

Malas Calles (1973)
1 de 12 Al ritmo de Jumpin' Jack Flash de los Rolling Stones y el Be My Baby de The Ronnettes, dos jóvenes italoamericanos, Charlie (Harvey Keitel) y Johnny Boy (Robert De Niro), recorren las sucias y peligrosas calles de los barrios bajos de Nueva York cobrando a morosos. Violenta, llena de energía y rodada en poco más de veinte días con muy bajo presupuesto, Malas Calles supuso la primera incursión de Scorsese en el cine de mafiosos. El conflicto moral religioso, la corrupción y las drogas, temas recurrentes en sus grandes películas posteriores, ya empezaban a aflorar. Su final abrupto, radical y extremadamente violento fue un shock, y aún hoy recuerda a la versión más extrema de Quentin Tarantino en Reservoir Dogs.