo ya soy madre de una que espera en casa, así que no nos la podíamos jugar. Me disguste? Sí! Pero solo cinco minutos... es lo que me permití...

Mi optimismo, el apoyo total de mi marido, la nueva bebé que esperaba pacientemente... Y la propia vida, nos hizo relativizar y decidir. No había tiempo y sí muchas ganas”.

“Que sí, que ahora la operación me la llevo yo… Pero qué importancia tiene? Cuando todo ha salido bien... Y yo, gallega y dura por naturaleza, tengo salud para soportarlo y una familia maravillosa en quién apoyarme. Ahora, me tocará tomarme la vida con calma… No estoy acostumbrada, ni apenas sé… Pero todavía estoy a tiempo de aprender!”, concluía con la felicidad de una madre que acaba de conocer a su hija.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....