El misterioso monolito de Utah desaparece sin dejar rastro
La comunidad científica se quedó descolocada ante el hallazgo, que recuerda a la trama evolutiva de la película de Kubrick '2001: Una odisea del espacio'
Utah se convirtió hace una semana en el centro de atención mediático, y poco tenía que ver con las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La razón es más bien esotérica. Quizás científica. O puede que artística. Para algunos tenía que ver con extraterrestres o algún tipo de inteligencia superior, pero todo apuntaba que se trata de algún artista que haya visto muchas películas de Stanley Kubrick.
Durante un vuelo de reconocimiento, un grupo de agentes del Departamento de Seguridad Pública de Estados Unidos hallaron por casualidad un misterioso monolito en el sureste de Utah. Rodeado de montañas, insertado en suelo y de un color grisáceo brillante, casi platino, aquel inquietante objeto recordaba a la obra maestra de ciencia ficción de Kubrick, 2001: Una odisea del espacio.
Sin embargo, este extraño objeto no para de dar sorpresas, e igual que lo encontraron, ha desaparecido sin dejar rastro. Una noticia que ha dejado descolocados a todos los que seguían dejándose los sesos en averiguar por qué aquel plateado monolito apareció en mitad de Utah.
El viernes fue retirado por "una parte desconocida", en palabras de la Oficina de Administración de Tierras del estado, lo que acrecienta (más si sabe) el hallazgo y su componente esotérico-místico.
Un hallazgo kubrickiano que remite a 2001
En la película un grupo de primates descubría en el desierto un enorme monolito que, según sugiere Kubrick, les servía como herramienta evolutiva. Al entrar en contacto con el objeto, que en la película era negro como el carbón, los monos empezaron a ser conscientes de sí mismos y de sus capacidades para dominar al resto, dando lugar a una de las primeras etapas de la evolución de nuestra especie.
Kubrick sugería que este objeto provenía del espacio, de una inteligencia infinitamente más avanzada a la nuestra que lo colocó ahí como guía para llevar a la Humanidad a un estadio de inteligencia superior. Ese monolito se encontraba millones de años después, en 2001, en la Luna, y luego un tercero en la órbita celeste de Júpiter.
La cosa más extraña que han encontrado
Los agentes que han encontrado este monolito se han sorprendido por las similitudes que tenía con el de la película de Kubrick: "Ha sido la cosa más extraña con la que me he encontrado en todos mis años de vuelo", reconoce uno de ellos, Bret Hutchings.
"Uno de los biólogos lo vio mientras volábamos por encima. Estaba en plan: 'Wow, wow, wow... ¡Dad la vuelta! ¡Dad la vuelta!', y yo respondí: '¡Qué!'. Y él decía: 'Hay una cosa ahí atrás y debemos echar un ojo'. Pensamos que podía tratarse de algo de la NASA. ¿Quizás un resto de un satélite?".
Lo cierto es que poco se sabe de este extraño objeto. De momento, ninguna de las personas que lo han tocado se ha convertido en un feto espacial ni ha adquirido poderes extrasensoriales (al menos que sepamos). Según los agentes que lo encontraron, probablemente se trate de una obra de arte de algún fan de Kubrick que haya querido hacer un guiño a 2001: Una odisea del espacio.