¿Qué supone que Disney opte por el streaming en vez de por las salas de cine?

Probablemente habrás leído recientemente que Disney ha cambiado su estrategia de creación de contenidos para apostar aún más por el streaming. ¿Significa eso que dejaremos de ver sus películas en la gran pantalla? No necesariamente, aunque las cosas ya no serán como antes. Seguramente una película como Los Vengadores sí que pisaría una sala, pero quizás no sería igual con el remake live-action de El Rey León. O la próxima película de Pixar, Soul, que ya se estrenará directamente en Disney+ como pasó con Mulán.

Bob Chapek, el CEO de la Casa del Ratón, ha confirmado que debido a la pandemia su empresa se está reestructurando. Esa transformación implica una división: la creación de un departamento dedicado solo al desarrollo creativo de proyectos y al rodaje de los mismos, y otro centrado exclusivamente en encontrar las mejores vías de vender esos productos terminados. Un área creativa y otra de marketing, básicamente, que no deberían cruzarse entre sí.

Chapek ha sido claro en sus declaraciones: dijo saber que los tiempos están cambiando, que a la gente le encanta ir al cine, pero que Disney debe adaptarse a todo lo que está ocurriendo en el mundo –en clara referencia a la pandemia– y por ello deben mirar por sí mismos y el beneficio de su multinacional, así como por la seguridad y la felicidad de los consumidores. Aunque eso implique asfixiar hasta la muerte a los exhibidores.

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Precisamente ese departamento de marketing recién creado ha sido visto con mucho recelo entre los propietarios de los cines, pues es el que se encagará de valorar si estrenar tal o cual película en una sala funcionará más o menos que lanzarla directamente en Disney+, con las trágicas consecuencias económicas que esta segunda decisión podría tener para los cines.

"No diría exactamente que esto sea una respuesta directa a la COVID-19", explicó Chapek. "Diría que la COVID-19 ha acelerado la velocidad con la que se ha puesto en marcha esta transición, pero iba a ocurrir igualmente". La estrategia de Disney a medio-largo plazo era dar prioridad a sus plataformas de contenidos –entre ellas su buque insignia, Disney+– y dejar las salas de cine para taquillazos seguros, con las películas de Star Wars o algunos esperados lanzamientos del MCU. Algo parecido a lo que hace Netflix.

Ahora, sin embargo, ese proceso se ha acelerado y probablemente tendremos que conformarnos con ver en la pantalla de nuestro salón las películas que desde hace meses esperábamos ver en el cine, incluidas algunas de Lucasfilms, Fox y Marvel. Las primeras en caer han sido Mulán (cuyos beneficios conoceremos en noviembre) y Soul, que llegará a Disney+ en exclusiva el 25 de diciembre. En resumen: a partir de ahora tendremos muchísimos más contenidos en streaming y muy pocos en los cines.