Muere Ann Reinking, actriz de ‘All That Jazz’ y ‘Annie’ y estrella del musical ‘Chicago’

La artista tenía 71 años, fue coreógrafa y bailarina, ganó un premio Tony y fue esposa del mítico realizador Bob Fosse

La actriz, bailarina y coreógrafa Ann Reinkin posa pasa una sesión de fotografías en 1977 / Jack Mitchell (Getty Images)

Tristes noticias para el mundo del espectáculo: la actriz, bailarina y coreógrafa Ann Reinking ha fallecido a los 71 años de edad mientras visitaba a su familia en Seattle. El deceso de produjo el pasado 10 de diciembre mientras la artista se encontraba en su ciudad natal. Aún se desconocen las causas de su muerte, pero el mundo del espectáculo ya le ha rendido homenaje.

Renkin fue un ejemplo de talento precoz y polifacético, pues su carrera profesional fue tan transversal que incluyó grandes proyectos cinematográficos en Hollywood y musicales en Broadway, en los que participó frente a las cámaras o sobre las tablas y en los que llegó a ser la coreógrafa oficial o la directora.

Reinking participó en grandes clásicos musicales como All That Jazz (Empieza el espectáculo), la mejor película –con perdón de Cabaret– de Bob Fosse, quien sería el marido de Reinking entre 1972 y 1978. Con él mantuvo una estrecha relación creativa y amorosa. Tras su separación, Reinking continuó trabajando frente a las cámaras en películas como Annie (1982) de John Huston o Mickie y Maude (1984) de Blake Edwards.

Aunque a Ann Reinking se la conoce principalmente por sus brillantes coreografías e interpretaciones sobres los escenarios. De hecho, ella se dio a conocer con tan solo 19 años haciendo su debut en el musical Cabaret y, años más tarde, en los setenta, daría vida a Roxie Hart en Chicago, espectáculo dirigido por Fosse que la lanzó al estrellato.

A lo largo de su carrera recibió varias nominaciones a los premios Tony, aunque solo se llevó uno en 1997 por el revival del musical de Chicago sobre las tablas de Broadway, un espectáculo cuyas coreografías, diseñadas por la propia Reinking, fueron repetidas en todo el mundo, lo que inspiró al director Rob Marshall a dirigir en 2002 una adaptación cinematográfica protagonizada por Reneé Zellweger y Catherine Zeta-Jones.