Jason Blum, el productor más rentable de Hollywood, nos revela el secreto de su éxito
Conversamos con el superproductor de Blumhouse Productions, tres veces nominado al Óscar, quien presenta su nueva película: la secuela de 'Jóvenes y brujas'
Jason Blum es uno de los nombres más potentes de la industria de Hollywood. Es el responsable de Blumhouse Productions, la compañía que ha financiado éxitos como Whiplash, el debut de Damien Chazelle; Paranormal Activity, la película de terror más rentable de la historia del cine; Infiltrados en el KKKlan de Spike Lee o Déjame salir, la estupenda cinta de terror psicológico que ha catapultado a la fama a Jordan Peele.
Sus tres nominaciones a los premios Óscar acreditan que es uno de los magnates más importantes de la industria estadounidense. Su modelo de negocio se basa en producir taquillazos con presupuestos reducidos. Múltiple, por ejemplo, le costó 40 millones de dólares y recaudó más de 270 en todo el mundo. Insidious costó millón y medio y se alzó con casi 100. Este mismo 2020 hizo El hombre invisible con 7 millones y el acumulativo mundial oscila entre los 110 y 120 millones de beneficios. ¿Entendéis por dónde van los tiros?
El próximo proyecto de Jason Blum se llama Jóvenes y brujas, una cinta que se estrenará en cines este mismo viernes, a pesar de que en Estados Unidos se ha lanzado directamente en plataformas de vídeo bajo demanda. Se trata de una secuela de la exitosa Jóvenes y brujas de 1996, aquella fresca aunque inquietante cinta de terror fantástico adolescente en la que un grupo de chicas hacía rituales satánicos y obtenía superpoderes que provenían del más allá.
¿Qué diferencias vamos a encontrar en esta Jóvenes y brujas: El conjuro respecto a la película de 1996?
Hace 24 años la villana era una mujer y en este caso va a ser un hombre. Esa es la mayor diferencia. Pero principalmente lo que hará esta nueva versión de Jóvenes y brujas es reexaminar los temas de la película original con las lentes de 2020, que son completamente diferentes a las de entonces.
Estamos acostumbrados a ver tu nombre en producciones de terror, y esta cinta tiene un componente más fantástico que de miedo. ¿Qué es lo que más te atrae del universo de Jóvenes y brujas?
Estoy de acuerdo: creo que tiene ambos elementos. Un poco de fantasía, un poco de terror. Lo que me encanta es la magia, la idea de que un grupo de mujeres pueda adquirir unos superpoderes de manera colectiva; ese concepto me parece muy interesante. Es una época adecuada para echar la vista atrás y analizar de nuevo esas ideas y verlas desde un prisma distinto.
En la cinta original veíamos a estas actrices adolescentes vestidas con ropa gótica, muy maquilladas, el pelo teñido del negro más oscuro, y aquí sin embargo tenemos a un grupo de chicas new age que visten como salidas de un vídeo de TikTok. Como productor sabrás que los fans son muy conservadores. ¿Es difícil adaptar un clásico y no perder la esencia por el camino?
Es muy difícil porque sabes que existe la posibilidad de decepcionar a los fans y que la gente se enfade. Por eso hablamos con muchos directores sobre cómo debía lucir la película, y la verdad es que la versión de Zoe [Lister Jones] me atrapó. Nos entregó la película prácticamente como la verás ahora en los cines. Y eso me encantó. Creo que ha creado una historia y una visión que merecen la pena ser contadas como secuela. Se que habrá gente a la que no le guste, pero espero realmente que más personas que estén contentas con el resultado.
¿Qué necesita una película de terror para ser un éxito?
Una cinta de terror necesita una buena historia y grandes interpretaciones con excelentes actores. Si tienes todo eso automáticamente se convertirá en una película de miedo y será un éxito.
Existe esta idea en Hollywood de que si haces un taquillazo el siguiente tiene que ser más caro. En Blumhouse Productions no estáis en esa dinámica: tenéis presupuestos medios y bajos con éxitos comerciales apabullantes. ¿Dónde está el secreto?
Una de las cosas que nos hacen tener tanto éxito es que no tenemos la tentación de hacer películas más caras. Estamos cómodos con presupuestos bajos. Eso por un lado. Y por otro, ninguno de nosotros gana dinero por adelantado. Ni el director, ni los productores, ni los actores: todos recibimos nuestro salario si la película es realmente un éxito. Ahí está el secreto. Y también en que tenemos un equipo estupendo en la empresa y que cada decisión que tomamos de hacer una nueva película pasa por un proceso en el que todos debemos asegurarnos de que nos gusta y coincidir en que es lo suficientemente aterradora. Pero lo más importante es que sea original.
Hace unos días conocimos que Universal y MGM se plantearon la posibilidad de vender Sin tiempo para morir a Apple y Netflix. Luego resulta que recularon y la película ya no estaba a la venta. En la situación que vivimos... ¿Crees que los servicios en streaming y las plataformas de vídeo bajo demanda van a ser el salvavidas de las majors?
O el salvavidas o la muerte. No lo tengo muy claro. Quizás sea su muerte (risas).
Pero más allá de eso... ¿Van a tratar de adaptarse a la situación y estrenar más en streaming?
Es que no pueden sobrevivir como productores para los servicios de streaming. No pueden hacerlo. Personalmente creo que su supervivencia no depende de aliarse con los streamers, sino de ser capaces de pivotar sobre las plataformas de VOD (Vídeo Bajo Demanda) estrenando contenidos premium, como hace Jóvenes y brujas en Estados Unidos. El 13 de noviembre, por ejemplo, tenemos una película de Vince Vaughn, Este cuerpo me sienta de muerte, que también se estrena en VOD premium. Creo que ese es el futuro y solo existen dos opciones: aliarse con los streamers o pivotar y que los estudios sigan distribuyendo sus propios contenidos. En el momento en el que estrenen a través del streaming estarán perdidos porque perderán su razón de ser.
Sin embargo, hagan lo que hagan, nuestros hábitos de consumo van a cambiar con la pandemia...
Sí... Pero en realidad es difícil saberlo. Creo que las ventanas de distribución van a ser cada vez más limitadas y que las películas van a pasar cada vez menos tiempo en los cines.
La situación de los cines en España es demoledora, pero parece que en Estados Unidos es incluso peor. ¿Reciben ayuda los exhibidores? ¿Cómo lo estáis viviendo?
No creo que el gobierno esté dando dinero a los cines de momento. No sé siquiera si lo harán. Nosotros lo que hemos hecho ha sido mantener ese modelo de negocio de bajo presupuesto y restringir temporalmente cualquier producción que supere un coste más elevado del habitual. Hemos apostado por la distribución digital y aún tratamos de sacar películas en los cines, como el caso que te comentaba de Este cuerpo me sienta de muerte. ¡Lo seguiremos haciendo y esperamos que alguien vaya a una sala y pague por nuestros productos!