Especial
‘Patriota’: la mejor serie que aún tienes pendiente de ver
Se trata de una inteligente comedia negra sobre John Lakeman, un agente secreto con depresión al que todo le sale mal
Cuando hablamos de aquellas series geniales que muy pocos conocemos probablemente cada uno pueda sacar una lista de tres o cuatro joyas que han pasado desapercibidas para el gran público, ya sea por una mala promoción o porque, simplemente, nacieron en una época en la que superproducciones más potentes acaparaban el mercado. Y es triste, porque quizás sean incluso mejores que todos aquellos productos mainstream que circulan alegremente por nuestros televisores día y noche.
Uno de esos casos de series olvidadas pero de una calidad arrolladora y de las pocas que aún tratan con inteligencia al espectador es Patriota (Patriot en inglés), una cruda comedia negra sobre un agente de secreto con depresión al que todo le sale mal. Su padre, un alto cargo de la CIA en los Estados Unidos, le encarga desarrollar misiones en el extranjero fuera de los límites legales y con el conocimiento cómplice del Gobierno con el objetivo de desestabilizar potencias nucleares como Irán. Pero el protagonista, John Tavner (que usa el nombre falso de John Lakeman), se ve cada vez más frustrado con estos trabajos. ¿Su única forma de desahogarse? Componiendo canciones de folk en las que narra sus experiencias como agente doble.
De Patriot sorprenden principalmente dos elementos: su reparto y la brillantez de su guion. En el primer bloque encontramos a un perfecto Michael Dorman (El hombre invisible), quien regala una actuación magistral como ese pobre "hombre triste en traje" (título de uno de los episodios) al que todo el mundo quiere abrazar para que deje de sentirse tan solo. A él le acompaña un veterano de la televisión como Terry O'Quinn, el inolvidable John Locke de Perdidos, quien encarna al padre de John, Tom Tavner, un señor que a pesar de su afabilidad y cordialidad es, en realidad, un progenitor que explota las habilidades de su hijo a costa de su integridad física y psicológica para lograr objetivos que, según él, ayudarán a la nación.
A ellos se le suma Michael Chernus (Capitán Phillips) en el papel de hermano de John, un congresista estadounidense que va a todos lados con chándales de colores chillones; Kathleen Munroe (C.S.I. Nueva York), la esposa del protagonista, una mujer que poco a poco descubre que su marido es en realidad un agente doble que a veces actúa como sicario al servicio de la patria; Kurtwood Smith (RoboCop), otro veterano de la televisión, el jefe insoportable y excocainómano de John, un tipo que no para de hablar de cosas incomprensibles como las dinámicas estructurales de flujo o las barras de tuercas de golondrinos y chapas de faja vasija; Chris Conrad (Perpetual Grace, LTD), el amigo llorón y algo bobalicón de John que trata de sacarle de más de un apuro pero lo único que consigue es complicar sus misiones; y Julian Richings (El hombre de acero), el inquietante Peter Icabod, un personaje al principio hostil y al final achuchable que sufre una de las evoluciones más interesantes que recuerde en un personaje secundario.
El otro elemento que convierte a Patriot en esa serie perfecta que aún no has visto es su guion. Está plagado de un certero humor negro y de una historia tan enrevesada que resulta difícil no perderse. El creador Steve Conrad y su equipo de guionistas han decidido jugar al desconcierto: para ello fraccionan el espacio-tiempo, mezclan flashbacks con presente a su antojo y muestran algunas secuencias desde diferentes perspectivas, plagándolo todo de momentos delirantes y a veces surrealistas que son tan cínicos y devastadoramente divertidos que solo pueden corresponderse con una sincera carcajada. Además, son un reflejo en forma de crítica constructiva de la decadencia moral de cierta política exterior de Estados Unidos.
Patriota mezcla de forma perfecta el drama personal del pobre John Lakeman, de quien no podemos sino compadecernos, con la relación tensa y destructiva –que luego desemboca, curiosamente, en afectividad– que establece con sus cada vez más extraños compañeros de viaje. A eso se le suma el arco evolutivo de la trama de los personajes secundarios, la combinación equilibrada de thriller y acción y una perfecta banda sonora compuesta por canciones del propio Michael Dorman y por temazos de Bob Dylan, Don McLean, Bestie Boys, Caetano Veloso, Vashti Bunyan y Allan Wachs, entre otros tantos.
Decir que Patriota es la mejor y más original serie que aún no has visto es, probablemente, quedarse corto. Te animamos a que te atrevas con ella y disfrutes de sus dos únicas temporadas (la tercera, probablemente, nunca verá la luz porque nunca llegó a tener el público que merecía y Amazon decisión cancelarla). Puedes encontrarle en el catálogo de Prime Video.