Especial
David Fincher desata la polémica por sus críticas a ‘Joker’: “Es una traición a los enfermos mentales”
El director también llamó "arrogante" y "delirante" a Orson Welles, uno de los protagonistas de su nueva película para Netfilx
David Fincher es uno de esos directores que no se corta un pelo a la hora de decir lo que piensa. Ya llamó "arrogante" y "delirante" al que para muchos fue el niño mimado de Hollywood de los años 40: Orson Welles, el genio detrás de Ciudadano Kane. Unas críticas que no sentaron demasiado bien a los fans del cineasta, uno de los grandes adalides de la libertad del autor frente a las majors, quien acabó siendo un apestado en la industria y tuvo que "exiliarse" a Europa para poder seguir financiando sus películas.
El cineasta, autor de películas como El Club de la Lucha, Seven y Zodiac, acaba de firmar un contrato multimillonario con Netflix que le obliga a producir cintas para las compañía durante los próximos 4 años. Además, tiene pendiente de estrenar Mank, un brillante aunque cruel retrato de la pompa artística del Hollywood de los años treinta y cuarenta que probablemente entre de cabeza en los premios Óscar del año que viene. Cualquier polémica es buena para generar publicidad.
Por eso el último dardo envenenado de Fincher contra la industria parece estar perfectamente calculado. Tiene que ver con Joker, la oscarizada película de Todd Phillips que le ha granjeado su primer (y bien merecido) Óscar a Joaquin Phoenix (Gladiator).
El director ha considerado que Joker es una película menor que debe todo su éxito a El Caballero Oscuro de Christopher Nolan. Sin ese precedente de éxito y el fenómeno de masas que despertó, Fincher considera imposible que la compañía hubiese financiado una película así. "Estoy seguro de que Warner Bros. pensó que con un presupuesto concreto, con el reparto ideal y con Robert De Niro en el barco, podría ser un doble o un triple. Pero no me imagino que esta película la hubiesen estrenado en 1999", explica en una entrevista con el británico The Telegraph.
Además, el director considera con cierta ironía que Joker es una mezcla poco sutil entre Taxi Driver y El rey de la comedia, dos películas de Martin Scorsese protagonizadas por De Niro. "No creo que nadie que hubiera visto ese material y pensado: 'Sí, vamos a coger a Travis Bickle [Taxi Driver] y a Ruper Pupkin [El Club de la Comedia] y a hacer una mezcla, y luego atraparlos en una traición a los enfermos mentales y de paso sacar mil millones de dólares", expresó el director.
"Trampa" y "traición a los enfermos mentales". Dos formas muy despectivas de referirse al Joker de Phillips que no han gustado nada en los despachos de Warner.