Javier Cámara: “Es más fácil desnudarse físicamente que emocionalmente”
El actor presenta la película 'Sentimental', una brillante comedia negra sobre una pareja en decadencia a la que sus vecinos le ofrecen tener sexo
Javier Cámara es un actor todoterreno que bien se marca un papelazo en series de HBO del calibre de El joven papa o El nuevo papa junto a veteranos como Jude Law y John Malkovich, o que bien firma una comedia independiente con la marca España. Es un artista internacional y polifacético, pero lo más importante: es un actor con mucho talento para el humor. No todos pueden alardear de ello.
Cámara presenta Sentimental, la nueva película de Cesc Gay (Truman), una despiadada comedia negra sobre una pareja madura que no pasa por su mejor momento: la incomunicación, la rutina, la falta de relaciones íntimas y de confianza los ha convertido en extraños que viven bajo el mismo techo. Sin embargo, cuando Ana (Griselda Siciliani), la mujer de Julio (Javier Cámara), invita a sus vecinos, Salva (Alberto San Juan) y Laura (Belén Cuesta), para enseñarles el piso, estos le harán una propuesta que pondrá contra las cuerdas su matrimonio y su forma de ver las relaciones: montar una orgía.
Lo primero que me gustaría preguntarte es por el título de la película. Sentimental. Porque a priori ninguno de los personajes, quizás Ana, es el prototipo que tenemos de personaje sentimental. De hecho, el título de la obra teatral es Los vecinos de arriba...
Nosotros se lo preguntamos también a Cesc: ¿Sentimental por qué? Es un título precioso, porque además es Sentimental [con acento] en inglés, que da mucho juego, aunque luego escogieron otro título [The People Upstairs]. Él nos dijo que era el título original que puso cuando estaba escribiendo la historia. Luego en el teatro lo cambió a Los vecinos de arriba. E imagino que viene porque aunque el sexo esté presente y hablemos de las relaciones de pareja, de las orgías y de hasta dónde uno puede llegar o debería abrirse o no en la pareja, realmente estamos hablando de sentimientos.
Tu personaje utiliza la ironía para defenderse constantemente. ¿Se siente atacado por los demás? ¿Es un hombre acomplejado?
Yo creo que has dado en el clavo. Tal cual. Es un tipo que está sufriendo, que no sabe cómo manejar esa bomba de relojería que es su esposa. Es una mujer bella, una tía estupenda, tienen una niña preciosa y les ha ido bien durante un tiempo pero las frustraciones suyas respecto a no hacer de la música su carrera le han atormentado. Él sabe que no lo ha hecho bien, pero su forma de defenderse es el sarcasmo, la ironía, y no quiere reconocer su culpa. Creo que hay bastante culpa en los dos, pero sobre todo en él.
¿Qué crees que podemos aprender de su evolución? ¿Qué moraleja extraes de Sentimental?
A mí me gustaba este concepto de desnudarse físicamente en la película: todo el rato están en ese plan de 'venga, vamos a follar'. Pero eso es fácil porque al fin y al cabo tan solo depende de los prejuicios. Sin embargo, en el fondo es más fácil desnudarse físicamente que emocionalmente. Y creo que la moraleja de la película me enseña a mí, personalmente como actor, a que es más difícil desvelar las emociones que tu cuerpo.
¿Hay lugar para la esperanza en la relación Julio y Ana? ¿Cómo podrían ser más felices?
Yo creo que cuando las cosas están complicadas las terapias de choque son un 50/50. Para bien o para mal. Esa noche ellos se enfrentan a una terapia de choque sin pretenderlo ni querelo, y es entonces cuando se encuentran con su relación de frente, pero sobre todo con una pareja que es feliz, que es libre, libérrima, y que hace lo que les da la gana y tiene una relación maravillosa. Se enfrentan con una nueva realidad. Creo que cuando vas a casa de unos amigos ves el espejo de lo que tú no tienes o incluso valoras más lo que tienes. Empiezas a ver cómo educan a sus hijos y dices, 'uy, cómo le ha dicho eso'. Ves rápidamente el mal en el otro antes que en ti.
Nos cuesta aceptar y ver nuestros errores...
No es que no puedas verlos, no es una cuestión de ejercicio mental que en la que digas 'no, yo no quiero ver mi mal'. Es que lo ves muy fácil en el otro. El ejemplo del otro siempre es más interesante: si lo pasa bien, si lo pasa mal, si disfruta, si sufre, si tiene más actividad sexual o no, y percibes hasta las sutilidades, mientras que en ti es complicado verlo. Y lo peor es que nadie te lo va a decir porque es muy hiriente revelar la verdad a una persona. En este caso estamos ante dos parejas que se dicen muchas cosas pero por debajo hay otro río de lava caliente.
Quizás sea retorcer demasiado las comparativas, pero me ha recordado mucho a esta trilogía de la incomunicación de Antonioni, o incluso a la relación que tenían Richard Burton y Elizabeth Taylor en Quién teme a Virginia Woolf. Aunque no tengan nada que ver, detrás de la historia realmente se encuentra dolor, aislamiento y malestar.
A mí lo que me sorprendió de una película como Eyes Wide Shut de Kubrick es que después de toda esa parafernalia de disfraces, de pensamientos oscuros, de deseos personales, llega Nicole Kidman a su marido, Tom Cruise, y le dice 'mira, hubo una vez que vino un tío y estuve a punto de...'. Esa declaración de los dos fumándose un porro me parece más aterradoramente sincera que todo lo que cuenta la película. Y creo que la historia llega a ese lugar porque está preparando todo para que llegue esa meta y ella le diga: ¿Nos damos una oportunidad, nos dejamos de tonterías y de pensamientos individualistas y nos ponemos a fornicar y a comernos enteros y a disfrutar mucho?
¿Crees que la comedia es la mejor forma de expresar el sufrimiento y la incomunicación?
A mí me gusta mucho la comedia en general. A mí que la gente se ría viendo Sentimental me parece sanador. Si de repente el público se echara llorar con esta peli diría que no vayan a verla porque ahora mismo es un mal momento. Sin embargo, precisamente en malos momentos como estos hay que ver cine así, porque ves que no todo es tan grave, que los demás lo están pasando igual de mal o peor... o incluso mejor (risas). Ves que tú estás ahí en el medio. Hay que disfrutar el momento y reírse mucho.
Me gustaría preguntarte por toda esta situación que está viviendo el cine, con el cierre de salas, la incertidumbre... en fin, qué te voy a contar. ¿Se está moviendo la industria para hacer como Disney y adaptarse definitivamente a un formato de consumo Bajo Demanda? ¿Cómo lo veis vosotros, los actores, desde dentro?
Yo creo que la reconversión es inevitable. El problema es que está llegando muy precipitadamente y nos ha pillado con el pie cambiado. Lo que sí es cierto que la mezcla de talento, de improvisación y de capacidad de movilización que tenemos en esta profesión ha sido y es siempre muy sanadora. Se consume mucha televisión, mucha plataforma y es cierto que ellos son los dueños de toda la historia, pero también nosotros tenemos una gran capacidad de finta futbolística para movernos en esta profesión. Yo confío en el talento, en la capacidad de movimiento que tienen las placas tectónicas que manejan nuestro oficio, y sobre todo en que sea una cuestión colectiva. Si aquí cada uno va por libre defendiendo solo su cotarro va a ser complicado. Va a haber un cambio de paradigma y debemos estar preparados, ser muy dúctiles, porque la cosa se va a poner dura y ya hay mucha gente que lo está pasando muy mal en este sector. Y hablamos de la cultura, pero de lo que deberíamos hablar también es de la educación, de la sanidad, etcétera. Nuestro sector va a tener la posibilidad de recomponerse. Lo llevamos haciendo desde los griegos.
¿Qué futuro le vemos a la cultura en este país a medio-largo plazo con los políticos que tenemos? ¿Dónde entra la cultura, el cine en concreto, en esta situación de caos, falta de acuerdos y trincherismo político?
La cultura está para hacer preguntas. Va a seguir cuestionando al poder. Va a seguir siendo una avispa que pique. Y más en estos momentos en los que se están haciendo tantas cosas mal. La cultura debe ser el signo de los tiempos. Tiene que lanzar preguntas y, evidentemente, va a ser complicado encontrar las respuesta. Pero es que no estamos aquí para darlas, sino para cuestionarnos hacia dónde va la cosa.
Sentimental se estrenará en cines el 30 de octubre de 2020.