Ana Roldán, la presentadora de informativos que sufrió un momento incómodo en directo

Habrá quien piense que ponerse delante de una cámara y mantener el tipo es fácil porque lo vemos a diario en televisión. Pero claro, hay que tener en cuenta que los rostros que nos acompañan cada día saben cómo hacerlo y se han preparado para ello.

Aun así, pueden encontrarse con momentos difíciles de solventar. Bien lo sabe Ana Roldán, la presentadora de la segunda edición del telediario de TVE. En uno de sus últimos informativos, sufrió un inesperado ataque de tos que no pudo controlar.

Acababa de informar sobre las elecciones en Venezuela, que le han devuelto el poder de la Asamblea Nacional a Nicolás Maduro. Roldán tenía que dar paso al siguiente vídeo sobre el secuestro de Jesús Quintana en Colombia cuando le sobrevino una tos incontrolable que no le permitió seguir con su cometido de informar.

A veces vemos a estos presentadores de informativos tan serios y formales que se nos llega a olvidar que son humanos y, como tales, pueden sufrir algún tipo de percance.

Imposible seguir

“Perdón…”, decía, pero ante la imposibilidad de continuar hablando, el realizador del programa decidía dar paso al vídeo sin la introducción de la periodista. Seguro que en ese momento debió pensar aquello tan recurrente de ‘tierra trágame’. Pero son situaciones naturales que hay que entender cuando hablamos de un directo. No es la primera ni será la última presentadora a la que le ocurre algo parecido.

En redes, en seguida se hicieron eco del suceso como ocurre siempre que hay un suceso poco habitual. Unos se solidarizaron con la presentadora y entendieron que es algo que puede sucederle a cualquiera.

Otros, sin embargo, recurrieron a la ironía para destacar que semejante momentazo había ocurrido justo después de haber estado informando sobre lo que está sucediendo en Venezuela con sus elecciones.

Y como para gustos, los colores, y para ironía, twiiter… tampoco faltaba el que le echaba la culpa a ‘la almendra de Fernando Simón’. El caso es que no se trata más que de un incidente puntual que servirá para nutrir los programas de zapping televisivo.