Especial
Michael J. Fox confiesa que hace dos años pasó por “el momento más oscuro de su vida”
El actor de 'Regreso al futuro' padece parkinson desde 1990, y su historia está marcada tanto por fuertes declives psicológicos como por grandes momentos de esperanza
La tremenda revelación que ha hecho Michael J. Fox en su cuarto libro de memorias, No hay otro tiempo mejor que el futuro, es para que se te pongan los pelos como escarpias. La otrora estrella juvenil de Regreso al futuro padece parkinson desde 1990, una carga que le ha llevado a tener serios problemas con el alcohol (sobre todo en los primeros años de diagnóstico, cuando tenía 29 años) y a hacer que se replanteara todo, incluso su vida, en varias ocasiones.
Una de esas 'ocasiones' ocurrió hace dos años, en 2018, cuando a Fox le detectaron un tumor muy cercano a la espina dorsal. Era benigno, pero se extendía con tanta rapidez que debían atajarlo cuanto antes.
El problema era que estaba tan cerca de los nervios de la columna vertebral que cualquier error en el quirófano podría haberlo dejado paralítico. Gracias a Dios, la operación salió bien, pero tuvo que pasar cuatro meses de rehabilitación y aprender a caminar de nuevo. Todo un suplicio para alguien que ya tenía suficiente con la carga del parkinson desde hacía casi treinta años.
Michael J. Fox se recuperó del duro bache, pero él sentía que la vida lo estaba tratando injustamente. Fue entonces cuando Spike Lee (Haz lo que debas) lo llamó para hacer un cameo en una de sus películas (no especifica cuál, pero probablemente sería o Infiltrados en el KKKlan o el drama Pass Over). La misma mañana del rodaje Fox estaba solo en casa y tuvo un percance: se resbaló en la cocina y cayó contra el suelo, con la mala fortuna de que se partió un brazo.
Una trágica sucesión de hechos
"Me partí. Estaba tirado contra el suelo de mi cocina, esperando que llegara la ambulancia, y me sentí como 'esto es lo más bajo que puedo caer'", revela en una entrevista con la revista People. "Fue entonces cuando me replanteé todo. Como, 'no puedo ponerle buena cara a esto. No hay nada positivo en esto. Solo existe la culpa y el dolor'", añade.
El parkinson, la espalda, el brazo: todo jugaba en su contra. En sus memorias también señala que ya no puede la guitarra y que muchas veces tiene problemas para recordar las líneas de sus guiones. Ese cocktail de desesperación e impotencia hizo que se planteara rendirse para siempre. En ningún momento dice lo que todos pensamos, pero sabemos a qué se refiere. Por suerte Michael J. Fox también superó ese bache psicológico, lo que lo convierte en un hombre invencible ante la adversidad.
"El optimismo entronca con la gratitud", explica en la misma entrevista. "El optimismo se sustenta y mantiene cuando eres agradecido, y lo que sigue a eso es la aceptación. Aceptar que las cosas han ocurrido de una forma, y que las asumes tal y como vienen [...] No significa que las tengas que aceptar como un castigo o una penitencia, sino ponerlas en el lugar que deben estar. Entonces debes ver cuánta vida te queda y aceptar que debes seguir adelante".
En 2021 Michael J. Fox cumplirá 60 años, y aunque ya no es la estrella que era, sigue siendo una de las leyendas del cine vivas más importantes de todos los tiempos. Además, el actor ha demostrado que se puede ser un auténtico ejemplo de autosuperación y supervivencia, aunque eso no exime a los más fuertes de pasar por momentos difíciles.