‘El juicio de los 7 de Chicago’: la película más militante de Netflix está destinada a asaltar los Óscar

Aaron Sorkin dirige a Joseph Gordon-Levitt, Sacha Baron Cohen y Eddie Redmayne en esta adaptación de un suceso real ocurrido entre 1968 y 1970

(De izq a der) Jeremy Strong, John Carroll Lynch y Sacha Baron Cohen en una escena de 'El juicio de los 7 de Chicago' / Nico Tavernise (Netflix)

Aaron Sorkin es sinónimo de calidad. Siempre. El guionista de La red social, ganador de un Óscar por escribir para David Fincher el biopic sobre el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha dado el salto a la dirección con El juicio de los 7 de Chicago, la película más militante y combativa de Netflix, un llamamiento generacional a movilizarse contra la injusticia en una época marcada por la cada vez más acusada brecha ideológica y las protestas sociales. Un momento ideal para estrenar la película, a solo unas semanas de las elecciones del 11 de noviembre en Estados Unidos y en pleno fervor por las marchas del movimiento Black Lives Matter.

Lo curioso de esta cinta es que a pesar de contextualizarse entre 1968 y 1970, fecha en la que diferentes grupos de sindicatos estudiantiles y rebeldes hippies se movilizaron contra el servicio obligatorio en la Guerra de Vietnam y fueron llevados a juicio por enfrentarse a la policía, su mensaje tiene una tremenda actualidad social. Vemos el juicio de esos 7 chivos expiatorios, todos acusados de ser unos violentos y, por poco, unos terroristas, y percibimos la lacra que supone tener un sistema judicial discriminatorio con quienes marchan por defender sus derechos y libertades. En el juez Julius Hoffman vemos representadas las palabras de Donald Trump sobre los manifestantes: "¡Son unos agitadores!". Han pasado 50 años desde que ocurrieron estos hechos y parece que estamos en el mismo punto.

El que retrata la película de Sorkin es quizás uno de los pasajes más vergonzosos de la historia de América. Lo tiene todo: un Black Panther acusado falsamente de asesinar a una persona (luego resultó ser declarado inocente); un grupo de estudiantes acusados de antipatriotas por acudir a una marcha pacífica; el sensacionalismo provocado por Abbie Hoffman y Jerry Rubin, dos de los encausados, unos tipos con una personalidad tan excéntrica y arrolladora que darían para una serie de televisión cada uno; un juez que ya ha dictado sentencia antes incluso de empezar la vista oral; un Fiscal General que sabe que está siendo instrumentalizado para un caso que parece más bien un teatrillo.

La habilidad de la película reside esencialmente en explotar el conflicto ideológico entre dos de sus personajes, Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen) y Tom Hayden (Eddie Redmayne), el primero un revolucionario radical y el otro un socialista moderado; dos personajes aparentemente antagónicos que quieren cambiar el sistema por vías diferentes. El primero opta por las marchas, las margaritas y unas ideas de corte marxista y antisistema que brotan del Flower Power; el segundo, por un socialismo real y transitorio que establezca un sistema equitativo e inclusivo. Sorkin expone ambos planteamientos, y quizás la personalidad de cada uno de ellos es lo que engrandezca el mensaje político de El juicio de los 7 de Chicago.

El juicio de los 7 de Chicago aprovecha todos los elementos a su alcance para construir un brillante drama judicial sobre la necesidad de regenerar las instituciones democráticas. El objetivo de Sorkin es el mismo que ha tenido en películas o series tan excelentes también escritas por él, como El ala oeste de la Casa Blanca, The Newsroom o Algunos hombres buenos: poner a cualquiera que tenga un mínimo de conciencia política y ética en una situación incómoda. ¿Vamos a permitir esta injusticia?

El grupo de jóvenes fue condenado a varios años de prisión y altas multas, pero finalmente el paripé político de los Chicago Seven fue desestimado por el Tribunal de Apelaciones del país, certificando que los jóvenes fueron a las marchas pero estaban lejos de ser unos agitadores: fue la policía quien cargó primero contra ellos. Todos los implicados quedaron en libertad sin cargos y sin tener que pagar una sola multa. El sistema judicial más poderoso del mundo había fracasado en su intento de politizar el juicio, certificando así lo que muchos presuponían: todo era una táctica política para criminalizar las movilizaciones sociales. Aaron Sorkin nos pone contra el dilema y nosotros, independientemente de nuestra ideología, debemos sacar nuestras propias conclusiones. ¿Funciona el sistema?

El juicio de los 7 de Chicago está protagonizada por Sacha Baron Cohen (Borat), Eddie Redmayne (La teoría del todo), John Carroll Lynch (Fargo), Mark Rylance (El puente de los espías), Joseph Gordon-Levitt (Origen), Frank Langella (El desafío - Frost contra Nixon) y Jeremy Strong (The Gentleman. Los señores de la mafia). La escribe y dirige Aaron Sorkin y produce Netflix, que la estrena este 16 de octubre de 2020 en su plataforma después de una semana en cines.