Rebeca Stones: “A las nuevas generaciones no hay que criticarlas sino potenciarlas y ayudarlas”
La influencer publica ‘Sotavento’, una novela de aventuras con mucho mensaje
Rebeca Stones tiene casi un millón de suscriptores en youtube y casi 800.000 en Instagram. Además, fue chica Disney, la hemos visto como actriz en El sabor de las margaritas y ha escrito cuatro novelas. Ah, por cierto, tiene solo 20 años.
La influencer acaba de publicar Sotavento, la historia de Marco, un joven gobernante de una isla que desaparecerá por falta de recursos. Pone en marcha una expedición para buscar un nuevo lugar para sus vecinos y se embarca en una aventura que le cambiará la vida.
Le acompañan, entre otros, su gran amigo, casi hermano, Ronan y Kiara, una médica que en un principio le odia, pero que va cambiando de opinión a medida que le conoce. Finalmente acabará enamorándose de él. Y no es la única. Camilla, una joven que conocen en su camino que tiene que prostituirse para salvar a su familia, también se fija en él. Un trío que dará mucho juego.
Una novela que nos ayuda a evadirnos y viajar en tiempos de tanto confinamiento. Hablar con ella ayuda a entender el sentir de una generación, la Z, a la que pertenece, aunque no se siente portavoz.
20 años y la cuarta novela publicada, ¿no sientes nunca que vas muy deprisa?
No porque mi crecimiento fue super progresivo. Empecé con once años en el mundo de internet y ha sido super progresivo porque llevo la mitad de mi vida, literalmente, en este sector, así que, para mí ha ido todo a su debido ritmo.
Tu nueva novela, Sotavento, ¿la escribiste en cuarentena?
La mayor parte sí, y me ayudó muchísimo porque íbamos super apretados con el tiempo porque al principio iba a escribir otro libro, iba a publicar otra novela y cambié la idea en el último momento. Tuve que empezar de cero otra historia que me motivaba más. Todo ese tiempo lo dediqué a escribir la novela y pude escribir algo bueno en muy poco tiempo.
Qué paradójico que, en tiempo de encierro y confinamiento, escribes precisamente una novela que es mar, es viaje, es exterior… ¿fue tu vía de escape?
Sí, sobre todo imaginarme el mar. Soy de Vigo y el mar para mí es algo que veo casi todos los días de mi vida. Lo primero que hice cuando se acabó la cuarentena fue ir a la playa.
Una de tus protagonistas, Kiara, es médico, ¿fruto de ese protagonismo que tomaron los sanitarios en esos primeros momentos de la pandemia?
No fue por eso, fue porque pensé en los cargos que debía haber en una tripulación y el de médico es indispensable. Al ocurrir todo lo que ocurrió sí es verdad que fue un personaje al que quise dar más protagonismo y se convirtió en una de los principales personajes femeninos.
¿Cuál fue el origen de esta nueva historia?
Un día tuve un sueño, me desperté recordándolo porque suele recordar todo lo que sueño, y me gustó tanto la historia que quise desarrollarla y hacer la escaleta. Creo que tenía tanto tirón que fui uniendo las piezas del sueño con otras aportaciones y dije, ‘vamos a llevarla a cabo’. Vivo los sueños como si fueran una parte más de la realidad, los vivo muy intensamente.
Es una novela de aventuras pero que encierra muchos mensajes, ¿son conscientes?
Sí, la mayoría de ellos sí. Me gusta mucho elegir una temática pero que toque otros temas. El amor siempre está presente en mis publicaciones, pero también hay justicia social, empatía, la crisis medio ambiental a la que nos enfrentamos y toca muchos temas. Es algo crucial para no aburrir al lector y para conseguir que reflexionen sobre la realidad que nos toca vivir.
Partes de una isla que ha acabado con sus recursos y si no encuentra otro lugar, morirá. ¿Una visión premonitoria de lo que nos espera si seguimos tratando así a nuestro planeta?
Es obvio que como sigamos con este ritmo es lo que acabará sucediendo. Todos debemos sentirnos responsables con lo que está sucediendo en el planeta, pero creo que es muy importante que los jóvenes tomen el cambio porque no ha ocurrido con las anteriores generaciones y creo que como jóvenes tenemos una responsabilidad incluso mayor que otras personas para cambiar el futuro porque somos dueños del futuro. Como mi público es mayoritariamente juvenil cero que transmite un mensaje importante para ellos.
Un joven gobernador emprende una expedición para buscar un nuevo lugar, ¿te embarcarías en una aventura así?
Nunca se sabe, pero yo soy muy miedosa y creo que no sería capaz de enfrentarme a todo lo que se enfrentan en la novela. Soy muy cobarde en cuanto a acción, en cuanto veo un problema lo intento evitar, odio meterme en problemas. No creo que pudiese vivir todo lo que viven los protagonistas, pero me encanta escribir sobre ello que en parte es una manera de vivirlo también.
El mar toma protagonismo y constata el respeto que hay que tenerle, ¿algún susto en el mar?
No, pero desde pequeña me han inculcado el respeto al mar porque mi madre sí que tuvo muchos sustos cuando era joven. Llegó a perder un amigo en el mar y desde pequeña tengo claro que hay que sentir amor por el mar, pero también hay que temerle porque es poderoso para bien como para mal. Pero sobre todo hay que cuidarlo.
Marco y Ronan, dos hermanos elegidos, no de sangre, ¿una manera de reivindicar los distintos tipos de familia?
Creo que es muy importante reivindicar que hay muchos tipos de familia y que cada una de las familias que conocemos tiene una historia detrás, muy diferente y por eso no es importante no juzgar las familias que no conocemos. Pero la historia me obligaba a tomar ese camino para que Marco pudiera florecer como personaje y Ronan también, que es mi personaje favorito del libro. Uniéndonos de esta manera forman un equipo imbatible.
Otro de los personajes principales es Kiara, una mujer aparentemente dura y con mucho carácter y principios, ¿se acabaron las mujeres débiles a las que hay que salvar?
Es algo que quería tratar en el libro. Que tuviese protagonistas femeninas fuertes, valientes, poderosas. Mis anteriores libros siempre han tenido voces femeninas fuertes. En este caso es la voz de Marco, pero quería que las mujeres fueran un punto fuerte de la novela y que fueran arrolladoras y fuertes.
No es la única mujer, otra es Camilla que acaba siendo una esclava sexual para salvar a su familia… un tema complicado que siempre genera debate, ¿en qué lugar te posicionas?
Siempre tengo una respuesta ambigua a esta pregunta porque no tengo una respuesta clara. No sé si la solución sería abolir la prostitución si la situación mejoraría o empeoraría, pero lo que sé es que hay que hacer un cambio. Siento que nunca estoy suficientemente documentada para responder.
Al final, el grupo de amigos destaca por su defensa de principios como la autenticidad, la lealtad, la entrega por los demás, la capacidad de sacrificio, el amor a la familia… ¿definen a tu generación?
No me gusta poner voz a una generación porque entiendo que es un grupo muy grande de personas en el que te puedes encontrar de todo. Siempre se dice que esta generación de millenials, aunque yo no estoy en esa generación porque nací en el año 2000, soy más Z… siempre me hago un lío con las generaciones… pero lo cierto es que siempre se tiende a criticar a las generaciones nuevas y no hay que criticarlas sino potenciarlas y ayudarlas porque son los que vivirán nuestro futuro, los que cuidarán de nuestro planeta y hay que darles un voto de confianza y no temerles tanto como les temen, por ejemplo, con nuevos trabajos como el de influencer que es nuevo en esta generación. En vez de criticarlo y en lugar de verlo desde la envidia y la maldad hay que dar un voto de confianza y yo se lo doy a mi generación. Creo que hemos hecho grandes cosas y otras generaciones no lo han hecho. Hemos avanzado en campos como el feminismo, aunque queda mucho por trabajar.
Tanto Marco como Camilla han tenido vidas muy duras y, aun así, mantienen esos principios, ¿eso es realista?
Una buena pregunta… La verdad es que son personajes complejos, pero en ese aspecto quise idealizarlos un poco para que el lector pueda pensar que, a pesar de nuestro pasado, si luchamos por ser buenas personas y tener bondad, se puede conseguir. No puedes ser esclavo de tu pasado o de las decisiones que ha tomado, por ejemplo, tu padre o tu familia. Es difícil, pero se puede lograr y he querido dar ese mensaje.
Hay salseo romántico, ¿los triángulos amorosos siempre funcionan?
Es el primer triángulo amoroso que escribo, estoy nerviosa por ver cómo lo acepta la audiencia porque nunca me he visto en algo así. Me encanta como quedó porque creo que ambos personajes son muy poderosos y muy fuertes y te pueden hacer dudar de cuál perseguirías.
Dos mujeres que se enamoran del mismo hombre pero que no rivalizan entre ellas, una posición muy madura.
Lo tenía claro desde el primer momento, no quería rivalidad. Kiara lo dice explícitamente, ‘yo no voy a pelear con otra mujer por ti’. Es un mensaje que quería transmitir, las mujeres tenemos que dejar de competir y debemos de dejar de luchar entre nosotras. Estamos en el mismo equipo.
Para ser una joven tan conectada, viajas a una realidad donde no existe ese mundo virtual, ¿una desconexión de mente?
No quise ubicar Sotavento para que el lector pudiese viajar sin pensar. Me hacía ilusión volver atrás en este aspecto porque es algo que no había tocado en mis otros libros. Me hizo mucha ilusión hacer un libro sin tecnología y sin estas modernidades que están en nuestro día a día.
¿Cuál ha sido la vez que más tiempo has estado desconectada?
Si te soy sincera, creo que ni un día. Al trabajar con el teléfono tienes que estar siempre alerta, siempre publicando cosas, generando contenido. Es una de las cosas que menos me gustan de dedicarme a esto. Por desgracia no puedo estar desconectada mucho tiempo, a veces me gustaría.
Llevas una década dedicada a las redes sociales, ¿has notado mucho cambio en todos esos años?
Ahora sí que es verdad que con TikTok hay muchos que se hacen famosos de la noche a la mañana, por así decirlo, porque se viraliza un vídeo, pero en mi caso fue progresivo porque empecé en youtube con 10 años y fui poquito a poco. Ha sido tan progresivo y lento que no he tenido ese momento de dificultad de decir cómo ha cambiado mi vida.
Como profesional de este medio, ¿cómo valoras el auge de TikTok este 2020?
Creo que es nº1 en descargas actualmente, es una pasada lo rápido que se ha situado en el mapa. A mí me gusta muchísimo, lo consumo tanto como consumidora como generadora, me gusta mucho. Creo que lo que triunfa es que es contenido muy rápido, como mucho un minuto, y puedes ver muchas cosas en muy poco tiempo y si algo me ha quedado claro es que, a medida que pasa el tiempo, los consumidores de contenido quieren ver mucho en muy poco tiempo y esa es su arma secreta. Será la aplicación del futuro junto a Instagram.
Con tan solo 10 comenzaste en youtube hablando de muñecas, en secundaria lo dejaste una temporada porque se burlaban de ti, ¿qué te hizo volver?
Lo dejé unos meses porque recibía muchas críticas de mis vídeos antiguos. Son vídeos que veo ahora y me dan un poco de vergüenza porque era una cría haciendo cosas de crías. Siempre te avergüenzas viendo a tu yo pequeño jugando a las muñecas y que tus amigos adolescentes puedan verlo también. Fue un toque de atención y puse en privado todos los vídeos de mi canal. Mi madre me apoyó y me dijo que no podía tirar todo el trabajo por la borda. Entendí que no podía sacrificar todo lo que me había esforzado por las críticas de cinco niños de mi clase y seguí adelante. A día de hoy se lo debo todo a esa niña de 13, 14 años que decidió seguir haciendo lo que le gustaba sin escuchar lo que los demás decían de ella.
¿Crees que ya se valora más la profesión de influencer?
No sabría decirte. A medida que se populariza tiene tantas críticas como gente que empieza a entenderlo. Creo que en el futuro se entenderá que somos un medio más de publicidad, como la pancarta que ves cuando vas en el coche el anuncio que ves en la televisión. Se critica mucho el dinero que ganamos, que lo puedo llegar a comprender, pero siempre digo lo mismo, yo no inventé las reglas del juego. Tenemos muchas ventajas y beneficios como el dinero que ganamos, el esfuerzo que la gente piensa que es poco (aunque difiero) pero realmente le estás vendiendo tu alma al diablo, le estás vendiendo tu vida, tu privacidad, estás soportando críticas diarias que no sólo son para ti sino también para tu familia, tu ropa, tu cara, tu cuerpo… y no puedes quejarte porque al dedicarte a eso, es lo que tienes que recibir. Aunque te despiertes en Bali, vas a pensar, qué me pongo hoy, les gustará o no, estoy gorda, estoy delgada… es lo que hace mella en ti, los comentarios que la gente no controla. Es como una ciudad sin ley.
También fuiste chica Disney, ¿qué te aportó esa etapa?
Fue una etapa maravillosa. Fue muy arduo porque era muy joven, era mi primera experiencia en televisión y eran muchas horas y horas de rodaje, pero para mí significó muchísimo. Recuerdo ver el programa con mis amigos para ver mi primera aparición. Me aportó mucha energía y muchas ganas de seguir creciendo.
Te estás preparando como actriz ya te hemos visto en algunas producciones como El sabor de las margaritas que se puede ver en Netflix y que hace poco estrenó la segunda temporada, ¿qué significa esta faceta para ti?
Para mi yo más joven es la faceta a la que más importancia le daba y era a lo que quería dedicarme. Ahora mismo no le doy tanta importancia porque a día de hoy la escritura me motiva más.
Hace unas semanas te vimos en una campaña anti violencia machista gallega, ¿cómo crees que afronta la gente de tu edad esta problemática?
No será nunca suficiente la información que se dé mientras siga existiendo la violencia machista. El mensaje es muy claro, erradicar cualquier tipo de violencia machista y conseguir educar a las nuevas generaciones en una sociedad de igualdad.
Tengo entendido que tu pasión por la lectura comenzó con Divergente. Algo de ese carácter apocalíptico y de lucha hay en tu novela, ¿qué te gustó de la saga?
Yo leía muchísimo desde pequeña, mi madre me inculcó la lectura desde que ni siquiera supiera leer. Pero empecé a devorar cuatro o cinco libros al mes en la época de Divergente, Los juegos del hambre… estas distopías que tanto marcaron a mi generación.
A los de Divergente les pusieron cara en el cine, ¿tú le has puesto cara a tus personajes?
Uno de los procesos que hago antes de escribir el libro es la escaleta y pongo fotos de lo que me inspira. En el libro hay tres lugares y puse fotos de tres lugares que describían lo que yo quería. Lo mismo hacía con los personajes para siempre tener esa referencia visual. Para Ronan me inspiré mucho en Jacob Elordi que estuvo en Euphoria, en unas fotos en las que salía con un palillo en la boca que eso es muy Ronan. Para Camilla me inspiré en una influencer francesa.
Y si pudieras ponerle banda sonora, ¿qué sonaría en tu novela?
Escucho todo tipo de música. Mis amigas siempre se sorprenden cuando voy en el coche y pongo mi playlist porque tengo desde Elvis Presley, Frank Sinatra, reguetón, música clásica… tengo de todo, pero creo que pondría música instrumental en la novela porque me imagino siempre el mar con música instrumental de fondo.
Por cierto, que lo de Stones, no tiene nada que ver con el grupo de Mick Jagger, ¿no?
No, en secundaria me empezaron a llamar piedra porque siempre me hacía la dura, aunque yo era una blandengue. Pero me empezaron a llamar piedra y ese apodo lo traduje a stones que sonaba mejor para abrirme Tuenti.
Dices que tu novela está llena de mensajes para que nos hagan reflexionar, ¿cuál no te gustaría que pasara desapercibido?
Marco tiene algo que tiene muchísimo y que intenté plasmar y es que para mí es muy importante luchar por lo que deseas y lo que ansías, pero siempre manteniendo tus principios, pero siempre recordando quién eres y cómo has llegado hasta ahí. Una de las cosas que más me gusta de Marco es que siempre piensa en las consecuencias de sus acciones. Está bien que siempre seas tú mismo, pero sin dejar de lado tus valores ni olvidar a los que te han ayudado a llegar.
Eres una persona muy inquieta, ¿con qué andas liada ahora?
Ya estoy pensando en seguir escribiendo. Ahora mismo estoy pensando en disfrutar de las Navidades porque este lanzamiento me ha supuesto mucho estrés porque me pongo mi nerviosa y ahora quiero descansar y empezar el año escribiendo una nueva novela y ser constante en el gimnasio que es uno de mis propósitos de año nuevo, como mucha gente.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...