Carmen Maura estalla contra la política: “Mientras el mundo está de ERTE otros cobran dietas”

La actriz se mostró muy defraudada en Liarla Pardo, el programa de La Sexta, y propuso un castigo para quienes no son capaces de llegar a acuerdos

Carmen Maura acude al festival de Locarno, en Suiza, en agosto de 2015 / Vittorio Zunino Celotto (Getty Images)

Carmen Maura ha estallado ante la crisis política y sanitaria que vive España. La actriz, conocida por ser una de las denominadas Chicas Almodóvar, participó ayer en el programa de La Sexta Liarla Pardo y soltó unas duras declaraciones cuando Cristina Pardo le preguntó por la situación que atraviesa el país.

"Lo más peligroso es todo el bochinche de los que mandan. No se puede llamar de otra manera", explica la actriz. "Si quieres que te diga la verdad, nunca he sido de meterme en política. Recuerdo la época de la Transición donde hasta mi madre se hizo socialista, pero luego he sido bastante normal", relata la actriz, cuatro veces ganadora de un Goya.

"Nunca he sentido tanto como ahora esa manía que le tengo a los políticos. ¿Por qué debemos tener tantísimos? Tantos asesores, tantos ministerios... ¿Para este resultado?", se pregunta Maura, quien critica que no sean capaces de ponerse de acuerdo en una situación de crisis sanitaria como la que vive España por culpa del coronavirus.

"Me parece increíble todo el día estén discutiendo. Son todos iguales. Y que estén así con el problema que tenemos... ¡Dios mío! Es muchísimo más gordo que todo eso. Poneos de acuerdo, aunque sea de momento", pide la coprotagonista de Mujeres al borde de un ataque de nervios y Volver, que recientemente ha estrenado Alguien tiene que morir en Netflix.

Entre risas y verdades como puños, ha propuesto un castigo: "Yo no sé si tanto como dejarles a base de pan y agua, pero sí que les metía en un ERTE de menos sueldo. Mientras todo el mundo estaba en ERTE los políticos seguían cobrando sus dietas".

Estos comentarios ya se han ganado adeptos y detractores. Hay quien acusa a Maura de utilizar un argumento reduccionista del estilo "todos son iguales" cuando, evidentemente, no es así. Otros, independientemente de su ideología, consideran bastante acertadas sus palabras, revelando el hastío de la población ante el bloqueo político y las trifulcas ideológicas.