‘No Matarás’ es la mejor película de Mario Casas en mucho, mucho tiempo
David Victori dirige un brillante thriller de acción con pinceladas neo-noir sobre un joven retraído, Dani, que se ve envuelto en una espiral de violencia
Lo de David Victori en No matarás es una proeza. Las palpitaciones del corazón empiezan a descontrolarse desde el mismo momento en el que se nos presenta a ese niño bueno llamado Dani (Mario Casas), un chaval algo retraído y acomplejado que tiene miedo de ser él mismo.
Es una persona atípica que va por la calle escuchando música pop, apenas se relaciona con otros y parece extremadamente tímido. Aún así es buena persona, algo inocente, y cuando una chica desequilibrada le pide que le pague una hamburguesa y para compensarle la buena acción le ofrece hacerle un tatuaje gratis, él confía y le sigue a su local. Lo que no sabe es que se ha metido en la boca del lobo y que eso dará pie a una brutal espiral de violencia y miedo.
A partir de entonces comienza un brillante thriller que a cada segundo va añadiendo gasolina al fuego. Entre una banda sonora tecno que recuerda a El Reino de Sorogoyen, los escenarios –la película se desarrolla en un 85% de noche– sacados de lo mejor del neo-noir y los movimientos de cámara, frenéticos, espasmódicos, asfixiantes, Victori consigue elaborar una obra de suspense que corta el aliento y mantiene pegados a la pantalla a los espectadores durante la escasa hora y media en que se desarrolla. Cuando al terminar una película nos quedamos con ganas de más es porque algo ha funcionado muy bien. Y en No matarás todo funciona.
Este tour de force está cimentado sobre ese personaje patético y desafortunado a la par que abrazable al que interpreta Mario Casas, en el que es, quizás, uno de los mejores papeles de su carrera. En todo momento sentimos lástima por ese chaval que se ve envuelto en una trama de asesinatos, persecuciones policiales y enfrentamiento con las autoridades. Victori es tan retorcido que consigue que el pobre Dani se vea superado una y otra vez con giros de trama o vueltas de tuerca que complican aún más la historia y que culminan, no obstante, en un final algo ambiguo que no acabará de gustar a todo el mundo.
- Lo mejor: la interpretación de Mario Casas y el descubrimiento de la inquietante Milena Smit, así como la banda sonora y la excelente fotografía de Elías M. Félix.
- Lo peor: la ambigüedad del final y que más allá de su narración trepidante no hay una moraleja o aprendizaje que se pueda extraer. Es solo puro entretenimiento... aunque sea del bueno.
La película se estrenará en cines el viernes 16 de octubre de 2020.